Empresarios impulsan cumbre en Brasil para blindarse de la crisis
Preocupados por el enfriamiento del principal socio comercial, dieron los primeros pasos para preparar una reunión entre Dilma y Cristina y destrabar las negociaciones bilaterales.
Los empresarios argentinos impulsan una cumbre entre las mandatarias de la Argentina y Brasil, Cristina Kirchner y Dilma Rousseff, para «blindarse políticamente» de la crisis y evitar un peor impacto de la desaceleración del principal socio comercial del país y la devaluación de su moneda, el real. La situación de Brasil fue el principal problema mencionado por los hombres de negocios que esta semana se reunieron en el 47° Coloquio de IDEA, el Instituto de Desarrollo Empresario Argentino, que terminó ayer en Mar del Plata. «La intervención política de la crisis» fue su más reiterado pedido.
Los principales ejecutivos advirtieron que la situación de Brasil –que «se desacelera más rápido de lo pensado», según el economista del Banco Itaú, Ilan Goldfajn– ya enciende «lucen naranjas» no sólo en la industria automotriz sino también en la de alimentos, combustibles y químicos, plásticos, y de servicios de infraestructura, relevó PERFIL en los pasillos del encuentro. Apuestan por eso a que el Gobierno «administre la crisis» y ayude a negociar una salida a los problemas bilaterales.
La Unión Industrial Argentina (UIA) logró negociar con éxito una reunión en Brasilia para después de las elecciones con el brasileño Marcelo Odebrecht, el CEO de la multinacional homónima con intereses en Argentina que disertó el jueves y auspició el coloquio. Frente a este medio, el titular de la UIA, José Ignacio de Mendiguren, convenció al brasileño de impulsar la activación del llamado Consejo Empresarial Binacional, lanzado por Rousseff y Cristina Kirchner el 31 de enero pasado. Odebrecht no está entre los referentes del foro, pero la UIA lo prefiere porque «como tiene intereses aquí, no nos vamos a poner a discutir sobre el sexo de los ángeles, sino cosas concretas», dijo uno de sus miembros.
«La idea es activar el Grupo Brasil y preparar el terreno para una bilateral», explicó otro industrial. El problema, agregó, «es que Dilma todavía no aprobó la nómina de los diez representantes por parte de Brasil y eso está demorando todo». ¿Si nosotros no tomamos la iniciativa, quién lo hará?, se preguntó otro dirigente fabril.
Todos resaltaron que «Cristina quiere» concretar la cumbre «pero Dilma está demorando todo, esperando a ver qué pasa». Los hombres de la UIA confiaron que se están «gastando los teléfonos» llamando a la embajada de Brasil y a la Cancillería. Aseguran que sus colegas de la Fiesp, núcleo de los industriales paulistas, están de acuerdo en qué solución política y que habrá que esperar a después de las elecciones.
«El tema es político, tiene que intervenir la política en esta crisis,» abundó otro industrial.
La cumbre que proponen los empresarios sintetiza lo que sucedió en el 47° Coloquio de IDEA, en donde al menos dos docenas de empresarios manifestaron a este medio su preocupación por Brasil. La «articulación público-privada» y «el rol del Estado» fueron tratados en los paneles. Aunque muy pocos criticaron al Gobierno, ni siquiera off the record, nadie del oficialismo se presentó. Con excepción del gobernador Daniel Scioli, habitué del foro que las empresas de Cristóbal López y la kirchnerista Electroingeniería dejaron de auspiciar.
El primero en poner el ojo en Brasil fue el presidente de Fiat Argentina, Cristiano Ratazzi, también integrante del llamado Grupo Brasil. Dijo que preocupaba la desaceleración. Aníbal Borderes, de la Adefa (que agrupa a los fabricantes de autos), habló en cambio de las licencias no automáticas que frenan las importaciones. Un autopartista sí habló del real: dijo que la venta de insumos para la «gama media» está frenada.
Mientras un químico PYME añadía que cotiza sus productos en reales, y que «no se puede ajustar», un representante de una firma de servicios de infraestructura asegura que cuando cruza la frontera, se encuentra con beneficios del gobierno a los locales por el 25% del costo.
«El problema es que no se puede devaluar como única medida», coincidieron los economistas Bernardo Kosacoff, Roberto Lavagna y Dante Sica, entre otros.
José Urtubey, hermano del gobernador de Salta y ejecutivo de Celulosa Argentina dijo que «la desaceleración de Brasil complica a todo el complejo exportador, no sólo al de autos». Su solución: «Hay que intervenir la relación para hacerla más fluida y previsible».
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Luz naranja
2 automotrices anunciaron suspensiones y se retractaron.
774 millones de dólares fue el saldo comercial negativo de Argentina con Brasil en septiembre, 50% más que el año anterior.
3,6 puntos crecería la economía brasileña este año, según el FMI.
48 por ciento de los productos industriales que exporta la Argentina tienen como destino Brasil.
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Las trabas
– La desaceleracion de Brasil, la devaluacion del real y las trabas comerciales fueron los problemas mas mencionados por empresarios en el 47‹ Coloquio de IDEA, que termino ayer en Mar del Plata.
– Para «preparar el terreno», promueven una reunion de empresarios, una de las cuales logro la UIA con el brasileno Marcelo Odebrecht.
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El primer encuentro. PERFIL entrevistaba el jueves en el Coloquio de IDEA a Odebrecht, uno de los principales empresarios de Brasil, cuando De Mendiguren se acercó a pedirle que lo ayude a organizar los encuentros y destrabar las negociaciones entre los países. El ex ministro de Economía Miguel Peirano, mudo testigo del diálogo.
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