Emergentes: los motores del crecimiento económico global

Argentina – 31/07/2011 – Clarín – Pág. 6-7/iEco – Tiempo de Lectura: 8′ 17»
 
ECONOMIA INTERNACIONAL

EL NUEVO MUNDO MULTIPOLAR
El empuje, sobre todo de las economías asiáticas, transforma el mercado global. Y aparecen nuevos polos de crecimiento.

El empuje de las economías emergentes sobre todo asiáticas está produciendo una transformación tan profunda en la economía mundial que los principales analistas ya hablan de un nuevo orden económico: la multipolaridad.

En este nuevo mundo multipolar, que terminará de perfilarse hacia 2025, los centros de poder se multiplican y no siempre coinciden con los países más ricos. En la búsqueda de un crecimiento global sustentable, se considera «polo de crecimiento» a una economía que con su crecimiento contribuye al desarrollo de las otras economías con las que interactúa.

El Grupo BRIC (Brasil, Rusia, India y China), que conformado a comienzos de la década pasada para negociar con el G7 cobró relevancia con la crisis del mundo rico a fines de 2008-2009, ya incluye, al menos, dos países más: Indonesia y la República de Corea y su sigla debió ampliarse a BRIIC-K. Y hay quienes suman a Sudáfrica Estos países, que hacia el año 2025 serán los principales motores del crecimiento mundial, constituyen actualmente, junto a otras 9 economías desarrolladas, los 15 polos de poder y crecimiento global.

Los restantes son: la Eurozona y UE-15, compartiendo el podio principal con Estados Unidos y China.

Se suman: Australia, Canadá, Islandia, Nueva Zelanda, Noruega, Suiza, el Reino Unido y Japón.

Un nuevo indicador, el Indice Multidimensional de Polaridad, comienza a medir la relación del crecimiento de un país sobre el de los otros (ver infografía), detectando así cuáles se erigen como polos de crecimiento. Para el cálculo se toman en cuenta factores como el comercio internacional, el traspaso tecnológico, las inversiones y la migración, entre otros. El índice también puede calcularse sumando los de las 15 economías motoras para medir el efecto derrame del grupo sobre el resto.

La investigación fue realizada por el Banco Mundial, que exhibe los primeros resultados en la versión final y completa del libro Horizontes del desarrollo Mundial 2011.

Multipolaridad: La nueva economía mundial El crecimiento medio de las economías emergentes en conjunto será del 4,7% anual aproximadamente entre 2011 y 2025, mientras que el mundo desarrollado crecerá a una tasa del 2,3%. Hasta ahora los emergentes tuvieron un salto en su participación en el comercio global, pero en 2025 representarán también el 45% de la producción mundial, en comparación con el 37% actual y el 30% de 2004.

La nueva caracterización de la economía reconoce a la cantidad de población y sobre todo a la tasa de crecimiento demográfico un papel relevante. La decisión, en esta década, del gobierno chino de mejorar el ingreso de su población para elevar su consumo interno (pasaría de un actual 41% a un 55% de su PBI en 2025, similar al de los países más desarrollados), potenciará mucho más su gravitación global.

El avance tecnológico puede traspasarse por varios canales: directamente, mediante patentes o inversiones que promuevan investigación y desarrollo o indirectamente, a través de capital físico o humano; por la migración; el comercio o la influencia en cuanto a reformas institucionales.

En Factor de Productividad Tecnológica (PTF), la Argentina y Brasil sacaron mala nota. Sus contribuciones al crecimiento de punta en el territorio fueron negativas en el período analizado: -8% y -3,7%, respectivamente. El retraso de la adopción de tecnología respecto a EE.UU., entre 1971 y 2001 era para India de 14 años, para Brasil de 16,2 y para Argentina de 20,7 años.

Nuevo mundo El analista internacional argentino, Jorge Castro advierte que no se llega a reconocer, todavía, la profundidad del cambio en marcha. «Tanto China como India modificaron las condiciones de acumulación, Brasil ha recibido fuertes inversiones y ha sido el país que más ha sido transformado», le dijo a iEco.

«El comercio bilateral entre China y Brasil ha crecido 1,5 veces más que el comercio global el año pasado y 16 veces en la década. El comercio Sur-Sur latinoamericano pero especialmente el sudamericano creció un 54% el año pasado sobre el 17% del comercio general mundial», agrega. Y aclara que el proceso de acumulación China-Brasil no se limita al comercio.

«El cálculo que hacen The Brooklyn Institution y The Boston Consulting Group es que China ha comenzado a reciclar el superávit de cuenta corriente que está teniendo y pasó de invertir en productos básicos para su industria con la minería y en alimentos a realizar inversiones industriales en gran escala. El nivel de reservas del Banco Central de Beijing era para junio de este año de US$3.194 billones. En los próximos dos o tres años, el total de reservas del Banco Central de China será de US$5.000 billones y las inversiones directas de tipo manufacturero estarán en el orden de los US$500.000 millones por año, estaba invirtiendo unos US$150 millones, está comprando, e invirtiendo, en empresas alemanas y estadounidenses, comprando acciones en Wall Street y el tercer país que aparece como destino es Brasil», explica.
Castro destaca que el empresariado brasileño realiza inversiones afines. Por ejemplo, «su principal figura, Eike Batista, construye actualmente el mayor puerto brasileño para exportar mineral de hierro, será el más moderno puerto logístico, en Acó, a 280 km. al norte de Río, y tendrá mayor capacidad de carga que el puerto de Santos».
Aunque dice que Brasil ha exportado hasta ahora sobre todo minerales y alimentos, apreciando mucho su moneda y poniendo en riesgo su producción industrial, entiende que «ha comenzado un proceso de integración, hay fuertes inversiones chinas en industria, como las anunciadas por la firma automotriz Gelly para instalar una planta que producirá 1 millón de unidades anuales».
Sobre la Argentina dice que «es un país marginal en esto» y «aunque es uno de los tres grandes productores de alimentos del mundo, el cambio propiciado por China lo ha tenido sólo el sector agrícola, que exporta sostenidamente».
Tendencia irreversible Por su parte, el economista Juan José Llach, director del Centro de Estudios de Gobierno, Empresa, Sociedad y Economía (GESE) del IAE-Universidad Austral, coincide en que «América Latina está ante una de las mayores oportunidades de su historia, pero padece la llamada enfermedad holandesa, se está limitando a la venta de commodities, especialmente Sudamérica, se aprecia mucho la moneda y se pierde competitividad en el sector industrial». Lo mismo sucedería en la Argentina, donde «la oportunidad con China se da para un solo sector, pero el desafío es la industria manufacturera».
Asimismo, dice que la tecnología ya no es un problema tan serio porque «el precio de los insumos tecnológicos está bajando todos los años, una notebook costaba 20 toneladas de soja y ahora cuesta 1,5; pasamos a tener una mejor relación de los términos de intercambio, que estaban muy deteriorados, y esto permite a los países emergentes una buena incorporación de tecnología. Nunca los países en desarrollo se vieron ante una oportunidad como esta».
Piensa que el liderazgo de los países emergentes «es irreversible» porque «no se ve posibilidad de que los países que eran los grandes polos de la economía mundial vuelvan a serlo, sobre todo por el factor de envejecimiento de la población.
Japón era líder secundando a Estados Unidos y ahora es uno de los países del mundo que tienen menos futuro y su población disminuye. En Europa también cae la población y hay onda anti inmigratoria muy fuerte».
También opina que todavía no hay conciencia de la trascendencia del cambio. «No se toma dimensión de la magnitud de proceso, se habla de los países BRIC, pero la mirada tiene que ir más allá y tener en cuenta a la totalidad de los países emergentes: muchos de América Latina, toda Asia y Africa, que en lo que va del siglo XXI ha crecido más que América Latina, que tuvo un buen crecimiento. Se trata del 70% de la población mundial, países pobres que hoy crecieron, se alimentan mejor y consumen cada vez más y mejor».
Anahí Abeledo
ESPECIAL PARA CLARIN
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TENDENCIA
El avance de las nuevas empresas multiemergentes
PEDRO LOBO / BLOOMBERG Minería emergente. La brasileña Vale se internacionalizó y hasta llegó a EE.UU.
Las tres cuartas partes de las reservas oficiales del mundo se encuentran en los Tesoros de los países emergentes que se están convirtiendo en grandes inversores y prestatarios tanto de otros países en desarrollo como de países de altos ingresos y economías más desarrolladas. Tanto, que no se descarta que China pueda acudir al salvataje financiero de Europa. A tono con el protagonismo de los países emergentes, que se perfilan como nuevos motores del crecimiento económico en un mundo multipolar, el panorama empresario actual se caracteriza por un mayor número de fusiones y adquisiciones transfronterizas originadas en economías emergentes.
Mientras que en 1997 los capitales de países emergentes realizaron 576 operaciones de fusiones y adquisiciones fronteras afuera, por un valor de US$27.000 millones, en 2010 realizaron 2.447 operaciones por US$254. 000 millones. En cuanto al destino de las mismas, crece la opción de invertir en otros países emergentes del eje Sur-Sur.
Según el trabajo del Banco Mundial (ver infografías de la página 6), las compañías de países emergentes son más innovadoras que las de mercados tradicionales aunque encuentran mayores problemas para su financiamiento externo. Si en 2004 el factor de innovación de las compañías de países emergentes representaba el 6% del total de la innovación global, en 2010 la cifra se duplicó alcanzando una participación del 12%.
«Tenemos varios ejemplos de empresas de países emergentes que han tomado formas de verdaderas multinacionales, tomado mercados, y compiten en el mercado mundial, como Techint, de capitales argentinos. Son empresas profesionalizadas y competitivas que abren para los mercados laborales y cadenas productivas de los países emergentes una amplia posibilidad de trabajo», explica a iEco Eduardo De Bonis, socio director de la Consultora Deloitte, especialista en el asesoramiento de empresas globales.
«Desde los países emergentes hacia los países centrales, ya sabemos que China e India están en todos lados, pero en Sudamérica, las que más se han internacionalizado son las empresas brasileñas, fundamentalmente del sector agropecuario y especialmente del sector cárnico. El sector de la minería también comenzó a dar el salto, como la empresa Vale que está realizando desde hace algunos años inversiones en todo el mundo, incluso algunas recientes en Estados Unidos».
El consultor indica que «Brasil, y en especial el sector cárnico, recibieron importantes inversiones durante la crisis, de 2008 a 2010, y la industria cárnica vive un verdadero boom; quizá hubieran crecido igual pero en los términos anteriores a la crisis». Otros sectores que recibieron inversiones fueron el alimenticio, el automotriz y el farmacéutico.
En cuanto a las fusiones y adquisiciones por esta parte del globo, dice que si bien «de un tiempo a esta parte han comenzado a volver los grandes jugadores en los años de crisis, desde 2008 a 2010, es un mercado que se abre y se cierra, es muy cíclico».

Anahí Abeledo

(Información General)

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