Moyano apoyó, pero amenazó con juicio al Estado por fondos

Argentina – 20/05/2011 – Ambito Financiero – Pág. 10, 14 – Tiempo de Lectura: 3′ 19»
 
«Néstor dijo que no iba a abandonar sus convicciones en la puerta de la Rosada. De la misma manera, nosotros no vamos a abandonar la defensa de los trabajadores». Esa frase, pronunciada en tono de advertencia, fue la respuesta de Hugo Moyano a los planteos de Cristina de Kirchner de los últimos días.
Ante sus colegas de la CGT, el camionero resolvió poner en marcha un mecanismo judicial para reclamar fondos que los sindicalistas reivindican como propios de sus obras sociales. La reunión del Consejo Directivo de la central obrera, previa al encuentro del PJ en La Plata, giró en torno de las penurias que dicen sufrir los dirigentes por la atención médica de sus organizaciones. Aunque el tema estrictamente político estuvo casi ausente, sobrevoló durante todo el cónclave: fue la primera reunión del órgano ejecutivo de la CGT desde que la jefa de Estado dedicó dos discursos públicos y parte de una cadena nacional a cuestionar a los sindicalistas. La estrategia acordada en el Consejo Directivo fue no salir a contestarle a Cristina de Kirchner. En cambio, se eligió contraatacar con argumentos jurídicos a una supuesta asfixia financiera. Los gremios reclaman la liberación de $ 6.500 millones acumulados en el Fondo Solidario de Redistribución (FSR), un pozo que se nutre de un porcentaje de la recaudación de cada obra social y que tiene como propósito cubrir los tratamientos más costosos. Una suerte de fondo anticíclico que administra a sus anchas el Gobierno, lo que ofusca a los sindicalistas. El plan ideado por Moyano apuntará a presentaciones judiciales -individuales o colectivas- por parte de los sindicatos que se consideran afectados. El jefe de la Unión del Personal Civil de la Nación, Andrés Rodríguez, quedó al frente de una comisión que se ocupará de motorizar esas demandas y las eventuales gestiones políticas para destrabar el dinero. El Gobierno avisó días atrás que el Ejecutivo no distribuirá la totalidad de ese fondo sino solamente el dinero que requieran las obras sociales para cubrir los tratamientos de alta complejidad. Otra demanda que cobrará vigencia será la actualización del piso a partir del cual las obras sociales aportan más dinero al FSR. Sin cambios en los últimos años, casi todos los gremios aportan el máximo previsto, del 15%, en lugar del 10% que les corresponde por los asalariados que ganan menos de $ 2.400. «Debería estar por lo menos en $ 5.000», dicen. También reeditarán la demanda por una actualización de las asignaciones familiares y por la eliminación de las escalas en que está dividido el beneficio, así como del tope salarial a partir del cual los asalariados dejan de percibirlo, fijado en $ 4.800.La reunión del Consejo Directivo fue casi un trámite. Apenas un repaso breve de las paritarias en curso y un desarrollo más extenso de la situación de las obras sociales, del estado actual del FSR y de los organismos que distribuyen fondos entre las organizaciones sanitarias. La premisa fue clara: no confrontar con el Gobierno pero mantener en firme todos los reclamos que la CGT considera pendientes. Moyano espera así eludir la encerrona que le planteó la Presidente cuando apuntó, sin mencionarlos, contra camioneros y petroleros por ponerle condiciones a su gestión. Previo al encuentro hubo un asado en el quinto piso de la CGT con un selecto grupo de afines a Moyano. Junto al camionero almorzaron los tres «Omar» que gozan de su confianza: Viviani (taxistas), Plaíni (canillitas) y Suárez (marítimos del SOMU). Los dos primeros comparten con Moyano puestos de conducción en el PJ. También estuvieron Jorge Pérez Tamayo (pilotos) y Juan Carlos Schmid (Dragado).Mientras que en la reunión principal sólo hubo un par de ausentes con aviso: Antonio Caló y Juan Belén, de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) avisaron que no irían por estar abocados a la paritaria del gremio; mientras que Gerardo Martínez (albañiles) se encontraba en uno de sus habituales viajes al extranjero. La ausencia de Martínez además resultó oportuna, en las últimas semanas se lo señaló con insistencia como el reemplazante de Moyano al frente de la CGT deseado por la Casa Rosada. Schmid fue el vocero del encuentro: dijo que no hay diferencias con el Gobierno y que seguirá el apoyo a la reelección presidencial, pero advirtió que será «sin que eso signifique obsecuencia».
Por: Mariano Martín
Hugo Moyano ingresaba anoche al encuentro del PJ con el judicial Julio Piumato. Un rato antes había ideado, ante sus colegas de CGT, respuestas judiciales a los planteos del Gobierno.

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