En defensa de la industria local, empresarios y sindicalistas (…)
Argentina – 23/05/2011 – El Cronista – Pág. 12 – Tiempo de Lectura: 3′ 25»
En defensa de la industria local, empresarios y sindicalistas impulsan un «pacto sectorial»:
23-05-11 00:00
En defensa de la industria local, empresarios y sindicalistas impulsan un «pacto sectorial»:
23-05-11 00:00
Empresario y sindicalistas brasileños quieren reeditar la idea de construir un «pacto sectorial» en nombre de la industria nacional.
Se trata de un proyecto preparado en conjunto por la Federación de Industrias del Estado de San Pablo (Fiesp), la Central Única de Trabajadores (CUT) y Fuerza Sindical -las dos centrales más importantes de Brasil- y los dos gremios más grandes del país el de metalúrgicos de San Pablo y el del metalúrgicos del ABC (cinturón que rodea a San Pablo) y apunta a la necesidad de que el Estado ejerza un «papel fundamental de estímulo a los agentes productivos (empresas y trabajadores)». El proyecto se enviará al gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.
El «acuerdo entre trabajadores y empresarios por el futuro de la producción y el empleo», como se denomina la iniciativa, se basa en una serie de concesiones del sector público al sector privado, que tienen como contrapartida el empleo. Pero como la esencia apunta a «reequilibrar» la industria frente a los productores de commodities, empresarios y sindicalistas no hablan de concesiones.
El proyecto prevé desde la reducción de la Tasa de Interés de Largo Plazo (TJLP) -hoy en 6% al año y en consecuencia inferior a la inflación-, que practica el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), hasta la creación del «Banco de Desarrollo» para financiar a micro y pequeñas empresas. Al BNDES le piden una «actuación más decisiva» en la demanda por títulos emitidos por empresas, como debentures.
El proyecto incorpora además las discusiones del momento en el área tributaria. Desde la propuesta de ampliar «inmediatamente» el límite de facturación de las empresas encuadradas en el Simples a R$ 3,6 millones, y la creación de una regla de corrección automática de este valor, una bandera de la Fiesp, hasta la exención del Impuesto de Renta sobre Persona Física (IRPF) sobre la renta ganada por los trabajadores como Participación sobre Lucros y Resultados (PLR), un pedido de las centrales sindicales.
Las entidades defienden también la exención del Impuesto sobre Producto Industrializado (IPI) para las empresas que adquieran bienes de capital. Además, prevé la apropiación inmediata de los créditos de PIS/Cofins y la unificación del Impuesto sobre la Circulación de Mercancías y Servicios (ICMS), PIS/Pasep, Cofins y Cide, para la formación de un impuesto único.
En el área laboral, formulada por el sector técnico de los sindicatos, el proyecto prevé no sólo el estímulo a una «negociación colectiva y a la representación sindical en el lugar de trabajo», punto defendido con entusiasmo por el Sindicato de Metalúrgicos del ABC, como la idea de «propiciar condiciones para la continua actualización de mano de obra calificada en la fábrica industrial», reivindicación del Sindicato de Metalúrgicos de San Pablo. En total, los sindicatos representan cerca de 505.000 obreros.
«Es una relación nueva porque en los últimos años se construyó muy poco con la Fiesp», dijo una fuente de la organización, que aseguró que las dificultades enfrentadas por la industria empujaron a los empresarios a negociar en conjunto. «El país se está desindustrializando y la única forma de llamar la atención del gobierno, que se muestra preocupado con el aumento de los empleos y los salarios, es trabajando juntos», afirmó.
Para otro integrante del grupo, el proyecto no sólo es «crucial para la industria», sino también sirve para «rescatar» junto al gobierno nacional «un ideal de negociaciones sectoriales».
La fuente aseguró que la negociación por sector torna más dinámica la toma de decisiones por parte del gobierno y fortalece las relaciones entre empresarios y sindicalistas.
«Al mismo tiempo, el empresario más conservador comienza a entender la importancia del sindicato, y el sindicato empieza a ver al patrón cada vez más como un interlocutor, y no como un villano», dijo.
Una de las sugerencias al gobierno, en el área de comercio exterior, es la creación de un «canal formal» de diálogo entre representantes de los industriales y sindicalistas e integrantes del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior (MDIC) y de la Cámara de Comercio Exterior (Camex). Además, el proyecto también prevé la ampliación de las líneas de financiamiento a las exportaciones en reales, que tenían garantías y plazos equivalentes a los contratos de Anticipo sobre Contrato de Cambio (ACC), ofrecidos por los bancos.
El proyecto se presenta hoy a la prensa en San Pablo, antes del seminario que tendrá lugar el jueves.
JOAO VILLAVERDE San Pablo
Se trata de un proyecto preparado en conjunto por la Federación de Industrias del Estado de San Pablo (Fiesp), la Central Única de Trabajadores (CUT) y Fuerza Sindical -las dos centrales más importantes de Brasil- y los dos gremios más grandes del país el de metalúrgicos de San Pablo y el del metalúrgicos del ABC (cinturón que rodea a San Pablo) y apunta a la necesidad de que el Estado ejerza un «papel fundamental de estímulo a los agentes productivos (empresas y trabajadores)». El proyecto se enviará al gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.
El «acuerdo entre trabajadores y empresarios por el futuro de la producción y el empleo», como se denomina la iniciativa, se basa en una serie de concesiones del sector público al sector privado, que tienen como contrapartida el empleo. Pero como la esencia apunta a «reequilibrar» la industria frente a los productores de commodities, empresarios y sindicalistas no hablan de concesiones.
El proyecto prevé desde la reducción de la Tasa de Interés de Largo Plazo (TJLP) -hoy en 6% al año y en consecuencia inferior a la inflación-, que practica el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), hasta la creación del «Banco de Desarrollo» para financiar a micro y pequeñas empresas. Al BNDES le piden una «actuación más decisiva» en la demanda por títulos emitidos por empresas, como debentures.
El proyecto incorpora además las discusiones del momento en el área tributaria. Desde la propuesta de ampliar «inmediatamente» el límite de facturación de las empresas encuadradas en el Simples a R$ 3,6 millones, y la creación de una regla de corrección automática de este valor, una bandera de la Fiesp, hasta la exención del Impuesto de Renta sobre Persona Física (IRPF) sobre la renta ganada por los trabajadores como Participación sobre Lucros y Resultados (PLR), un pedido de las centrales sindicales.
Las entidades defienden también la exención del Impuesto sobre Producto Industrializado (IPI) para las empresas que adquieran bienes de capital. Además, prevé la apropiación inmediata de los créditos de PIS/Cofins y la unificación del Impuesto sobre la Circulación de Mercancías y Servicios (ICMS), PIS/Pasep, Cofins y Cide, para la formación de un impuesto único.
En el área laboral, formulada por el sector técnico de los sindicatos, el proyecto prevé no sólo el estímulo a una «negociación colectiva y a la representación sindical en el lugar de trabajo», punto defendido con entusiasmo por el Sindicato de Metalúrgicos del ABC, como la idea de «propiciar condiciones para la continua actualización de mano de obra calificada en la fábrica industrial», reivindicación del Sindicato de Metalúrgicos de San Pablo. En total, los sindicatos representan cerca de 505.000 obreros.
«Es una relación nueva porque en los últimos años se construyó muy poco con la Fiesp», dijo una fuente de la organización, que aseguró que las dificultades enfrentadas por la industria empujaron a los empresarios a negociar en conjunto. «El país se está desindustrializando y la única forma de llamar la atención del gobierno, que se muestra preocupado con el aumento de los empleos y los salarios, es trabajando juntos», afirmó.
Para otro integrante del grupo, el proyecto no sólo es «crucial para la industria», sino también sirve para «rescatar» junto al gobierno nacional «un ideal de negociaciones sectoriales».
La fuente aseguró que la negociación por sector torna más dinámica la toma de decisiones por parte del gobierno y fortalece las relaciones entre empresarios y sindicalistas.
«Al mismo tiempo, el empresario más conservador comienza a entender la importancia del sindicato, y el sindicato empieza a ver al patrón cada vez más como un interlocutor, y no como un villano», dijo.
Una de las sugerencias al gobierno, en el área de comercio exterior, es la creación de un «canal formal» de diálogo entre representantes de los industriales y sindicalistas e integrantes del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior (MDIC) y de la Cámara de Comercio Exterior (Camex). Además, el proyecto también prevé la ampliación de las líneas de financiamiento a las exportaciones en reales, que tenían garantías y plazos equivalentes a los contratos de Anticipo sobre Contrato de Cambio (ACC), ofrecidos por los bancos.
El proyecto se presenta hoy a la prensa en San Pablo, antes del seminario que tendrá lugar el jueves.
JOAO VILLAVERDE San Pablo
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