Convocan en Brasil al sector privado
Argentina – 26/05/2011 – La Nación – Pág. 2/Economía & Negocios – Tiempo de Lectura: 2′ 42»
El gobierno busca una solución con empresarios
El gobierno busca una solución con empresarios
Alberto Armendariz
Corresponsal en Brasil
RIO DE JANEIRO.- El gobierno de la presidenta Dilma Rousseff admitió ayer que los dos días de negociaciones en Buenos Aires no permitieron superar las trabas comerciales entre la Argentina y Brasil, mientras que desde el empresariado instaron a buscar soluciones para que no se vea perjudicado el comercio bilateral entre los principales socios del Mercosur.
«La reunión fue buena desde el punto de vista técnico, pero no fue establecido ningún cambio en relación a la situación que tenemos hoy», declaró ayer a la prensa el ministro de Desarrollo, Industria y Comercio brasileño, Fernando Pimentel, en referencia al encuentro que tuvieron en la capital argentina los respectivos secretarios de Industria, Alessandro Teixeira, de Brasil, y Eduardo Bianchi, de la Argentina.
Los funcionarios se reunieron para tratar el tema de las licencias no automáticas (LNA) de importación que ambos gobiernos levantaron en los últimos meses. Desde febrero, la Argentina aumentó a 577 el número de ítems provenientes de Brasil que son incluidos ahora en el sistema de LNA. Además, los exportadores vecinos se vienen quejando de que las autoridades argentinas demoran en liberar sus productos más de 60 días -plazo máximo establecido por la Organización Mundial del Comercio-, y que han retrasado la entrega de certificados sanitarios de libre circulación. Los productos más afectados son maquinaria agrícola, electrodomésticos, calzado, pastas y golosinas.
Ante la actitud pasiva argentina, Brasil decidió hace dos semanas imponer también LNA para el ingreso a su mercado de autos y repuestos fabricados en la Argentina. Fue un golpe duro, ya que el 40% de las exportaciones argentinas a Brasil pertenecen al sector.
«Las negociaciones no terminaron, sólo se iniciaron. Tenemos la expectativa de que se pueda encontrar una solución, una fórmula de equilibrio que normalice nuestra fluida relación comercial», señaló a LA NACION Ademar Cantero, director de Relaciones Institucionales de la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores de Brasil. Al menos 4000 autos que debían entrar a Brasil en las últimas semanas están varados en la frontera. Y aunque los funcionarios se comprometieron a ir liberando gradualmente las mercaderías detenidas, no se esperan grandes cambios sino hasta la próxima reunión, en 15 días, muy probablemente en Brasil.
Mientras tanto, desde el Ministerio de Desarrollo brasileño, invitaron a varios grupos de exportadores a Brasilia la próxima semana para debatir la cuestión e intercambiar ideas sobre posibles soluciones.
«Me parece muy bien que el sector privado sea consultado y sea parte de la búsqueda de alternativas para llegar a una solución. Sería bueno que también nos juntásemos con gente de la Unión Industrial Argentina», señaló Roberto Giannetti, director de Relaciones Internacionales de la influyente Federación de Industrias del Estado de San Pablo (Fiesp).
Para Giannetti, lo importante es hallar una solución recíproca y equilibrada, y apuntó que las autoridades brasileñas están también dispuestas a hacer concesiones ante los reclamos argentinos de que productos como vinos, harina de trigo y lácteos enfrentan dificultades para ingresar a Brasil.
«Lo que nos impresiona es la falta de flexibilidad y de entendimiento de algunos funcionarios argentinos de que el Mercosur está aquí para hacerlo valer. La ministra Débora Giorgi tiene un discurso intransigente que no es aceptable; no puede ser que busque imponer precondiciones a las negociaciones», indicó el representante empresarial.
Corresponsal en Brasil
RIO DE JANEIRO.- El gobierno de la presidenta Dilma Rousseff admitió ayer que los dos días de negociaciones en Buenos Aires no permitieron superar las trabas comerciales entre la Argentina y Brasil, mientras que desde el empresariado instaron a buscar soluciones para que no se vea perjudicado el comercio bilateral entre los principales socios del Mercosur.
«La reunión fue buena desde el punto de vista técnico, pero no fue establecido ningún cambio en relación a la situación que tenemos hoy», declaró ayer a la prensa el ministro de Desarrollo, Industria y Comercio brasileño, Fernando Pimentel, en referencia al encuentro que tuvieron en la capital argentina los respectivos secretarios de Industria, Alessandro Teixeira, de Brasil, y Eduardo Bianchi, de la Argentina.
Los funcionarios se reunieron para tratar el tema de las licencias no automáticas (LNA) de importación que ambos gobiernos levantaron en los últimos meses. Desde febrero, la Argentina aumentó a 577 el número de ítems provenientes de Brasil que son incluidos ahora en el sistema de LNA. Además, los exportadores vecinos se vienen quejando de que las autoridades argentinas demoran en liberar sus productos más de 60 días -plazo máximo establecido por la Organización Mundial del Comercio-, y que han retrasado la entrega de certificados sanitarios de libre circulación. Los productos más afectados son maquinaria agrícola, electrodomésticos, calzado, pastas y golosinas.
Ante la actitud pasiva argentina, Brasil decidió hace dos semanas imponer también LNA para el ingreso a su mercado de autos y repuestos fabricados en la Argentina. Fue un golpe duro, ya que el 40% de las exportaciones argentinas a Brasil pertenecen al sector.
«Las negociaciones no terminaron, sólo se iniciaron. Tenemos la expectativa de que se pueda encontrar una solución, una fórmula de equilibrio que normalice nuestra fluida relación comercial», señaló a LA NACION Ademar Cantero, director de Relaciones Institucionales de la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores de Brasil. Al menos 4000 autos que debían entrar a Brasil en las últimas semanas están varados en la frontera. Y aunque los funcionarios se comprometieron a ir liberando gradualmente las mercaderías detenidas, no se esperan grandes cambios sino hasta la próxima reunión, en 15 días, muy probablemente en Brasil.
Mientras tanto, desde el Ministerio de Desarrollo brasileño, invitaron a varios grupos de exportadores a Brasilia la próxima semana para debatir la cuestión e intercambiar ideas sobre posibles soluciones.
«Me parece muy bien que el sector privado sea consultado y sea parte de la búsqueda de alternativas para llegar a una solución. Sería bueno que también nos juntásemos con gente de la Unión Industrial Argentina», señaló Roberto Giannetti, director de Relaciones Internacionales de la influyente Federación de Industrias del Estado de San Pablo (Fiesp).
Para Giannetti, lo importante es hallar una solución recíproca y equilibrada, y apuntó que las autoridades brasileñas están también dispuestas a hacer concesiones ante los reclamos argentinos de que productos como vinos, harina de trigo y lácteos enfrentan dificultades para ingresar a Brasil.
«Lo que nos impresiona es la falta de flexibilidad y de entendimiento de algunos funcionarios argentinos de que el Mercosur está aquí para hacerlo valer. La ministra Débora Giorgi tiene un discurso intransigente que no es aceptable; no puede ser que busque imponer precondiciones a las negociaciones», indicó el representante empresarial.
(Comercio Exterior – Bebidas alcohólicas – Sector Alimenticio)
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