La fuga de capitales al exterior de los grandes operadores cayó el 90%

Argentina – 11/06/2012 – Tiempo Argentino – Pág. 2-3 – Tiempo de Lectura: 4′ 59»
 
La salida de divisas a través del contado con liquidación bajó de un promedio mensual de U$S 572 millones en el año pasado a U$S 38 millones en mayo de este año. Las medidas de control oficial resultaron determinantes para revertir la tendencia.
Por:
Ignacio Chausis

A fuerza de una gran presencia en los medios, los argentinos entraron en contacto durante las últimas semanas con algunos conceptos económicos poco conocidos para la mayoría hasta poco tiempo atrás, tales como «dólar blue» para referirse a aquel que opera en el mercado ilegal.
A la par, otro término comenzó a ser frecuente en la jerga cambiaria, «el contado con liqui», un mecanismo utilizado por personas y empresas para fugar capitales al exterior y que desde octubre pasado, a partir de los mayores niveles de fiscalización, se redujo en más del 90 por ciento. ¿En qué consiste el denominado «contado con liquidación»? Se trata de una operatoria relativamente sofisticada, en tanto se necesita, como mínimo, mantener una cuenta en el exterior, algo que está lejos de la mayoría de los argentinos. De esta manera, en lugar de dirigirse a una cueva financiera, el inversor compra en el ámbito local y con pesos títulos públicos o acciones de una firma que cotice también en el exterior, donde los liquida. En forma general, es utilizada por los grandes jugadores que buscan sobrepasar el actual límite de compra de U$S 2 millones por mes establecido por la Administración Federal de Ingresos Públicos. Según un informe oficial al que Tiempo Argentino tuvo acceso en exclusiva, durante los primeros diez meses de 2011 se fugaron a través de este mecanismo un promedio mensual superior a los U$S 572 millones, con picos de 756,9 millones en septiembre y de 677,9 en mayo. En cada mes, las operaciones llevadas a cabo por personas jurídicas duplican o triplican a aquellas efectuadas por personas físicas. En ambos casos deben tener los activos financieros por un plazo no menor a las 72 horas. Tras el rotundo triunfo de la presidenta Cristina Fernández en octubre de ese año, y ante la corrida cambiaria impulsada desde diversos mecanismos de poder, a fines de octubre el gobierno lanzó un paquete de medidas para mejorar la fiscalización en la compra-venta de dólares. Ese conjunto de medidas tenía como epicentro a la AFIP, que comenzó a contrastar las operaciones de compra de divisas a partir de la capacidad económica declarada de los contribuyentes. En la misma sintonía, el 28 de octubre, el Banco Central de la República Argentina emitió una comunicación –la 5236– por medio de la cual se puso como límite para operar para las personas físicas los activos declarados en bienes personales, mientras que para las empresas ese límite es su patrimonio neto. «Había tipos que tenían $ 200 mil declarados en bienes personales y hacían operaciones por 50 millones», expresó una fuente del Banco Central que prefirió el anonimato. Como consecuencia de los mayores controles, los montos operados a través del «contado con liqui» se modificaron drásticamente. En tal sentido, el promedio mensual de los siguientes siete meses, desde noviembre de 2011 a mayo del corriente año, se ubica en 38.456.000, es decir, apenas un 6% de lo operado en forma previa a los controles. Por caso, tras el primer mes de vigencia del nuevo marco normativo, las operaciones de contado con liqui pasaron de U$S 672,9 en octubre de 2011 a U$S 78,8, en noviembre. El notorio descenso en los montos operados se encuentra en sintonía con el menor número de operaciones, que pasaron de un promedio de casi 2000 mensuales a menos de 560 tras las mayores fiscalizaciones. «Las empresas operan en el contado con liqui (bonos dolarizados) porque esas operaciones son en blanco. No pueden justificar en sus balances la adquisición de dólares en negro en el mercado paralelo», consideró una fuente del sector financiero. Entre los títulos públicos, la mayor demanda se centra en bonos dolarizados, tales como el Boden 2012, el Bonar X o el Boden 2015, en tanto que entre las acciones sobresalen los «American Depositary Receipts» (ADRs). Estos últimos son certificados negociables equivalentes a la tenencia de una o más acciones de determinadas compañías que cotizan también en Wall Street. IRSA, Pampa Energía e YPF son algunas de las firmas argentinas que disponen de este tipo de instrumentos financieros. «Podemos discutir si el contado con liqui es deseable o no, lo que está fuera de discusión es que es un mecanismo legal», indicó un especialista en la materia, economista jefe de una reputada institución bancaria. «Lo que sí es verdad es que es un canal de salida de divisas. No obstante, las medidas que se tomaron son de transparencia y lograron bajar la operatoria, que esté más controlada, por lo cual generar medidas adicionales creo que es innecesario», concluyó la fuente. <
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Antecedentes
El 28 de octubre, el Banco Central emitió una comunicación –la 5236– por medio de la cual se puso como límite para operar para las personas físicas los activos declarados en bienes personales, mientras que para las empresas ese límite es su patrimonio neto. Esta decisión limitó y redujo notoriamente las operaciones de fuga a través del contado con liquidación que justamente cayeron abruptamente en el mes de noviembre. Esto explica por qué durante los diez primeros meses de 2011 salieron del país mediante este mecanismo un promedio mensual superior a los U$S 572 millones, con picos de $ 756,9 millones en septiembre y de U$S 677,9 en mayo, pero en noviembre cayó a U$S 78 millones. El contado con liquidación es una maniobra legal pero sofisticada que utilizan las empresas y los grandes operadores para sacar divisas del país. Para ello se utilizan títulos y acciones que cotizan en el mercado local y en los Estados Unidos.
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El ejemplo de la tasa Tobin

El 23 de mayo pasado, una amplia mayoría del Parlamento Europeo aprobó la creación de mayores gravámenes a las transacciones financieras. De acuerdo a las estimaciones preliminares, la aplicación de la Tasa Tobin podría generar recursos propios por cerca de 60 mil millones de euros. «Es un impuesto sumamente progresivo porque el común de la gente no utiliza estos instrumentos de derivados financieros, sino que consume bienes de la canasta básica. Aplicado en nuestro ámbito, disuadiría la fuga de capitales por este medio y desalentaría la práctica del contado con liquidación», evaluó una fuente consultada por Tiempo Argentino.
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La cifra
2000 operaciones mensuales con contado con liquidación era el promedio hasta octubre del año pasado, y desde noviembre se redujo a menos de 560 por las medidas del Central.

(Información General – Panorama Económico)

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