Preparan «blindaje energético» para industrias que acepten suba (…)
Argentina – 26/08/2011 – El Cronista – Pág. 4 – Tiempo de Lectura: 3′ 04»
EL GOBIERNO LANZARÁ UNA NORMA QUE GARANTICE EL SUMINISTRO EN INVIERNO
Preparan blindaje energético para industrias que acepten suba de tarifas:
26-08-11 00:00 Mediante una nota de Energía, el Gobierno se comprometerá la semana próxima a no cortar el suministro a empresas que compren dentro del Gas Plus. Es para atraer inversiones
EL GOBIERNO LANZARÁ UNA NORMA QUE GARANTICE EL SUMINISTRO EN INVIERNO
Preparan blindaje energético para industrias que acepten suba de tarifas:
26-08-11 00:00 Mediante una nota de Energía, el Gobierno se comprometerá la semana próxima a no cortar el suministro a empresas que compren dentro del Gas Plus. Es para atraer inversiones
El Gobierno lanzará la semana que viene una nueva norma para regular el mercado de gas que garantizará el abastecimiento para las empresas, incluso durante el invierno, cuando suele haber interrupciones en el suministro, que estén dispuestas a pagar más. Así lo deslizó ayer el secretario de Energía, Daniel Cameron, en una disertación frente a empresarios y técnicos que realizó en el Centro Argentino de Ingenieros. Entre el público, se encontraban ejecutivos de las principales petroleras del país y también algunos de los mayores consumidores.
«Vamos a formar un mercado de Gas Plus con blindaje, a través de una relación directa entre proveedores y compradores», explicó el funcionario, uno de los más longevos dentro el kirchnerismo. Y más tarde prometió: «Vamos a pagar el valor que corresponde por el gas incremental».
El Gas Plus es el programa que lanzó el Gobierno en 2008 en un contexto de fuerte caída de la producción del fluido, algo que continúa, ya que bajó 4% en el primer semestre y crecimiento de la demanda, que provocaba fuertes cortes en el invierno. Tiene un mecanismo relativamente sencillo: un cliente industrial consumidor de gas puede acordar con una petrolera ?las principales son YPF, Pan American Energy, Apache y Total, entre otras? el pago de un precio determinado por el gas, mayor al promedio, que luego debe ser aprobado por Energía.
La producción adicional que se enmarca en ese programa se vende hoy entre u$s 4 y u$s 5 el millón de BTU (la unidad de medida), pero las industrias se mostraron reacias a pagar esos valores, hasta 40% por encima de la oferta standard. Con el blindaje, el Gobierno apunta a estimular la compra de gas más caro que, al mismo tiempo, seduzca a los petroleros para hacer más inversiones y aumentar la oferta.
En Energía, estiman que el precio de ese insumo llegará hasta los u$s 10 el millón de BTU en el mediano plazo. Aún así, estaría por debajo del precio futuro de importación de Bolivia y de LNG, que llega por barco.
En despachos públicos calculan que hay recursos de gas por 79.000 millones de metros cúbicos (m3), equivalentes a 1 año y medio de consumo del país que podrían transformarse en reservas (volverse disponibles) si las empresas están dispuestas a pagar más por el gas.
La iniciativa tiene otro ribete: disminuir, de a poco, las importaciones de energía, que generan una sangría en la balanza comercial, uno de los indicadores que desvelen al Gobierno. Tan solo en junio, se llevaron un 18% de las compras al exterior. Sin resoluciones: A pesar de su trascendencia para el mercado gasífero, la iniciativa, que tendrá un marcada explicación técnica pero apunta a sincerar paulatinamente los mayores costos de la energía, no se conocerá a través de un decreto ni una resolución de la Secretaría de Energía, según explicaron funcionarios del Enargas, el ente regulador del sector, a cargo de Antonio Pronsato, quien está delineando los últimos detalles del texto, sino mediante una nota de la cartera que conduce Cameron, a quien le adjudican la iniciativa.
El denominado «blindaje» es un reclamo persistente de un puñado de industriales a cargo de los principales complejos productivos del país. Entre ellos se encuentran, por caso, la petroquímica Dow, la fabricante de papel y azúcar Ledesma y la cementera Loma Negra.
Aunque saldrá más caro, el gas blindado no alcanzará para todos. En Energía estiman, según cálculos optimistas, que conformarán en los próximos años un mercado de 20 millones de metros cúbicos diarios; es decir, cerca de un 15% de la demanda pico. Eso alcanzaría a cubrir los llamados mínimos técnicos, la cantidad de gas que necesitan las empresas para no detener por completo su funcionamiento, y una demanda adicional.
PABLO FERNÁNDEZ BLANCO Buenos Aires
«Vamos a formar un mercado de Gas Plus con blindaje, a través de una relación directa entre proveedores y compradores», explicó el funcionario, uno de los más longevos dentro el kirchnerismo. Y más tarde prometió: «Vamos a pagar el valor que corresponde por el gas incremental».
El Gas Plus es el programa que lanzó el Gobierno en 2008 en un contexto de fuerte caída de la producción del fluido, algo que continúa, ya que bajó 4% en el primer semestre y crecimiento de la demanda, que provocaba fuertes cortes en el invierno. Tiene un mecanismo relativamente sencillo: un cliente industrial consumidor de gas puede acordar con una petrolera ?las principales son YPF, Pan American Energy, Apache y Total, entre otras? el pago de un precio determinado por el gas, mayor al promedio, que luego debe ser aprobado por Energía.
La producción adicional que se enmarca en ese programa se vende hoy entre u$s 4 y u$s 5 el millón de BTU (la unidad de medida), pero las industrias se mostraron reacias a pagar esos valores, hasta 40% por encima de la oferta standard. Con el blindaje, el Gobierno apunta a estimular la compra de gas más caro que, al mismo tiempo, seduzca a los petroleros para hacer más inversiones y aumentar la oferta.
En Energía, estiman que el precio de ese insumo llegará hasta los u$s 10 el millón de BTU en el mediano plazo. Aún así, estaría por debajo del precio futuro de importación de Bolivia y de LNG, que llega por barco.
En despachos públicos calculan que hay recursos de gas por 79.000 millones de metros cúbicos (m3), equivalentes a 1 año y medio de consumo del país que podrían transformarse en reservas (volverse disponibles) si las empresas están dispuestas a pagar más por el gas.
La iniciativa tiene otro ribete: disminuir, de a poco, las importaciones de energía, que generan una sangría en la balanza comercial, uno de los indicadores que desvelen al Gobierno. Tan solo en junio, se llevaron un 18% de las compras al exterior. Sin resoluciones: A pesar de su trascendencia para el mercado gasífero, la iniciativa, que tendrá un marcada explicación técnica pero apunta a sincerar paulatinamente los mayores costos de la energía, no se conocerá a través de un decreto ni una resolución de la Secretaría de Energía, según explicaron funcionarios del Enargas, el ente regulador del sector, a cargo de Antonio Pronsato, quien está delineando los últimos detalles del texto, sino mediante una nota de la cartera que conduce Cameron, a quien le adjudican la iniciativa.
El denominado «blindaje» es un reclamo persistente de un puñado de industriales a cargo de los principales complejos productivos del país. Entre ellos se encuentran, por caso, la petroquímica Dow, la fabricante de papel y azúcar Ledesma y la cementera Loma Negra.
Aunque saldrá más caro, el gas blindado no alcanzará para todos. En Energía estiman, según cálculos optimistas, que conformarán en los próximos años un mercado de 20 millones de metros cúbicos diarios; es decir, cerca de un 15% de la demanda pico. Eso alcanzaría a cubrir los llamados mínimos técnicos, la cantidad de gas que necesitan las empresas para no detener por completo su funcionamiento, y una demanda adicional.
PABLO FERNÁNDEZ BLANCO Buenos Aires
(Actividad Económica – Panorama Económico – Comercio Exterior – Sector Energía)
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