Testimonios con valor agregado desde Rafaela

Argentina – 24/06/2011 – Ambito Financiero – Pág. 4/Pymes – Tiempo de Lectura: 5′ 24»
 
Daniel Pierini
Vicepresidente de la Cámara de Desarrollo Informático del Centro Comercial e Industrial de Rafaela.
– Periodista: ¿Es difícil para una pyme argentina de su rubro sumar valor agregado a su producción? ¿Hay apoyo del Estado? Daniel Pierini: Las pymes de la industria del software en la Argentina son reconocidas a nivel mundial.
La alta creatividad de los profesionales que integran sus equipos de dirección ejecutiva y de creación de productos es clave para la diferenciación. Existen dos modelos típicos de empresas: las que elaboran aplicaciones a medida por requerimiento del cliente y venden «horas hombre» y las pymes focalizadas en creación de productos de software, con su respectiva marca, que venden licencias de uso. Para el desarrollo como industria nacional, es importante promover especialmente la segunda modalidad. La hora de trabajo sólo puede venderse una vez; un producto, en cambio, puede venderse numerosas veces.
P.: ¿Hay apoyo del Estado?
D.P.: Gracias a la promulgación de la Ley de Industria del Software, el sector recibe un importante apoyo. Existen también líneas desde SEPYME, FONTAR Y Fonsoft, orientadas a colaborar con los aspectos financieros. Por lo general, el acceso a estas líneas suele tomarse dificultoso para las pymes. Muchos mecanismos de otorgamiento aún no son eficientes, pero los empresarios del soft trabajamos asociativamente y desde las cámaras acercando propuestas para estas mejoras.
P.: ¿Es notorio el mejor posicionamiento en el mercado de una pyme que logra sumar valor agregado a su producción en comparación con las que no lo hacen?
D.P.: Es notorio en los mercados internacionales. En el mercado interno la situación es atípica: por lo general, son muy pocas las empresas pymes y mipymes que han interiorizado en su cultura empresario que el software es una inversión, un factor clave en sus negocios. Esta tendencia muchas veces se debe al desconocimiento del dueño de la pequeña empresa, pero tiende a cambiar a medida que las pymes se profesionalizan.
P.: ¿La demanda impulsa la necesidad de agregar valor a la producción o la empresa que agrega valor se va abriendo nuevos mercados?
D.P.: La gran competencia y la exigente demanda obligan a que las empresas de software estén en constante evolución agregando valor. A su vez, esto origina que ese avance y crecimiento sean nuevas puntas de lanza que generan a la empresa negocios en nuevos mercados, que incluso no estaban previstos.
P.: ¿Cuál es la importancia de contar con personal calificado para sumar valor agregado a la producción de una pyme?
D.P.: La profesionalización es fundamental. En software, a medida que la empresa crece, se realiza la transformación de producción artesanal a industrial y esto va de la mano con el nivel de los profesionales y sus destrezas para desempeñar sus funciones en alto nivel. En la industria del software, el 95 por ciento de los costos es materia gris. Afines de 2010, el conocido consultor internacional David Lovegrove, quizás el responsable de que Irlanda se convirtiera en el principal exportador mundial de software, visitó las industrias del sector en Rafaela. Y quedó tan sorprendido por el nivel de profesionalización, que tuvo que cambiar el power-point de la presentación que realizaría por la tarde. Expresó muy sinceramente que debió aumentar el nivel de su presentación, porque se encontró con empresas «world class».
P.: ¿El valor agregado es un factor clave para exportar?
D.P.: El mercado mundial cada vez requiere más calidad y valor agregado en los productos. Sólo podrán ser exportadoras aquellas empresas que trabajen planificadamente en sus productos para llevarlos al máximo nivel.
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Adolfo Hartmann
Presidente de la Asociación Civil Parque Industrial Rafaela.
>- Periodista: ¿Es difícil para una pyme argentina sumar valor agregado a su producción? ¿Hay apoyo del Estado?
Adolfo Hartmann: No sé si es difícil. Sí que no es sencillo. Creo que agregar valor a la producción tiene que ver con muchos factores o acciones, como las de innovar, invertir y capacitarnos de manera permanente. El agregar valor a nuestra producción está íntimamente relacionado con la competitividad y la supervivencia de nuestra empresa en el mercado. En esto tiene mucho que ver la realidad actual. Vivimos una economía globalizada, en la que la información y las comunicaciones hacen que la velocidad con la que se generan los cambios tecnológicos en materia de infraestructura productiva juegue un papel importante. En cuanto al apoyo del Estado, es relativo. Generalmente, es más discurso que acciones.
El Estado debe ser el principal defensor y apoyar a las micro y pequeñas empresas, ya que son las geminas creadoras de fuentes de empleo. Por lo tanto, obras de infraestructura para la producción, apoyar y fomentar la educación y la seguridad jurídica son cuestiones fundamentales que cualquier dirigente político serio, coherente e inteligente no pude dejar de considerar. También las líneas de financiamiento destinadas a la producción, y no sólo al consumo, son vitales para las empresas. Agregan valor a la producción, a sus integrantes. Y esto se transfiere a la sociedad en su conjunto. No obstante, hay que reconocer que existen algunas líneas de créditos flexibles destinadas a la producción, sólo que a veces son inaccesibles para el pequeño empresario, por desconocimiento o imposibilidad de armar un proyecto.
P: ¿Es notorio el mejor posicionamiento en el mercado de una pyme que logra sumar valor agregado a su producción en comparación con las que no lo hacen?
A.H.: Sin lugar a dudas, aquella empresa que agrega valor a su producción, ya sea en tecnología, infraestructura, incorporando personal calificado, especializando el que ya tiene, logra mejorar o agregar directa o indirectamente valor a su producto. Y esto lo lleva a diferenciarse de su competencia, fija una posición en el mercado, logra afianzarse y consolidarse en el territorio en el que actúa y le permite ir por Utilidad
R: ¿La demanda impulsa la necesidad de agregar valor a la producción o la empresa que agrega valor se va abriendo nuevos mercados?
AH.: Las dos cosas se dan y son válidas. Muchas veces, debido a un aumento en la demanda, nos veamos obligados a agregarle valor a nuestra producción, la misma empresa tiene la necesidad de crecer y de abrir nuevos mercados. Por lo tanto, toma la decisión de agregarle valor a su producción, que definitivamente se convierte en utilidad.
P.: ¿Cuál es la importancia de contar con personal calificado para sumar valor agregado a la producción de una pyme?
AH.: Depende del grado de tecnificación de la empresa, pero podríamos decir, en términos generales, que son muy importantes los recursos humanos con que cuenta la organización, ya que aportan a la empresa ese plus que, a veces, nos diferencia de otra. Y al mismo tiempo, esto redunda en beneficio de los propios integrantes de organización.
P.: ¿El valor agregado es un factor clave para exportar?
AH.: No siempre, depende de que el producto sea exportable, en cuyo caso sí es necesario, ya que la demanda internacional es mucho más exigente y el mercado más competitivo. Pero hay otros condicionantes que escapan a todo esto. Por ejemplo, escala de producción, impuestos distorsivos a la producción, costo de la mano de obra, falta de financiamiento a largo plazo. El objetivo de exportar es una meta difícil de resolver.

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