Moyano: «Si se parte de que la inflación no es real, el resto (…)
Argentina – 21/03/2012 – La Nación – Pág. 5/Sección: Política – Tiempo de Lectura: 3′ 14»
Moyano: «Si se parte de que la inflación no es real, el resto tampoco lo es»:
El líder de la CGT avivó su pelea con el Gobierno con fuertes críticas y amenazó con una huelga
Moyano: «Si se parte de que la inflación no es real, el resto tampoco lo es»:
El líder de la CGT avivó su pelea con el Gobierno con fuertes críticas y amenazó con una huelga
ROSARIO.-Hasta el momento, el enfrentamiento de Hugo Moyano con la Casa Rosada no cruzó las fronteras del campo retórico. El líder de la CGT aún no se decidió a guiar sus palabras a la acción. Desde Rosario, renovó ayer sus críticas al kirchnerismo y hasta amenazó con un paro nacional de camioneros en los centros de distribución de los supermercados por el inminente cierre de la cadena Eki. Pero fue eso: más advertencias y elevar el tono de los reproches.
«Estamos un poquito cansados del discurso armado. Si se parte de que la inflación del Indec no es real, el resto tampoco es real. La pobreza no es real, y se vive en una irrealidad», opinó Moyano, durante su disertación en la Primera Jornada Nacional «Empresa, Sindicato y Poder del Estado», organizada por la Cámara Argentina de Estudios Jurídicos.
Sin una respuesta oficial sobre los reclamos sindicales solicitados a la Presidenta, el jefe de la CGT dijo que «al Gobierno ya no le interesa la compañía de los trabajadores». E ironizó: «Parece que es más importante recibir al inglés [por el cantante Roger Waters] que a Moyano».
Lejos del plan de pacificación que impulsan desde otros sectores gremiales que no comulgan con el liderazgo del camionero, Moyano redobló la apuesta, y advirtió que continuará con sus exigencias al Gobierno. «Yo no me arrodillo ante nadie», se jactó de su poder.
Tras su exposición, Moyano respondió algunas consultas del público. Entre los asistentes estuvo el líder de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, que invitó al jefe cegetista a unir sus reclamos. «Hay que buscar las coincidencias para terminar con el autoritarismo y buscar el bienestar general. Nos tenemos que poner de acuerdo para fortalecer el reclamo de los trabajadores», sugirió Buzzi.
Moyano asintió la intervención del ruralista, y señaló: «La situación es preocupante porque nos tratan de extorsionadores o porque el ataque a los docentes fue sólo para imponer una política salarial. La gente va acumulando bronca por la falta de respuestas y se va profundizando el malestar».
Moyano aprovechó el escenario para reiterar cuáles son las exigencias de la CGT: elevar el umbral del mínimo no imponible al impuesto a las ganancias; universalizar el pago de las asignaciones familiares, y volvió a la carga por la millonaria deuda que el Estado mantiene con las obras sociales sindicales.
«Soy el enemigo»
Distanciado del kirchnerismo, el líder sindical comenzó hace unas semanas un raid mediático que aprovechó para deslizar sus críticas. Ayer, Moyano resaltó: «No se puede opinar diferente. Ya dicen que me pase a la derecha o que soy menemista. Porque fui a un programa de TN ya soy el enemigo. Tiene que haber posibilidad para criticar».
Moyano desestimó un acercamiento con Luis Barrionuevo, aunque no descartó un encuentro en los próximos días. En tanto, el diputado nacional y titular del Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas, Omar Plaini, le abrió las puertas al referente gastronómico para su regreso a la central obrera. «Nosotros siempre trabajamos para la unidad de la CGT, más allá de las internas. El objetivo de la unidad no es juntar nombres, sino que la unidad es una construcción que permite fortalecer al movimiento obrero», argumentó Plaini.
Referentes del moyanismo y de la CGT Azul y Blanca que lidera Barrionuevo se reunieron el domingo pasado en la quinta que el dirigente de la Seguridad Angel García posee en Moreno, según reveló anoche la agencia DyN. «La idea es perfilar un eje que nos permita sentar a una mesa a Moyano y a Barrionuevo en un intento por unificar a los dos sectores y promover de ser posible a un solo candidato a ocupar la secretaría general de la CGT», confió uno de los asistentes al almuerzo en Moreno.
Moyano prevé convocar a una reunión de consejo directivo de la CGT para la semana próximo. El encuentro será decisivo porque allí se podría fijar la fecha del congreso cegetista, que elegirá a las nuevas autoridades. De esa reunión podrían participar dirigentes opositores a Moyano que no pisan desde hace meses la CGT.
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«Estamos un poquito cansados del discurso armado. Si se parte de que la inflación del Indec no es real, el resto tampoco es real. La pobreza no es real, y se vive en una irrealidad», opinó Moyano, durante su disertación en la Primera Jornada Nacional «Empresa, Sindicato y Poder del Estado», organizada por la Cámara Argentina de Estudios Jurídicos.
Sin una respuesta oficial sobre los reclamos sindicales solicitados a la Presidenta, el jefe de la CGT dijo que «al Gobierno ya no le interesa la compañía de los trabajadores». E ironizó: «Parece que es más importante recibir al inglés [por el cantante Roger Waters] que a Moyano».
Lejos del plan de pacificación que impulsan desde otros sectores gremiales que no comulgan con el liderazgo del camionero, Moyano redobló la apuesta, y advirtió que continuará con sus exigencias al Gobierno. «Yo no me arrodillo ante nadie», se jactó de su poder.
Tras su exposición, Moyano respondió algunas consultas del público. Entre los asistentes estuvo el líder de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, que invitó al jefe cegetista a unir sus reclamos. «Hay que buscar las coincidencias para terminar con el autoritarismo y buscar el bienestar general. Nos tenemos que poner de acuerdo para fortalecer el reclamo de los trabajadores», sugirió Buzzi.
Moyano asintió la intervención del ruralista, y señaló: «La situación es preocupante porque nos tratan de extorsionadores o porque el ataque a los docentes fue sólo para imponer una política salarial. La gente va acumulando bronca por la falta de respuestas y se va profundizando el malestar».
Moyano aprovechó el escenario para reiterar cuáles son las exigencias de la CGT: elevar el umbral del mínimo no imponible al impuesto a las ganancias; universalizar el pago de las asignaciones familiares, y volvió a la carga por la millonaria deuda que el Estado mantiene con las obras sociales sindicales.
«Soy el enemigo»
Distanciado del kirchnerismo, el líder sindical comenzó hace unas semanas un raid mediático que aprovechó para deslizar sus críticas. Ayer, Moyano resaltó: «No se puede opinar diferente. Ya dicen que me pase a la derecha o que soy menemista. Porque fui a un programa de TN ya soy el enemigo. Tiene que haber posibilidad para criticar».
Moyano desestimó un acercamiento con Luis Barrionuevo, aunque no descartó un encuentro en los próximos días. En tanto, el diputado nacional y titular del Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas, Omar Plaini, le abrió las puertas al referente gastronómico para su regreso a la central obrera. «Nosotros siempre trabajamos para la unidad de la CGT, más allá de las internas. El objetivo de la unidad no es juntar nombres, sino que la unidad es una construcción que permite fortalecer al movimiento obrero», argumentó Plaini.
Referentes del moyanismo y de la CGT Azul y Blanca que lidera Barrionuevo se reunieron el domingo pasado en la quinta que el dirigente de la Seguridad Angel García posee en Moreno, según reveló anoche la agencia DyN. «La idea es perfilar un eje que nos permita sentar a una mesa a Moyano y a Barrionuevo en un intento por unificar a los dos sectores y promover de ser posible a un solo candidato a ocupar la secretaría general de la CGT», confió uno de los asistentes al almuerzo en Moreno.
Moyano prevé convocar a una reunión de consejo directivo de la CGT para la semana próximo. El encuentro será decisivo porque allí se podría fijar la fecha del congreso cegetista, que elegirá a las nuevas autoridades. De esa reunión podrían participar dirigentes opositores a Moyano que no pisan desde hace meses la CGT.
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El secretario general de la CGT, Hugo Moyano, disertó ayer en Rosario, desde donde renovó sus ataques al Gobierno. Foto: Prensa CGT
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