Industriales presionaron por salarios, dólar y la inflación

Argentina – 10/06/2011 – Ambito Financiero – Pág. 2 – Tiempo de Lectura: 3′ 11»
 
«Nada» fue la respuesta oficial sobre el pedido de empresas para aumentar precios
Las últimas paritarias de sectores claves mostraron un argumento complicado: cualquier incremento salarial de más del 20% debe ser trasladado a los precios para poder ser absorbido. Además, para los exportadores, un alza de este nivel provocará que las ventas argentinas de los sectores involucrados dejen de tener competitividad con el actual tipo de cambio. Entre otros, los sectores que utilizaron estas explicaciones para rechazar incrementos salariales de más del 20% son los productores de alimentos y bebidas, siderurgia, aceiteros, metalúrgicos, textiles y metalmecánica (fundamentalmente electrodomésticos y artículos electrónicos). En todos estos casos, se afirmó que con datos sobre los costos internos, el reclamo de aumentos salariales de casi un 30% es una utopía en el actual contexto económico. Pero además adelantaron que el panorama para 2012 es aún peor de continuar la tendencia inflacionaria y su reflejo en las paritarias. El reclamo fue escuchado por los funcionarios del Ministerio de Trabajo en las últimas semanas, e inmediatamente fue trasladado hacia el de Economía como los argumentos que utilizan los industriales para justificar la imposibilidad de otorgar incrementos salariales de más del 20%. Desde el Palacio de Hacienda se tomó nota de los reclamos y en conversaciones entre funcionarios de los dos ministerios se opinó que en realidad se trata de una especie de lobby de varios sectores industriales que buscan presionar sobre el tipo de cambio para fomentar algún tipo de devaluación gradual. «Es lo mismo que venimos escuchando y leyendo de presiones de la UIA y otros sectores, pero no hay ningún plan de alterar radicalmente el tipo de cambio. Es más, para nosotros no hay ningún problema serio de competitividad ni asumimos como un argumento de puja salarial este tema», afirmaba ayer ante este diario un alto funcionario de Economía al ser consultado. Para la cartera que maneja Amado Boudou, la presión debe ser desmantelada lo más rápido posible ante la posibilidad de que pueda llegar a alterar aunque sea en una mínima expresión las posibilidades electorales del Gobierno ante octubre. Los últimos empresarios que plantearon este reclamo de imposibilidad de incrementar salarios si no hay una liberación de precios de parte de Guillermo Moreno y de una mejora en el tipo de cambio fueron, el miércoles, los representantes de las compañías de alimentos. Estos negociaban en Trabajo, ante la atenta mirada del propio Carlos Tomada, con la Federación de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (FTIA) el incremento salarial del sector para 2011. El gremio de Rodolfo Daer pedía un incremento no menor del 30%, con topes del 33% para los operarios de menor categoría. Estos últimos tendrían que llegar a los 4.000 pesos mensuales. En el momento de hablar, los representantes de las compañías de alimentos volvieron sobre un punto que sus colegas metalmecánicos y de bebidas habían expuesto sólo unos días antes: si no se mejora el tipo de cambio y si Moreno no libera los precios, hablar de aumentos de hasta un 20% es imposible. Entre otras compañías, estaban representadas en la mesa de negociaciones Arcor, Molinos, Pepsico, Quilmes, Ledesma, Unilever, Fargo, Cargill, La Serenísima y Sancor. Según la visión del Gobierno, ahora todas estas empresas están en el listado de las que reclaman por problemas de libertad de precios y de tipo de cambio. Todas las compañías pertenecen a la Coordinadora de las Industrias de Producción de Alimentos (COPAL), y según la visión oficial, no deberían tener mayores problemas de producción y rentabilidad, aun con el tipo de cambio actual. Para la Casa de Gobierno, se trata ahora de uno de los sectores de la UIA sobre los que habrá que tener atención en cuanto a sus reclamos públicos y privados. Se mencionó incluso que, habitualmente, los empresarios de estas compañías forman parte de las delegaciones oficiales al exterior cuando viajan funcionarios «y nunca hacen estos reclamos al pelear juntos por abrir mercados». La fuente de Economía incluso mencionó que el tema de estas presiones será tratado «la próxima vez que nos crucemos con José Ignacio de Mendiguren».
Por: Carlos Burgueño
Amado Boudou

(Información General – Sector Industrial – Actividad Económica – Panorama Económico)

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