Paraguay cuestionará las licencias no automáticas que aplican (…)
Argentina – 15/06/2011 – Buenos Aires Económico – Pág. 7/Sección: Argentina – Tiempo de Lectura: 2′ 35»
Paraguay cuestionará las licencias no automáticas que aplican Argentina y Brasil
Paraguay cuestionará las licencias no automáticas que aplican Argentina y Brasil
El Mercosur analizará la libre circulación de bienes en función de la aplicación de licencias no automáticas de la Argentina y Brasil, en un reclamo que será abanderado por Paraguay, en la cumbre de presidentes que se desarrollará a fin de mes en Asunción.
El Gobierno argentino sostiene, al igual que Brasil, que estas herramientas forman parte de un plan de sustitución de importaciones para fomentar la industrialización y la creación de empleo.
Según un informe del Instituto Pensamiento y Políticas Públicas (IPYPP) a cargo de los economistas Claudio Lozano y Tomás Raffo, sobre 22 ramas industriales sólo alimentos y bebidas logra un saldo comercial positivo representativo en la Argentina, con u$s 20.000 millones a favor aunque el conjunto industrial deja un déficit de u$s 3.500 millones, impulsado por el déficit de u$s 4.500 millones en bienes de capital y de u$s 3.800 millones en autos y equipos de transporte según las mediciones a 2010 del IPYPE
Para Paraguay, la política de restricción de importaciones hace que «la cláusula de libre tránsito de mercaderías no funcione bien», según advirtió el ministro de Hacienda Dionisio Borda, que presentó junto con Uruguay reclamos durante la negociación de los socios mayores bajo el argumento de que las aplicaciones de licencias profundizan las asimetrías del bloque.
Ayer estaba prevista una reunión de Grupo de Mercado Común para «avanzar en el perfeccionamiento de la unión aduanera» que se complicó por la nube de ceniza volcánica que ocasiona suspensiones de vuelos, aunque algunos funcionarios llegaron a reunirse.
Tras el encuentro, Borda reiteró que su país tiene «dificultades» para exportar productos por los bloqueos frecuentes en los países vecinos. Así se refirió a una protesta de productores argentinos, que bloquearon el paso fronterizo de Clorinda e impidieron el ingreso de bananas de Paraguay.
Durante la cumbre de presidentes se realizará una reunión paralela de ministros de Industria de los cuatro países para analizar en conjunto las medidas adoptadas por la Argentina y Brasil, que los dos países ratificaron aunque se comprometieron a cumplir con los plazos establecidos por la Organización Mundial de Comercio para aprobar licencias.
DÉFICIT ESTRUCTURAL Lozano y Raffo sostienen que «la restricción de importaciones es un paso necesario para un proceso de sustitución de importaciones» pero no pueden ser el único instrumento, a la vez que «no puede inscribirse en la necesidad de mantener el saldo comercial».
En sectores como el textil y de calzado «hay posibilidades concretas de encarar un proceso de sustitución y requieren de protección arancelaria». No obstante, en químicos, plásticos, papel, cemento y metales comunes se pueden reemplazar las compras del exterior sin necesidad de restringir importaciones.
«Hay una serie de sectores -bienes de capital, autos e instrumentos ópticos- donde el déficit comercia se explica por el profundo atraso en materia de modernización con el proceso de desindustrialización que comenzó en 1976» con la última dictadura militar.
Para Raffo y Lozano, en tanto, la presión sobre las compras se basa en que la tasa de crecimiento de las importaciones viene duplicando la de las exportaciones y que, por lo tanto, el superávit comercial «se sostiene por la vigencia de términos de intercambio favorables» a los commodities que vende la Argentina.
El Gobierno argentino sostiene, al igual que Brasil, que estas herramientas forman parte de un plan de sustitución de importaciones para fomentar la industrialización y la creación de empleo.
Según un informe del Instituto Pensamiento y Políticas Públicas (IPYPP) a cargo de los economistas Claudio Lozano y Tomás Raffo, sobre 22 ramas industriales sólo alimentos y bebidas logra un saldo comercial positivo representativo en la Argentina, con u$s 20.000 millones a favor aunque el conjunto industrial deja un déficit de u$s 3.500 millones, impulsado por el déficit de u$s 4.500 millones en bienes de capital y de u$s 3.800 millones en autos y equipos de transporte según las mediciones a 2010 del IPYPE
Para Paraguay, la política de restricción de importaciones hace que «la cláusula de libre tránsito de mercaderías no funcione bien», según advirtió el ministro de Hacienda Dionisio Borda, que presentó junto con Uruguay reclamos durante la negociación de los socios mayores bajo el argumento de que las aplicaciones de licencias profundizan las asimetrías del bloque.
Ayer estaba prevista una reunión de Grupo de Mercado Común para «avanzar en el perfeccionamiento de la unión aduanera» que se complicó por la nube de ceniza volcánica que ocasiona suspensiones de vuelos, aunque algunos funcionarios llegaron a reunirse.
Tras el encuentro, Borda reiteró que su país tiene «dificultades» para exportar productos por los bloqueos frecuentes en los países vecinos. Así se refirió a una protesta de productores argentinos, que bloquearon el paso fronterizo de Clorinda e impidieron el ingreso de bananas de Paraguay.
Durante la cumbre de presidentes se realizará una reunión paralela de ministros de Industria de los cuatro países para analizar en conjunto las medidas adoptadas por la Argentina y Brasil, que los dos países ratificaron aunque se comprometieron a cumplir con los plazos establecidos por la Organización Mundial de Comercio para aprobar licencias.
DÉFICIT ESTRUCTURAL Lozano y Raffo sostienen que «la restricción de importaciones es un paso necesario para un proceso de sustitución de importaciones» pero no pueden ser el único instrumento, a la vez que «no puede inscribirse en la necesidad de mantener el saldo comercial».
En sectores como el textil y de calzado «hay posibilidades concretas de encarar un proceso de sustitución y requieren de protección arancelaria». No obstante, en químicos, plásticos, papel, cemento y metales comunes se pueden reemplazar las compras del exterior sin necesidad de restringir importaciones.
«Hay una serie de sectores -bienes de capital, autos e instrumentos ópticos- donde el déficit comercia se explica por el profundo atraso en materia de modernización con el proceso de desindustrialización que comenzó en 1976» con la última dictadura militar.
Para Raffo y Lozano, en tanto, la presión sobre las compras se basa en que la tasa de crecimiento de las importaciones viene duplicando la de las exportaciones y que, por lo tanto, el superávit comercial «se sostiene por la vigencia de términos de intercambio favorables» a los commodities que vende la Argentina.
(Comercio Exterior)
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