Ponen en duda la solvencia de los bancos por la política del Gobierno
UN INFORME QUE FUE REPUDIADO POR EL BANCO CENTRAL Y LAS ENTIDADES FINANCIERAS
Gustavo Bazzan
La calificadora de riesgo crediticio Moody’s emitió ayer un informe muy crítico sobre la fortaleza futura del sistema financiero argentino. Basó sus reparos en el actual rumbo económico, y también en una idea un tanto gaseosa: la firma habló del impacto que podría tener sobre los bancos una serie de hipotéticas «medidas intervencionistas por parte del Gobierno argentino para los próximos 12 a 18 meses».
Moodys hizo hincapié en la a su juicio «insostenible» política gubernamental para reducir de «estable» a «negativa» la perspectiva sobre el sistema financiero argentino.
El informe causó un cierto revuelo entre los banqueros y las autoridades. Y logró que todos se pusieran de acuerdo en criticarlo.
El eje de los reparos de Moody´s pasa por «las políticas fiscales y monetarias expansionistas», que a su juicio «están impulsando el crecimiento económico, el consumo local y los niveles inflacionarios a niveles difíciles de sostener».
En el mercado local causó sorpresa la dureza con la que Moody´s describió las políticas oficiales y las implicancias que aquéllas podrían tener sobre la solvencia de las entidades. De manera unánime, tanto el Banco Central como las asociaciones de bancos locales y extranjeros salieron a criticar con severidad el contenido del informe de Moody´s, firmado por la analista local María Andrea Manavella (ver aparte).
El reporte de Moody´s estableció tres focos de preocupación: Considera que las ganancias de los bancos son «frágiles» porque dependen de «políticas acomodativas (SIC) pero insostenibles».
Planteó también que se puede ver afectada la confianza de los inversores Finalmente consideró que los bancos están expuestos a riesgos políticos y a situaciones que podrían afectar negativamente la distribución de sus activos, su rentabilidad y su capitalización.
Los técnicos de Moody´s no parecieron medir el sentido de la oportunidad para hacer público este informe. Las calificadoras de riesgo están en la picota desde el estallido de la crisis de las hipotecas basura (2008) y volvieron a acaparar la atención (y el repudio) de los gobiernos tras la temeraria decisión de Standard & Poor´s de reducirle la nota a la deuda pública de los Estados Unidos.
Yendo al nudo del negocio, Moody´s advirtió que «el principal inconveniente en materia crediticia para los bancos es si podrán continuar financiando el boom de consumo».
Es sabido que los bancos están apuntando sus cañones al crédito de corto plazo a las familias, que hoy representa el 43% de sus carteras de crédito.
Hasta ahora no se ve un ascenso en la morosidad de las carteras, que están en los niveles más bajos de la historia, señal de que, a pesar de la alta inflación, nadie tiene problemas en pagar las cuotas o los consumos realizados con tarjeta de crédito.
Es cierto que no todo es sonrisas entre los banqueros. En cada oportunidad que tienen muestran su preocupación por la inflación y su impacto negativo sobre la posibilidad de dar créditos a largo plazo.
Pero no se han observado problemas de solvencia en los bancos. Los depósitos a plazo fijo de clientes privados siguen creciendo (superaron los 100.000 millones de pesos en agosto) aunque el sistema está perdiendo el colchón de liquidez porque la demanda de créditos crece más fuerte que los depósitos.
Esto ocurre porque las tasas que pagan los bancos a los depositantes están lejos de igualar la tasa real de inflación. Y el Central no tiene interés en cambiar eso.
Moody’s habla de medidas intervencionistas sin especificar en qué piensan sus analistas concretamente. También habla de ajustes macroeconómicos, y ahí sí se podría inferir que la calificadora pone un alerta ante una importante devaluación del peso en caso de que crezca la demanda de dólares por parte del sector privado.
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Marcó del Pont habló de «irresponsabilidad»
Mercedes Marcó del Pont no ahorró críticas al informe que se conoció ayer de la calificadora de riesgo Moody’s que habla de las debilidades del sistema financiero argentino y le bajó la perspectiva a los bancos argentinos de «estable» a «negativa».
«No dejo de sorprenderme de la irresponsabilidad y falta de profesionalismo de estas calificadoras que están siendo cuestionadas por su corresponsabilidad en la génesis de la crisis financiera internacional», dijo ayer la presidenta del Banco Central. Y aseguró que el sistema bancario argentino «está en los mejores niveles históricos en sus indicadores de liquidez, solvencia y morosidad».
Marcó del Pont hizo estas declaraciones poco antes de participar en una conferencia sobre «Ortodoxia y Heterodoxia en las Ciencias Económicas» que se llevó a cabo en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de La Plata.
En tanto, voceros del Banco Central no dudaron en criticar el informe de la calificadora Moody’s y aseguraron:
«Es un disparate».
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Banqueros: «Es una temeraria adivinanza»
El informe de Moody’s despertó el unánime rechazo de las dos principales entidades que agrupan a los bancos privados.
«No estoy de acuerdo con los argumentos esgrimidos por la calificadora porque no se ajustan a la realidad y a los números que muestran la situación de solvencia, liquidez y fortaleza que tienen hoy los bancos en la República Argentina», dijo Claudio Cesario, titular de la Asociación de Banco de la Argentina (ABA), la cámara que nuclea a las entidades de capitales extranjeros. Y agregó: «Vamos a estudiar a fondo el informe oficial de Moody´s para conocer las argumentaciones de la decisión y rebatirlo técnicamente. Por otra parte, me gustaría conocer las calificación que Moody´s había dado a AIG antes de su colapso».
ADEBA, la cámara que preside Jorge Brito ya agrupa a los bancos privados nacionales aseguraron que «los fundamentos de la calificación de Moody’s son muy poco serios», y subrayaron que «los bancos argentinos pueden exhibir una situación de liquidez y solvencia muy satisfactoria». «No nos parece ni serio ni profesional lo que hizo Moody’s. Formular un juicio sobre la suposición de que el Gobierno va a incrementar la intervención del Estado en la economía es, si se quiere, una especie de temeraria adivinanza que no compartimos».
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Consumo y cuotas al día
El crédito al consumo de las familias hoy ocupa un 31% del total de préstamos de los bancos y vienen creciendo a un ritmo anual del 41%, según el último Informe de Bancos del BCRA. Dicho informe señala que se destaca el desempeño de los préstamos prendarios y de las tarjetas de crédito. Moody´s subraya que tanto crédito al consumo puede terminar afectando a los bancos ante un cambio brusco en las políticas económicas oficiales. El trabajo del BCRA señala que el «boom» del crédito se sostiene también en una muy baja tasa de morosidad. Hasta ahora, las familias se las arreglan para pagar religiosamente las cuotas.
(Actividad Económica – Panorama Económico – Sector Bancario)
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