UOCRA en alerta por cepo cambiario

Argentina – 20/06/2012 – Ambito Financiero – Pág. 7 – Tiempo de Lectura: 3′ 21»
 
Gerardo Martínez, titular de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) y uno de los sindicalistas más cercanos hoy al kirchnerismo, alertó al Gobierno sobre las consecuencias que el cepo al dólar puede tener en su sector. Se trata del primer sindicalista que directa y abiertamente habla sobre los efectos de las medidas de restricciones a la compra de divisas en la economía real y sobre la potencial pérdida de puestos de trabajo entre sus filiados.
 
Según el gremialista, que en estos días acompaña la gira de Cristina de Kirchner por México y Brasil, aseguró que le parece válida la preocupación de los empresarios inmobiliarios y de la construcción que anticiparon el lunes una caída del 50% en la actividad y aseguró que el Gobierno «debe atender esta situación» y permitir operaciones en dólares. Martínez, que además cerró ayer el aumento salarial para sus afiliados en un 24%, dijo que el oficialismo debe entender que la Argentina es un país dolarizado, y que más allá de apoyar la política de cambio de esa cultura, «hay que hacerse en tiempo y forma», respetando las áreas, como la construcción, donde «la dolarización está muy arraigada».El titular de UOCRA, que defendió el plan de créditos hipotecarios Procrear, pidió, desde México y por radio La Red, al Gobierno que no permita que la «actividad se caiga». Martínez defendió a los empresarios del sector que desde mediados de mayo, desde la aplicación del cepo cambiario para la compra de dólares para todo destino, especialmente el atesoramiento y las operaciones inmobiliarias, afirman que la actividad va en disminución y que para junio y julio podría mostrar una baja del 50%. Para los constructores, hay una decisión de los inversores de mantener e incluso acelerar las obras que ya están en marcha, aprovechando los precios de los materiales que aún cotizan en pesos, al igual que el costo laboral. Sin embargo, afirman que hay un freno abrupto desde el mes pasado en los pedidos de habilitaciones para nuevas obras y que aquellos proyectos que tenían aval pero que no comenzaron su proceso de inicio de obra, se suspendieron. Por otro lado, muchas de las viviendas usadas que estaban en venta fueron retiradas, al negarse los propietarios a cambiar sus precios de dólares a pesos, al menos al valor oficial. También hay quejas de parte de los escribanos, que hasta el inicio del cepo tenían sus tarifas dolarizadas en un promedio del valor de la operación, pero ahora deben pactar un precio en pesos. En un seminario organizado el lunes por la publicación «Reporte Inmobiliario», varios de los empresarios alertaron sobre una posible «crisis histórica» del sector, al impedirse las operaciones en dólares. Se habla de una baja de más del 50% en la presentación de permisos para futuras obras, y la desaparición de departamentos y casas para la venta. Sólo se mencionó la aceleración en la publicación de ofertas de unidades con valores en pesos, en obras con construcción ya avanzada. Mientras tanto Martínez se sumó ayer al club de dirigentes gremiales que aceptaron el cierre de su paritaria en un alza del 24%, retroactivo al 31 de marzo. El aumento salarial que regirá a partir del 1 de junio, para todas las categorías comprendidas en el Convenio Colectivo de Trabajo 76/75, se abonará en una sola vez, desde la liquidación de los sueldos de junio. Asimismo, se estableció el pago de una gratificación no remunerativa mensual, imputable a los meses de abril y mayo, que oscilará entre los 546,00 y los 1.609,00 pesos, de acuerdo con las distintas categorías. Estas gratificaciones mensuales se abonarán de la siguiente manera: la suma imputable al mes de abril de 2012 se efectivizará juntamente con el pago de la primera quincena de junio, mientras que la suma no remunerativa imputable al mes de mayo, se efectuará con el pago de la primera quincena de julio del corriente año. La Asociación Obrera Textil cerró también un acuerdo en los mismos términos. La UOCRA y la AOT se suman así a gremios que aceptaron el tope que viene impulsando el Gobierno y que incluye a los aceiteros, comercio, cuero, actores, mineros y gastronómicos. Un paso más abajo, con alzas del 23%, se ubican los bancarios, metalúrgicos, tintoreros y panaderos. Ahora el Gobierno buscará cerrar las negociaciones con los trabajadores de la alimentación, intentando dejar aislado a Hugo Moyano y sus camioneros en abierta protesta contra los empresarios privados y el Gobierno por el intento de lograr una suba del 30% y el pago de unos $ 3.000 a cuenta de la suba del mínimo no imponible de Ganancias.
Por: Carlos Burgueño
Gerardo Martínez

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