Empresarios brasileños: fuerte reclamo a Cristina

Argentina – 30/08/2011 – Clarín – Pág. 17/Sección: El País – Tiempo de Lectura: 2′ 30»
 
TRABAS AL COMERCIO
Señalaron que el gobierno argentino es «impermeable» a sus pedidos.
SAN PABLO. CORRESPONSAL
Eleonora Gosman
Algunos fueron duros, otros negociadores y unos terceros demostraron «comprensión» por el momento electoral que vive la Argentina. Lo cierto es que en la cita de empresarios y economistas brasileños que se reunieron con sus pares argentinos en la sede paulista la Confederación de la Industria de Brasil (CNI) primó una educada mesura. Aun así, los representantes de sectores perjudicados por medidas restrictivas argentinas no se privaron de cuestionar al Gobierno.
Pedro Barbato, titular de la Asociación Brasileña de la Industria Eléctrica y Electrónica dijo: «En Buenos Aires son impermeables a los reclamos brasileños; no atienden las necesidades de la agenda bilateral». Y contó que se exige «invertir en Tierra del Fuego como condición para entrar en el mercado de la telefonía celular». Esa nueva «traba comercial» explica la decepción de Barbato para quien «el respeto a las reglas está fuera del radar del gobierno argentino». Su enojo es lo suficientemente grande como para calificar a Cristina Kirchner de «populista» y considerar que el freno a las importaciones «no es una política circunstancial basada en la inminencia de las elecciones. Es una estrategia permanente de su gobierno».
Pero Ricardo Markwald, presidente de la Fundación de Comercio Exterior (FUNCEX), tuvo otra mirada: «Argentina es el principal destino de las exportaciones industriales de Brasil. Seamos claros, nada menos que 50% de los productos manufacturados (MOI) que Brasil vende al mundo son absorbidos por el mercado argentino. En 2010 representaron US$ 16.800 millones y en 2011 llegarán se estima que el volumen llegará a 18.000 millones». Markwald subrayó: «Le vendemos a Argentina más productos industriales y de alto valor agregado que a toda la Unión Europea, más que a Estados Unidos y a China; más que al resto del mundo».
Paulo Tigre, actual titular del Consejo de Integración Internacional de la CNI, milita en el campo de los moderados. No duda que Argentina «es un gran socio pese a las dificultades que podemos tener por las barreras al comercio creadas por el gobierno de Cristina Kirchner. Pero lo que debe prevalecer es la voluntad de integrarnos más». Con todo, no deja de mencionar como uno de los problemas el uso del régimen de «draw back», que consiste en eliminar los impuestos a las importaciones de insumos procedentes de zonas extra Mercosur. Esos bienes intermedios son utilizados en la fabricación de productos que luego serán exportados al resto de los socios del bloque. En principio, el mecanismo crea una ventaja diferencial para el socio que echa mano al recurso (en este caso, la Argentina).
Para Decio Oddone, vice de Braskem (petroquímica formada en 2002 por los gigantes Odebrecht y Mariani), las dificultades residen en las incógnitas sobre el futuro de la macroeconomía: «El problema de Argentina es su alta volatilidad», describió. Dirigente de la CNI, Pedro Motta concluyó en un aparte con periodistas: «Si hay cambio después de las elecciones, va a ser para peor». Sostuvo que Brasil considera a la Argentina como el principal socio estratégico, e Itamaraty (sede de la diplomacia brasileña) hace prevalecer ese interés geopolítico por sobre cualquier otra consideración.

(Presidencia de la Nación – Poder Ejecutivo – Sector Telecomunicaciones)

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