Se desacelera la suba de precios: ya es un 25% menor a la de 2010

Argentina – 25/07/2011 – Tiempo Argentino – Pág. 12 – Tiempo de Lectura: 3′ 28»
 
EN EL PRIMER SEMESTRE DEL AÑO
El dato surge tanto de las estadísticas oficiales que provee el Indec como de las que son proporcionadas por los entes provinciales, y también de lasque informan las consultoras privadas. Destacan el rolde la inversión.
Roberto Navarro
economia@tiempoargentino.com.ar
En los primeros seis meses del año hubo una fuerte desaceleración en el alza del nivel de precios con respecto al mismo período del año pasado, registrada tanto por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) como por los entes de medición provinciales y las consultoras privadas. En promedio, el índice de precios al Consumidor (IPC) del primer semestre de este año tuvo una suba un 25% menor a la de 2010.
Entre enero y junio de 2010, el Indec había registrado un aumento de precios del 5,9% contra el 4,7% del mismo período de este año. El Instituto Provincial de Estadísticas y Censos de Santa Fe, una provincia con un patrón de consumo muy similar al del área metropolitana de Buenos Aires, relevó que en los primeros cinco meses de 2010 los precios subieron un 12,7% mientras, que entre enero y mayo de este año el aumento fue del 9,8%. En Córdoba se verificó una situación similar: el ente de medición de precios estimó un 6,8% en los primeros seis meses de 2010 comparado con el 5,1% de 2011. Para los mismo períodos, el IPC en la provincia de San Luis disminuyó de un 12,7% a un 9,5%. En Río Negro, los datos del IPC fueron 10,1% y 8,8%. En Neuquén, pasó de 12,2% a un 7,9%. Ninguna de las provincias elegidas por este diario para realizar el relevamiento está gobernada por el Frente para la Victoria.
Los precios al consumidor comenzaron a crecer en 2007 debido, fundamentalmente, a una fuerte demanda de los consumidores que no fue seguida por un incremento de la oferta de bienes por parte de las empresas. Desde que asumió el ex presidente Néstor Kirchner, el Ejecutivo impulsó el consumo local. La creación de empleo, el incremento del Salario Mínimo Vital y Móvil y el impulso de las paritarias mejoraron el poder adquisitivo de la población. Asimismo, la moratoria previsional, que incorporó 2,5 millones de nuevos beneficiarios al sistema, más los constantes aumentos jubiláronos y la creación de la Asignación Universal por Hijo, dieron un nuevo empuje a la demanda.
En los primeros años de la gestión kirchnerista el incremento de la demanda no resultó en mayores precios porque en el país todavía había un ejército de desocupados y las empresas tenían capacidad ociosa. Cuando la desocupación bajó y las empresas comenzaron a tener que tomar decisiones de inversión, la oferta ya no acompañó el ritmo de la demanda. El fuerte incremento de la inversión comenzó en 2009, cuando los empresarios comprobaron que el país había podido salir indemne de una crisis económica internacional de enormes proporciones. Con esa inversión, financiada en buena medida con los planes del Poder Ejecutivo, la oferta comenzó a equilibrarse con la demanda y la inflación empezó a ceder.
La polémica desatada con respecto a los índices del Indec fue aprovechada durante los últimos años por varias consultoras privadas con intereses cercanos al establishment financiero para inflar el alza de los precios, de forma tal que fueran mayores las utilidades provenientes de las inversiones en títulos públicos en pesos atados al costo de vida. Pero aún ellas reconocen la actual desaceleración. Siempre comparando el primer semestre de 2010 versus el de 2011, se observa que el Estudio Ferreres & Asociados calculó 14,7% contra 10,5%; M & S consultores, de Carlos Melconian, estimó 14,1% contra el 10,9%; Ecolatina, fundada por el ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, registró en el primer semestre de 2010 una subida de los precios del 12,8% contra 10,2% de este año.
A principios de año, los economistas del establishment aseguraron que en 2011 los precios subirían más que en 2010. Se trataba de predicciones de difícil cumplimiento, porque el año pasado la carne subió un 80% y los commodities agropecuarios tuvieron un alza promedio a nivel internacional de más de un 50%, dos hechos que, se sabía, no
se repetirían. Pero, además, estos economistas no creen en la capacidad del Estado para intervenir en la economía. La estrategia basada en mantener el dólar estable, un superávit fiscal sustentable, la política de negociación de precios que se realiza desde la Secretaría de Comercio Interior y, fundamentalmente, el impulso a la inversión demostraron que, otra vez, los economistas neoliberales locales erraron sus pronósticos. Después de cuatro años de crecimiento, los precios comenzaron a caer y todo indica que la tendencia decreciente seguirá en el futuro.

(Situación Laboral – Actividad Económica – Panorama Económico)

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