Los costos de una escalada en la pelea serían altísimos
EL 40% DE LA EXPORTACION INDUSTRIAL VA A BRASIL
Sin embargo, finalmente la diplomacia y la voluntad política de ambas partes actuaron a tiempo para evitar que la sangre llegue al río.
El desencadenante del actual cruce proviene de que la Argentina no estaría cumpliendo con el compromiso asumido en febrero en oportunidad de la emisión de Licencias No Automáticas para 170 nuevos productos de que los productos brasileños no sufrirían demoras para ingresar al mercado argentino. Es de esperar que, al igual que en las anteriores situaciones de conflictividad, vuelva a primar la racionalidad y la voluntad de integración, ya que, de lo contrario, los costos de una escalada comercial serían altísimos.
Algunos datos contundentes: Brasil es el destino del 42% de las exportaciones industriales argentinas, y el sector automotor, que ha sido el objetivo de las recientes represalias de Brasil, destina el 81% de las exportaciones de vehículos a ese mercado y el 65% si hablamos de las autopartes.
En el corto plazo, el impacto es comercial. Una escalada de conflictividad pondría en riesgo la política de desarrollo industrial y de agregación de valor a las exportaciones, que constituye uno de los principales objetivos del Gobierno argentino. En ese caso aumentaría la ya elevada dependencia de las exportaciones de commodities. Dentro de una mirada de largo plazo, los mayores inconvenientes pasan por lo estratégico. Se vería seriamente dañada la búsqueda de integración y relacionamiento externo, que lleva décadas de construcción teniendo al Mercosur como piedra basal de esa inserción.
«Una mayor dificultad para ingresar a Brasil reduciría la capacidad para captar inversiones».
Un escenario de mayor dificultad para ingresar al mercado brasileño reduciría inmediatamente la potencialidad del país para captar inversiones, al menos aquellas de mayor significación para producir y vender en el mercado regional.
En este contexto, es claro que todo el Mercosur aparece como el principal perjudicado. La movida de Brasil debe ser interpretada con la mente en frío, y entender que se trata de un mensaje a las autoridades argentinas para que habiliten el diálogo bilateral, y un nuevo llamado de atención respecto a que la etapa de paciencia estratégica brasileña ya quedó atrás, y que en adelante las decisiones de impacto comercial deben alejarse del unilateralismo para dar paso al consenso.
ANALISIS
Dante Sica
Ex secretario de Industria y titular de abeceb.com
(Información General)
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