Ultimátum oficial a automotrices sin plan
Argentina – 11/04/2011 – Tiempo Argentino – Pág. 14 – Tiempo de Lectura: 3′ 14»
La dupla Moreno-Giorgi advirtió el viernes a los ejecutivos de Fiat, Honda y otras tres compañías, que deben presentar su proyecto exportador. Es para equilibrar la balanza comercial. Sobrevuela el fantasma del freno a sus importaciones.
Los tiempos se están acabando.» La frase del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, cayó como un estilete afilado entre los ejecutivos locales de las compañías automotrices que estaban en la reunión. El silencio, entonces, se adueño el viernes último durante 30 largos segundos del Salón Belgrano, ubicado en el 5º piso del Ministerio de Economía. El clima se tensó. Pero todos comprendieron. Adalberto Russo, director de Asuntos Legales de Fiat Argentina, Guillermo Artagaveytia, presidente de Hyundai Motor Argentina, y Leandro Risso, CEO de Honda y otros cinco ejecutivos de Chrysler, Kia, Renault Trucks Argentina, reaccionaron rápido y prometieron entregar los proyectos esta semana o, a más tardar, la próxima. Sólo uno de ellos atinó a pedir más tiempo para presentar el plan exportador de sustitución de importaciones que tanto reclama el gobierno. La respuesta de la ministra de Industria, Débora Giorgi, la otra interlocutora oficial, fue seca y cortante: «La primera vez que sugerimos que presenten la propuesta fue a fines de 2009.» En el Ejecutivo están muy entusiasmados con los primeros resultados del proyecto de sustitución de importaciones que se largó hace casi un año y medio. Sólo en la industria automotriz ya sumaron proyectos por U$S 1800 millones, es decir casi el 30% del déficit sectorial, que ronda los U$S 6000 millones. El sistema es simple. Cada empresa ofrece una alternativa exportadora (que incluso puede no estar vinculada a su sector) para compensar sus operaciones de importación. De esta manera, se busca atacar los nichos en los que existe un fuerte déficit comercial, como el automotriz, la compra-venta de tractores y los medicamentos, entre otros. El objetivo final es mantener alto un superávit comercial que en el último año se deterioró por el sostenido crecimiento de las importaciones. Al principio, el plan de sustitución hizo aguas porque se basó únicamente en un «hipotético compromiso de las empresas» y en la decisión del gobierno argentino de poner, a disposición de las automotrices, herramientas de financiamiento para que pudieran retomar la inversión en la Argentina después de campear la crisis internacional. De hecho, la cadena automotriz-autopartista es la que cuenta con más dinero adjudicado en el Bicentenario ($ 757 millones). Aunque las filiales locales acusaron recibo del pedido de Giorgi y Moreno, históricamente las casas matrices son renuentes a cambiar su estrategia productiva. Por ello, gambetearon cuanto pudieron las sugerencias que partieron tanto de Industria como de Comercio Interior. Sin embargo, cuando los coches que provenían del exterior para comercializarse en el mercado local empezaron a quedar varados en la Aduana, algo cambió. Los ejecutivos locales explicaron a los responsables de sus casas matrices el meollo de la cuestión. Tanto es así que uno de los directivos de Mercedes Benz Argentina confesó ante otros testigos a Débora Giorgi que «con este acuerdo (de sustitución de importaciones) hemos torcido el rumbo de la empresa en la Argentina». «La presión hace que surja el ingenio», respondió, en voz baja y cómplice, Giorgi. Después de esa señal, aunque en el gobierno nieguen que exista alguna relación entre acuerdos y demora de las importaciones, se aprobaron los planes de Mercedes Benz, Porsche y Wolkswagen. Chery-Socma y Hyundai, por su parte, ya le entregaron su carpeta y obtendrán la respuesta gubernamental esta semana. Además, Alfa Romeo adelantó que oficializará su propuesta, mediante un emprendimiento por U$S 2 millones de biodiesel que pondrá en marcha en la provincia de Buenos Aires. En la misma sintonía, Gernot Walker, director General de BMW Group para América del Sur, Central y el Caribe, se comprometió en persona con Giorgi a enviar esta semana su plan al Ejecutivo. La dupla Moreno-Giorgi también cuenta con el respaldo explícito del ministro de Economía, Amado Boudou, quien presenció algunas de las negociaciones. En la reunión del viernes, el fantasma del freno a las importaciones volvió a sobrevolar implícitamente la cabeza de los CEO de aquellas automotrices que aún no presentaron el plan. <
La dupla Moreno-Giorgi advirtió el viernes a los ejecutivos de Fiat, Honda y otras tres compañías, que deben presentar su proyecto exportador. Es para equilibrar la balanza comercial. Sobrevuela el fantasma del freno a sus importaciones.
Los tiempos se están acabando.» La frase del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, cayó como un estilete afilado entre los ejecutivos locales de las compañías automotrices que estaban en la reunión. El silencio, entonces, se adueño el viernes último durante 30 largos segundos del Salón Belgrano, ubicado en el 5º piso del Ministerio de Economía. El clima se tensó. Pero todos comprendieron. Adalberto Russo, director de Asuntos Legales de Fiat Argentina, Guillermo Artagaveytia, presidente de Hyundai Motor Argentina, y Leandro Risso, CEO de Honda y otros cinco ejecutivos de Chrysler, Kia, Renault Trucks Argentina, reaccionaron rápido y prometieron entregar los proyectos esta semana o, a más tardar, la próxima. Sólo uno de ellos atinó a pedir más tiempo para presentar el plan exportador de sustitución de importaciones que tanto reclama el gobierno. La respuesta de la ministra de Industria, Débora Giorgi, la otra interlocutora oficial, fue seca y cortante: «La primera vez que sugerimos que presenten la propuesta fue a fines de 2009.» En el Ejecutivo están muy entusiasmados con los primeros resultados del proyecto de sustitución de importaciones que se largó hace casi un año y medio. Sólo en la industria automotriz ya sumaron proyectos por U$S 1800 millones, es decir casi el 30% del déficit sectorial, que ronda los U$S 6000 millones. El sistema es simple. Cada empresa ofrece una alternativa exportadora (que incluso puede no estar vinculada a su sector) para compensar sus operaciones de importación. De esta manera, se busca atacar los nichos en los que existe un fuerte déficit comercial, como el automotriz, la compra-venta de tractores y los medicamentos, entre otros. El objetivo final es mantener alto un superávit comercial que en el último año se deterioró por el sostenido crecimiento de las importaciones. Al principio, el plan de sustitución hizo aguas porque se basó únicamente en un «hipotético compromiso de las empresas» y en la decisión del gobierno argentino de poner, a disposición de las automotrices, herramientas de financiamiento para que pudieran retomar la inversión en la Argentina después de campear la crisis internacional. De hecho, la cadena automotriz-autopartista es la que cuenta con más dinero adjudicado en el Bicentenario ($ 757 millones). Aunque las filiales locales acusaron recibo del pedido de Giorgi y Moreno, históricamente las casas matrices son renuentes a cambiar su estrategia productiva. Por ello, gambetearon cuanto pudieron las sugerencias que partieron tanto de Industria como de Comercio Interior. Sin embargo, cuando los coches que provenían del exterior para comercializarse en el mercado local empezaron a quedar varados en la Aduana, algo cambió. Los ejecutivos locales explicaron a los responsables de sus casas matrices el meollo de la cuestión. Tanto es así que uno de los directivos de Mercedes Benz Argentina confesó ante otros testigos a Débora Giorgi que «con este acuerdo (de sustitución de importaciones) hemos torcido el rumbo de la empresa en la Argentina». «La presión hace que surja el ingenio», respondió, en voz baja y cómplice, Giorgi. Después de esa señal, aunque en el gobierno nieguen que exista alguna relación entre acuerdos y demora de las importaciones, se aprobaron los planes de Mercedes Benz, Porsche y Wolkswagen. Chery-Socma y Hyundai, por su parte, ya le entregaron su carpeta y obtendrán la respuesta gubernamental esta semana. Además, Alfa Romeo adelantó que oficializará su propuesta, mediante un emprendimiento por U$S 2 millones de biodiesel que pondrá en marcha en la provincia de Buenos Aires. En la misma sintonía, Gernot Walker, director General de BMW Group para América del Sur, Central y el Caribe, se comprometió en persona con Giorgi a enviar esta semana su plan al Ejecutivo. La dupla Moreno-Giorgi también cuenta con el respaldo explícito del ministro de Economía, Amado Boudou, quien presenció algunas de las negociaciones. En la reunión del viernes, el fantasma del freno a las importaciones volvió a sobrevolar implícitamente la cabeza de los CEO de aquellas automotrices que aún no presentaron el plan. <
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