«Es insostenible la inflación de dos dígitos»
Argentina – 24/06/2011 – La Nación – Pág. 2/Economía & Negocios – Tiempo de Lectura: 3′ 46»
Lo dijo el ex jefe del FMI Michel Camdessus; sostuvo que el Gobierno no debe esconderla porque si no deberá hacer un «ajuste cruel»
Lo dijo el ex jefe del FMI Michel Camdessus; sostuvo que el Gobierno no debe esconderla porque si no deberá hacer un «ajuste cruel»
Encuentro anual de ACDE / Definiciones ante empresarios
Martín Kanenguiser
LA NACION
El ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Michel Camdessus, afirmó ayer que el Gobierno no debe esconder la inflación, porque luego quedará obligado a hacer un «ajuste cruel» para mantener el crecimiento económico.
Tras disertar ante 400 empresarios convocados por la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), Camdessus dijo, en diálogo con un grupo de diarios, entre los que estaba La Nación, que la mayor parte del crecimiento desde 2002 se basó en «factores externos».
Camdessus transmitió calma y, a la vez, una energía que, a sus 78 años, le permitió, en las últimas 48 horas, disertar en Santiago de Chile, Buenos Aires y volar ayer por la tarde a Shanghai, casi sin descanso.
Antes de partir a Oriente, relativizó en su disertación la responsabilidad del FMI (organismo que condujo entre 1987 y 2000) respecto de la última crisis argentina, afirmando que el organismo cometió «algunas tonterías», pero luego manifestó que la responsabilidad primaria había sido de la dirigencia local.
Por lo tanto, su autocrítica sobre el rol del FMI en la Argentina, ante una pregunta de los asistentes al XIV encuentro anual de ACDE, desarrollado en el hotel Marriott, fue muy tibia. «Hicimos probablemente muchas tonterías, muchos errores con la Argentina, pero finalmente el problema de la deuda se resolvió.»
De inmediato, agregó: «Costó mucho tiempo que la dirigencia [argentina] abriera los ojos sobre los problemas».
Más aún, aclaró: «El gobierno, en los 90, hizo muchas cosas bien, y por esa razón el país está en el G-20 [tras haber recuperado] su estándar internacional». A la vez, con elegancia, eludió brindar su apoyo a un candidato en particular para la jefatura del FMI.
Antes, el presidente del encuentro, Luis Bameule, dijo que era necesario que la Argentina encarara un modelo de crecimiento «sostenible», pues opina que persisten «justificadas dudas» sobre el futuro de la actividad económica del país.
Entre los asistentes, los escuchaban Amadeo Vázquez, Mario Vicens, Daniel Marx, Arturo Acevedo, Jaime Campos (AEA), José de Mendiguren (UIA), Guillermo Hang, Daniel Funes de Rioja, Martín Otero Monsegur, Carlos Tramutola, Clarisa Estol, Julio César Saguier, Alberto Abad, Sebastián Briozzo y Juan Llach. Luego, Camdessus desplegó una serie de definiciones ante los periodistas:
El impulso al consumo: «Es importante en algunos momentos estimular el consumo a nivel global o en ciertas categorías desfavorecidas. Pero en otros, el Estado no debe expandirlo, sino limitarlo o corregirlo para evitar que se dispare la inflación. En la Argentina, el Gobierno puede tener la tentación, cerca de las elecciones, de subir a gran velocidad. Y, si hay inflación, tratar de esconderla, pero ésta es una receta que obliga a hacer ajustes crueles unos meses después, por lo cual lo mejor es transparencia en los datos».
La inflación: «Me alegro de que el país haya pedido ayuda a instituciones internacionales para que ya no haya sospechas, en particular sobre las cifras de inflación. Cuando disponga de datos certeros, un gran paso se habrá dado. Y luego, deben entrar la política monetaria y fiscal a un equilibrio con un crecimiento sostenible».
Inflación de dos dígitos: «Es insostenible. Hubo países que en algunos momentos la mantuvieron, como Colombia, manteniendo un cuasi equilibrio, pero era un mundo muy diferente. Un país no tiene nada que ganar de una inflación alta, porque es un factor de desorden macroeconómico, y además lo pagan los más pobres como un impuesto».
El crecimiento: «No tengo ninguna capacidad para hablar con autoridad de la economía argentina. Veo con beneplácito que crece desde hace casi 10 años en forma continua, algo que no es tan frecuente en su historia. Esto es positivo, pero a la vez me llama la atención que se deba a factores externos y sobre todo al precio de las commodities. El país no puede depender tanto de un factor externo porque es otra clase de dependencia. Todo lo que sea para diversificar la economía debe hacerse. La Argentina tiene las condiciones humanas para crear un esquema macroeconómico como el que requiere el G-20».
La resolución de la deuda en default con el Club de París: «Normalizar el endeudamiento de un país es uno de los factores de sustentabilidad, y espero que pueda lograrlo pronto. No hay ninguna razón para que el país quede con estas situaciones sin arreglo. El país lo merece y no debe quedarse en una situación que no corresponde a un país con estos recursos y este estatus internacional».
Las quejas de países europeos por la pertenencia de la Argentina al G-20: «A mí no me interesa echar a nadie por no cumplir con un modelo macroeconómico ideal. El G-20 es importante, pero le falta legitimidad: son 20 países contra 192 que hay en el mundo, por lo que pueden alternar países en una silla y que se los consulte a todos antes de una reunión para aumentar su legitimidad».
Martín Kanenguiser
LA NACION
El ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Michel Camdessus, afirmó ayer que el Gobierno no debe esconder la inflación, porque luego quedará obligado a hacer un «ajuste cruel» para mantener el crecimiento económico.
Tras disertar ante 400 empresarios convocados por la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), Camdessus dijo, en diálogo con un grupo de diarios, entre los que estaba La Nación, que la mayor parte del crecimiento desde 2002 se basó en «factores externos».
Camdessus transmitió calma y, a la vez, una energía que, a sus 78 años, le permitió, en las últimas 48 horas, disertar en Santiago de Chile, Buenos Aires y volar ayer por la tarde a Shanghai, casi sin descanso.
Antes de partir a Oriente, relativizó en su disertación la responsabilidad del FMI (organismo que condujo entre 1987 y 2000) respecto de la última crisis argentina, afirmando que el organismo cometió «algunas tonterías», pero luego manifestó que la responsabilidad primaria había sido de la dirigencia local.
Por lo tanto, su autocrítica sobre el rol del FMI en la Argentina, ante una pregunta de los asistentes al XIV encuentro anual de ACDE, desarrollado en el hotel Marriott, fue muy tibia. «Hicimos probablemente muchas tonterías, muchos errores con la Argentina, pero finalmente el problema de la deuda se resolvió.»
De inmediato, agregó: «Costó mucho tiempo que la dirigencia [argentina] abriera los ojos sobre los problemas».
Más aún, aclaró: «El gobierno, en los 90, hizo muchas cosas bien, y por esa razón el país está en el G-20 [tras haber recuperado] su estándar internacional». A la vez, con elegancia, eludió brindar su apoyo a un candidato en particular para la jefatura del FMI.
Antes, el presidente del encuentro, Luis Bameule, dijo que era necesario que la Argentina encarara un modelo de crecimiento «sostenible», pues opina que persisten «justificadas dudas» sobre el futuro de la actividad económica del país.
Entre los asistentes, los escuchaban Amadeo Vázquez, Mario Vicens, Daniel Marx, Arturo Acevedo, Jaime Campos (AEA), José de Mendiguren (UIA), Guillermo Hang, Daniel Funes de Rioja, Martín Otero Monsegur, Carlos Tramutola, Clarisa Estol, Julio César Saguier, Alberto Abad, Sebastián Briozzo y Juan Llach. Luego, Camdessus desplegó una serie de definiciones ante los periodistas:
El impulso al consumo: «Es importante en algunos momentos estimular el consumo a nivel global o en ciertas categorías desfavorecidas. Pero en otros, el Estado no debe expandirlo, sino limitarlo o corregirlo para evitar que se dispare la inflación. En la Argentina, el Gobierno puede tener la tentación, cerca de las elecciones, de subir a gran velocidad. Y, si hay inflación, tratar de esconderla, pero ésta es una receta que obliga a hacer ajustes crueles unos meses después, por lo cual lo mejor es transparencia en los datos».
La inflación: «Me alegro de que el país haya pedido ayuda a instituciones internacionales para que ya no haya sospechas, en particular sobre las cifras de inflación. Cuando disponga de datos certeros, un gran paso se habrá dado. Y luego, deben entrar la política monetaria y fiscal a un equilibrio con un crecimiento sostenible».
Inflación de dos dígitos: «Es insostenible. Hubo países que en algunos momentos la mantuvieron, como Colombia, manteniendo un cuasi equilibrio, pero era un mundo muy diferente. Un país no tiene nada que ganar de una inflación alta, porque es un factor de desorden macroeconómico, y además lo pagan los más pobres como un impuesto».
El crecimiento: «No tengo ninguna capacidad para hablar con autoridad de la economía argentina. Veo con beneplácito que crece desde hace casi 10 años en forma continua, algo que no es tan frecuente en su historia. Esto es positivo, pero a la vez me llama la atención que se deba a factores externos y sobre todo al precio de las commodities. El país no puede depender tanto de un factor externo porque es otra clase de dependencia. Todo lo que sea para diversificar la economía debe hacerse. La Argentina tiene las condiciones humanas para crear un esquema macroeconómico como el que requiere el G-20».
La resolución de la deuda en default con el Club de París: «Normalizar el endeudamiento de un país es uno de los factores de sustentabilidad, y espero que pueda lograrlo pronto. No hay ninguna razón para que el país quede con estas situaciones sin arreglo. El país lo merece y no debe quedarse en una situación que no corresponde a un país con estos recursos y este estatus internacional».
Las quejas de países europeos por la pertenencia de la Argentina al G-20: «A mí no me interesa echar a nadie por no cumplir con un modelo macroeconómico ideal. El G-20 es importante, pero le falta legitimidad: son 20 países contra 192 que hay en el mundo, por lo que pueden alternar países en una silla y que se los consulte a todos antes de una reunión para aumentar su legitimidad».
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