Los empresarios, a la espera de gestos oficiales
Argentina – 26/08/2011 – Clarín – Pág. 39/Sección: Opinión – Tiempo de Lectura: 4′ 10»
Panorama empresarial
Panorama empresarial
Con la mirada puesta en la negociación salarial y el impacto de la crisis económica externa, las principales entidades aguardan con expectativa señales de la Casa Rosada.
Alejandra Gallo
agallo@clarin.com
Alejandra Gallo
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Con una elección presidencial que ya consideran resuelta, varios dirigentes empresarios viven días de acercamiento con el Gobierno. Dirigentes y funcionarios bailan en la superficie un minué de señas; aunque por debajo las señales concretas no asoman.
Los días que vendrán encontrarán a la presidenta Cristina Kirchner asistiendo a numerosos encuentros empresarios. El que todos miran es el festejo de la Unión Industrial, presidido por Ignacio de Mendiguren, el jueves 1° de septiembre en Tecnópolis. Los organizadores dicen que hay más de 1.000 inscriptos y asistencia perfecta del gabinete y de la CGT de Hugo Moyano. Casi sin descanso, al día siguiente, la Presidenta festejará de nuevo el día del sector con otra entidad: la CAME de Osvaldo Cornide, que irá por tercer año a Olivos.
El miércoles próximo se realizará el Council of the Americas que cada año organiza la Cámara de Comercio, presidida por Carlos de la Vega. Allí los principales oradores oficiales serán el candidato a vice y ministro de Economía, Amado Boudou, y la titular del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont.
Sin embargo, allí no estará la Presidenta y sí la mayoría de los candidatos presidenciales de la oposición: Ricardo Alfonsín, Hermes Binner, Eduardo Duhalde y Alberto Rodríguez Saá.
El próximo martes se reunirá el denominado Grupo de los Seis (G6), por primera vez desde el resultado de las elecciones primarias y tras las polémicas declaraciones del titular de la Sociedad Rural, Hugo Biolcatti. Sus dichos fueron criticados por otros integrantes de la Mesa de Enlace, como el titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, pero también por miembros del G6.
El 31, en la Bolsa que comanda Adelmo Gabbi, se verán las caras por primera vez por ejemplo Biolcati y De Mendiguren, quienes por estos días suman más diferencias. Todos esos encuentros de coquetos canapés, convivirán con otras reuniones que prometen algunas asperezas.
Una mirada más de fondo le pone el acento a una de las pujas centrales que se desarrollarán desde ahora hasta el año próximo, aunque el primer round comenzará hoy. Los empresarios irán a la mesa con una propuesta de aumento del salario mínimo de entre el 18 y el 20 %. Para los empresarios de todos los sectores y tamaños el número que surja de las discusiones por el Consejo del Salario Mínimo le marcará la cancha a las paritarias 2012.
Funcionará como el piso para negociar el aumento salarial del año que viene. Y así también lo miran los dirigentes sindicales de todas las centrales que pretenden 40% de aumento en el salario mínimo. El piso de la negociación salarial que vendrá será clave para 2012.
Los empresarios creen que hay elementos concretos que auguran una economía mundial menos holgada. Entre esos elementos, la baja de calificación que se ganó Estados Unidos, los excedentes de exportación que ya circulan por los mercados internacionales y la situación cambiaria en Brasil, donde nadie vislumbra una catástrofe pero sí un crecimiento menor.
Salarios, dólar y temblores mundiales podrían seguir repercutiendo en la misma variable que «este modelo», como le gusta decir a la Presidenta, sigue mostrando flaca: inversiones privadas frías.
Por eso, señales de fondo concretas por parte de la Casa Rosada podrían mejorar estas percepciones. En bancos, compañías financieras, grandes industrias y empresas de comercio y servicios ya circula un paper que anticipa la importancia de que se sepa si el Gobierno pretende o no dar pasos firmes en una negociación con el Club de París.
Según ese documento la relación de la deuda argentina con el PBI es una de las más bajas del mundo. Y esto hoy podría beneficiar una renegociación con el Club de París. En las provincias también esperan alguna señal concreta por este lado, ya que en muchos casos acordar con el Club de París agilizaría avales que esperan ciertos distritos para salir al mercado internacional en mejores condiciones.
Claro que en esos casos, también mejorarían sus cuentas o acelerarían obras públicas y habrá que ver si la Casa Rosada preferiría en los próximos años mayor o menor dependencia económica por parte de las provincias que en los primeros cuatro años del mandato de Cristina Kirchner.
Mientras estas cuestiones se definen, algunos gobernadores (los que no pusieron su suerte a prueba en las urnas recientemente) ya recorren algunas entidades empresarias para organizar reuniones discretas.
En los bancos dicen sólo tener ojos de optimismo para el porvenir y así lo actuán frente al Gobierno. Los referentes de Adeba, Abapra y ABA esperan en cuestión de horas una venia del Banco Central sobre una propuesta que habían acercado desde esas usinas privadas. El BCRA acompañará a los bancos (subsidiando algunos puntos de tasa) en un nuevo plan de crédito a la inversión por líneas productivas de hasta 1.000 millones de pesos en pesos a entre 3 y 5 años de plazo sólo para pymes con una tasa cercana al 16%.
Queda claro el rédito político de un anuncio de estas características para el Gobierno cerca de las elecciones. Por su parte, los bancos podrían ampliar su cartera de clientes ofreciendo nuevos paquetes sobre todo en el interior.
Entre grandes y pequeñas empresas hay un consenso generalizado: en la superficie no habrá olas de aquí a octubre y los ejes centrales de la próxima gestión de Cristina Kirchner emergerán del fondo recién en enero.
Copyright Clarín, 2011 .
Los días que vendrán encontrarán a la presidenta Cristina Kirchner asistiendo a numerosos encuentros empresarios. El que todos miran es el festejo de la Unión Industrial, presidido por Ignacio de Mendiguren, el jueves 1° de septiembre en Tecnópolis. Los organizadores dicen que hay más de 1.000 inscriptos y asistencia perfecta del gabinete y de la CGT de Hugo Moyano. Casi sin descanso, al día siguiente, la Presidenta festejará de nuevo el día del sector con otra entidad: la CAME de Osvaldo Cornide, que irá por tercer año a Olivos.
El miércoles próximo se realizará el Council of the Americas que cada año organiza la Cámara de Comercio, presidida por Carlos de la Vega. Allí los principales oradores oficiales serán el candidato a vice y ministro de Economía, Amado Boudou, y la titular del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont.
Sin embargo, allí no estará la Presidenta y sí la mayoría de los candidatos presidenciales de la oposición: Ricardo Alfonsín, Hermes Binner, Eduardo Duhalde y Alberto Rodríguez Saá.
El próximo martes se reunirá el denominado Grupo de los Seis (G6), por primera vez desde el resultado de las elecciones primarias y tras las polémicas declaraciones del titular de la Sociedad Rural, Hugo Biolcatti. Sus dichos fueron criticados por otros integrantes de la Mesa de Enlace, como el titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, pero también por miembros del G6.
El 31, en la Bolsa que comanda Adelmo Gabbi, se verán las caras por primera vez por ejemplo Biolcati y De Mendiguren, quienes por estos días suman más diferencias. Todos esos encuentros de coquetos canapés, convivirán con otras reuniones que prometen algunas asperezas.
Una mirada más de fondo le pone el acento a una de las pujas centrales que se desarrollarán desde ahora hasta el año próximo, aunque el primer round comenzará hoy. Los empresarios irán a la mesa con una propuesta de aumento del salario mínimo de entre el 18 y el 20 %. Para los empresarios de todos los sectores y tamaños el número que surja de las discusiones por el Consejo del Salario Mínimo le marcará la cancha a las paritarias 2012.
Funcionará como el piso para negociar el aumento salarial del año que viene. Y así también lo miran los dirigentes sindicales de todas las centrales que pretenden 40% de aumento en el salario mínimo. El piso de la negociación salarial que vendrá será clave para 2012.
Los empresarios creen que hay elementos concretos que auguran una economía mundial menos holgada. Entre esos elementos, la baja de calificación que se ganó Estados Unidos, los excedentes de exportación que ya circulan por los mercados internacionales y la situación cambiaria en Brasil, donde nadie vislumbra una catástrofe pero sí un crecimiento menor.
Salarios, dólar y temblores mundiales podrían seguir repercutiendo en la misma variable que «este modelo», como le gusta decir a la Presidenta, sigue mostrando flaca: inversiones privadas frías.
Por eso, señales de fondo concretas por parte de la Casa Rosada podrían mejorar estas percepciones. En bancos, compañías financieras, grandes industrias y empresas de comercio y servicios ya circula un paper que anticipa la importancia de que se sepa si el Gobierno pretende o no dar pasos firmes en una negociación con el Club de París.
Según ese documento la relación de la deuda argentina con el PBI es una de las más bajas del mundo. Y esto hoy podría beneficiar una renegociación con el Club de París. En las provincias también esperan alguna señal concreta por este lado, ya que en muchos casos acordar con el Club de París agilizaría avales que esperan ciertos distritos para salir al mercado internacional en mejores condiciones.
Claro que en esos casos, también mejorarían sus cuentas o acelerarían obras públicas y habrá que ver si la Casa Rosada preferiría en los próximos años mayor o menor dependencia económica por parte de las provincias que en los primeros cuatro años del mandato de Cristina Kirchner.
Mientras estas cuestiones se definen, algunos gobernadores (los que no pusieron su suerte a prueba en las urnas recientemente) ya recorren algunas entidades empresarias para organizar reuniones discretas.
En los bancos dicen sólo tener ojos de optimismo para el porvenir y así lo actuán frente al Gobierno. Los referentes de Adeba, Abapra y ABA esperan en cuestión de horas una venia del Banco Central sobre una propuesta que habían acercado desde esas usinas privadas. El BCRA acompañará a los bancos (subsidiando algunos puntos de tasa) en un nuevo plan de crédito a la inversión por líneas productivas de hasta 1.000 millones de pesos en pesos a entre 3 y 5 años de plazo sólo para pymes con una tasa cercana al 16%.
Queda claro el rédito político de un anuncio de estas características para el Gobierno cerca de las elecciones. Por su parte, los bancos podrían ampliar su cartera de clientes ofreciendo nuevos paquetes sobre todo en el interior.
Entre grandes y pequeñas empresas hay un consenso generalizado: en la superficie no habrá olas de aquí a octubre y los ejes centrales de la próxima gestión de Cristina Kirchner emergerán del fondo recién en enero.
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