Refuerzan más los controles para evitar que exportadores (…)
Refuerzan más los controles para evitar que exportadores especulen con el dólar financiero:
Lo harán la AFIP, el Central, la UIF y la CNV. La brecha con el blue abrió negocios
En línea con los controles cada vez más exhaustivos para adquirir dólares en el mercado formal, el Gobierno busca reforzar las medidas para evitar que empresas y particulares especulen con saldos de divisas para ganar dinero en plazas paralelas como el blue o el contado con liqui. Para hacerlo no sólo reactivará en las próximas horas las inspecciones de la AFIP contra los «arbolitos» que atienden la demanda minorista de menor escala, sino que acercará su lupa a las empresas que puedan sobrefacturar importaciones o subfacturar exportaciones, de tal modo de ocultarle al fisco montos en moneda dura que luego pueda derivar a los circuitos paralelos. Los encargados de hacerlo, según fuentes gubernamentales, serán el Banco Central, la AFIP, la Unidad de Información Financiera (UIF) y la Comisión Nacional de Valores (CNV).
El puntapié inicial lo dio silenciosamente el ente de control bursátil presidido por Alejandro Vanoli, que endureció durante el último mes sus requisitos para que las compañías con cotización pública en Bolsa mantengan en sus balances sumas significativas como «resultados no asignados» convertidas a divisas. Pero ayer también entró en acción la Justicia en lo penal económico, con el primer procesamiento en el país por un delito de «lavado de dinero» (ver recuadro), que el Gobierno aspira a convertir en un ejemplo disuasorio para empresarios y particulares que arbitren con divisas ilegalmente a través de las fronteras. Lo más masivo es la fuga física vía Uruguay.
Aunque la fuga de divisas es una práctica recurrente en la historia argentina, los momentos de escasez de billetes verdes suelen acentuarla. La brecha entre la cotización oficial del dólar y las que se aplican en el mercado para quienes desean sacar divisas del país por encima de los controles gubernamentales volvió a crecer ayer, según los operadores, por el endurecimiento de las exigencias de la AFIP para acceder al billete estadounidense en forma legal.
El contado con liqui –que utilizan mayormente las empresas para dolarizar sus tenencias líquidas mediante la compraventa de bonos en pesos que también cotizan en el exterior– llegó a negociarse ayer a $5,80, más de $1 por encima del tipo de cambio oficial de $4,47 para la venta. El denominado dólar blue (que se negocia ilegalmente y en billetes físicos) se vendió a un pico de $5,27, 11 centavos más que el viernes último.
En el Gobierno restan relevancia a esos mercados paralelos, que según aseguran en el Palacio de Hacienda, «no impactan sobre la inflación, porque ningún importador formal tiene por qué comprar dólares blue». Y se apoyan en un dato: mientras en el segmento formal (entre el Mercado Electrónico de Cambios y el Mercado Abierto Electrónico) se negocian por día cerca de u$s 400 millones –ayer fueron u$s 274 millones–, en el blue se transan apenas u$s10 millones por día, y en el «contado con liqui» no más de 30 millones.
Lo que sí preocupa al equipo económico es la sangría de divisas que podrían generar los exportadores e importadores en el mercado formal en caso de que el arbitraje entre un mercado y otro se convierta en un negocio rentable y estable. «Es lo que hacían todos en los ’80 y en la época de la bicicleta financiera», rememoró un funcionario.
En las mesas de dinero de la city, en tanto, temen que las restricciones lleguen a la operatoria con tarjetas de crédito en el exterior, como ocurrió hace poco con las de débito.
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Debutó Ley Antilavado contra fuga «hormiga»
El juez federal Rodolfo Canicoba Corral aplicó ayer por primera vez la Ley Antilavado aprobada por el Congreso en junio del año pasado a pedido del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI). Fue en el caso de una ciudadana peruana que intentaba salir del país con u$s 90 mil rumbo a Lima y que quedó procesada por el delito de lavado de dinero, que hasta ahora sólo se sancionaba bajo la figura de «encubrimiento» prevista en el Código Penal. Así lo confirmaron a BAE fuentes tribunalicias, en medio de los crecientes controles del Ejecutivo sobre la adquisición de divisas en el mercado local con dinero de origen dudoso.
El juez Canicoba Corral no sólo procesó a la ciudadana peruana sino que también giró un oficio a la Unidad de Información Financiera (UIF), el ente encargado de combatir el lavado de dinero, para que tome parte en la investigación. En el juzgado número cinco especulaban anoche con que la UIF intentará presentarse como querellante, no por la importancia específica del caso -un típico tráfico de fondos asociado al contrabando «hormiga»- sino como para dar «testimonio ejemplificador» de las penas que pueden caber a quienes intenten sacar físicamente dinero del país en forma ilegal, a través de las fronteras.
Según la ley vigente, cada pasajero que abandona el país puede llevarse hasta 10 mil dólares sin declarar. Por encima de esa cifra, hasta ahora, estaba sujeto a las sanciones previstas por violaciones a las normas impositivas. Pero tras la sanción de la ley antilavado, avalada por todos los bloques debido a la presión del GAFI, las penas se endurecieron sensiblemente. El nuevo blanco son quienes fugan divisas para «hacer la diferencia» con el dólar oficial.
(Comercio Exterior – DGI – Actividad Económica – Panorama Económico)
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