En el fondo del pozo y sin quien la rescate
Versiones sobre una reestatización parcial, quitas de áreas, pasividad de Repsol que no defiende su valor en el mercado, todo suma para que se desbarranque el valor de YPF. Las limitaciones de Brufau y la relación entre La Caixa y el gobierno de Rajoy.
YPF cotiza en el mercado una parte menor de su capital, inferior al 17 por ciento, ya que la participación mayor se encuentra en manos de Repsol, del grupo Eskenazi y otros inversores institucionales. A su vez, en Nueva York cotiza a través de los ADR (sigla de American Depositary Receipts), que son certificados negociables que representan la propiedad de un paquete de acciones de una o más compañías extranjeras. Usualmente, el comportamiento de los valores en Wall Street y en Buenos Aires es convergente. Así ocurrió desde enero, cuando empezaron las fuertes oscilaciones a raíz del cuestionamiento, primero, del gobierno nacional a la falta de inversiones de YPF para reponer reservas y poner en producción las descubiertas y luego con la reversión de las concesiones de áreas petroleras de YPF por diversas provincias.
La ofensiva que tiene como eje el objetivo de recuperar en dos años el autoabastecimiento de hidrocarburos no recibió, hasta ahora, una reacción de las cámaras empresarias que agrupan a las empresas petroleras ni una actitud de firmeza de la petrolera «dueña» de YPF, Repsol, para defender el valor de la acción de la filial argentina. Dado el limitado margen de operaciones que tiene el papel en el mercado local (salvo días excepcionales como el de ayer, en el que se concretaron 734 compraventas de acciones de YPF, contra 450 del segundo papel más operado, Galicia, y 199 del tercero, Banco Galicia), no le hubiera sido muy difícil al grupo de control encontrar una forma de contrarrestar la especulación a la baja. La inacción de Repsol no está desligada de la complicada relación que mantiene el Grupo La Caixa con el gobierno español del Partido Popular, que asumió hace apenas tres meses. La Caixa trepó al control de Repsol con la llegada al gobierno del socialismo español, con Rodríguez Zapatero, desplazando al anterior grupo de control que encabezaba Alfonso Cortina, ligado al Banco Bilbao Vizcaya (BBVA), a su vez estrechamente vinculado con el partido popular, en aquel momento con José María Aznar en la presidencia. El nuevo cambio de gobierno, en diciembre, podría haber producido el recambio simultáneo del grupo de control de Repsol, como había sido tradicional hasta ahora. Sin embargo, el gobierno de Rajoy transita una angustiosa negociación con el gobierno de Cataluña (en poder de CiU), de cuyo apoyo no puede prescindir, para definir roles y espacios de poder en el nuevo mapa financiero que traza la actual etapa de crisis económica en la península. La Caixa cuenta con intereses no sólo en Repsol, sino además en la concesión de autopistas, instalaciones aeroportuarias, abastecimiento de agua y otros. Y cuenta además con la protección del gobierno catalán, que negocia con el de Rajoy qué poder se preservará para La Caixa en el nuevo esquema. En este escenario, la situación de YPF dista de ser un problema prioritario.
Por Raúl Dellatorre
La Bolsa vivió ayer una jornada similar a la del 29 de febrero. Las mismas versiones y el mismo resultado: caída de YPF del 15 por ciento.
(Información General – Panorama Económico)
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