Salario mínimo: las empresas piden que el alza sea del 18%

Argentina – 26/08/2011 – La Nación – Pág. 12/Sección: Política – Tiempo de Lectura: 2′ 33»
 
La puja por los ingresos / Diferencias entre sindicalistas y el sector patronal
Los empresarios están convencidos de que quedarán en medio de una puja que promete ser larga entre el Gobierno y el sindicalismo. Tal vez por eso, no les temblará el pulso para proponer hoy menos de la mitad del aumento salarial que pretenden los sindicalistas. El número de arranque, que se resolvió ayer tras una reunión entre representantes de un amplio espectro de sectores en la Bolsa de Comercio, es un 18% de incremento en el salario mínimo. Es decir, llegar a 2171 pesos. Los gremios quieren 2600, un 41,3% de alza.
Será una negociación larga. «Nunca hemos estado tan lejos», había reconocido anteayer a LA NACION Daniel Funes de Rioja, uno de los vicepresidentes de la Unión Industrial Argentina (UIA), que ayer se contactó en la Bolsa con ejecutivos del comercio, la construcción, la banca, el campo y los servicios públicos.
 
«Pedido excesivo»
Por la tarde, después de un seminario organizado por fabricantes de calzado, José Ignacio de Mendiguren, presidente de la UIA, anticipó el rechazo empresarial a la suma que reclamará la CGT. «El pedido es excesivo -dijo a la agencia de noticias DyN-. Convalidar una cifra de esa naturaleza no corresponde a ningún tema de la realidad. El sector industrial tuvo una recomposición muy fuerte del salario que, en algunos casos, dobla el promedio de la economía.»
 
Los hombres de negocios llegarán hoy al Ministerio de Trabajo con sensaciones ambivalentes: inquietud respecto del frente gremial y cierta tranquilidad en cuanto a los próximos pasos que dará el Gobierno. Por un lado, explican, es la primera vez que la CGT y la CTA coinciden en un porcentaje para un aumento salarial. «Siempre pedía mucho más la CTA, pero ahora las dos centrales parecen más cohesionadas y eso no es un buen augurio», reconoció el líder de una cámara involucrada en la contienda. Se tranquilizan, sin embargo, al constatar, en conversaciones con funcionarios, que la Casa Rosada tiene la intención de esmerilar a Moyano por la vía que más le duele al camionero: restándole poder y representatividad. Son sondeos corporativos preliminares que indican que Cristina Kirchner no tolerará reclamos desmedidos. «Los gremios están instalando una cifra inflacionaria», agregó uno de los dirigentes que estarán hoy.
Han quedado, así, en medio del núcleo de tensión que definirá la relación entre ambos lados del poder para los próximos cuatro años.

La negociación empezará a las 10 e incluirá varias reuniones. En las empresas descuentan que será una jornada muy extensa. Un lobbista con una vasta experiencia en paritarias sacaba esta semana conclusiones no sólo a partir del porcentaje exigido por los gremios, sino con la fecha fijada para la discusión. «Que sea un viernes indica que el día se puso sabiendo que no se iba a acordar. Esto viene para largo», dijo.
La representación empresarial prevista para hoy en el Ministerio de Trabajo estará compuesta por la UIA, la Cámara Argentina de Comercio, la Cámara Argentina de la Construcción, la Asociación de Bancos de Capital Argentino (Adeba), la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme), la Sociedad Rural Argentina, la Federación Agraria Argentina, la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
Por Francisco Olivera | LA NACION

(Información General)

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