La dueña española de Edesur busca una tregua con Cristina
DESPUES DE LAS MULTAS Y LAS AMENAZAS DE ESTATIZACION
Antonio Rossi
arossi@clarin.com
«Hay que desensillar hasta aclare». El grupo Endesa, accionista mayoritario de Edesur, decidió aplicar para sus negocios en Argentina el tradicional dicho de los hombres de campo que también solía utilizar el ex presidente Perón ante una situación política incierta.
Las máximas autoridades de Endesa, su presidente, Borja Prado y el consejero delegado Andrea Brentan, dieron ayer nuevas señales de que, al menos por este año, no quieren conflictos con la administración kirchnerista y que seguirán adelante con su estrategia de acercamiento al Gobierno para recomponer las relaciones que se habían quebrado luego de los prolongados cortes de servicio a fines de 2010. «Si bien estamos ante un período difícil como son todos los procesos electorales, Endesa tiene una fuerte apuesta y un compromiso de inversión a largo plazo en Argentina que vamos a cumplir» sostuvo ayer Prado al término de la asamblea de accionistas realizada en la sede central madrileña del grupo energético.
Por su parte, Brentan optó por bajarle el tono a la recomposición de ingresos que viene reclamando Edesur y que fue reiterada la semana pasada cuando anunció una pérdida de $ 32,4 millones en el primer trimestre del año. «Sabemos que está pendiente una revisión tarifaria integral, pero recién cuando el Gobierno lo crea propicio se podrá resolver», sostuvo el consejero, que, curiosamente, fue muy directo a la hora de reclamar un ajuste del 10% para las tarifas eléctrica de España.
Tras los cortes de luz de fines de diciembre que afectaron a casi 150.000 familias, la tensión entre el Gobierno y Edesur llegó a un punto crítico. Luego de amenazarla con el quite de la concesión, el ministerio de Planificación le aplicó una multa de $ 64,4 millones.
Con el fin de descomprimir la embestida y recomponer la imagen, Brentan viajó en enero a Buenos Aires para anunciar un incremento del 30% en las inversiones previstas para este año. Ahora, esa jugada conciliadora (que también desplegó en 2008 el grupo norteamericano AES cuando afrontó una situación similar con Edelap) quedó reforzada con los mensajes que los timoneles de Endesa le bajaron a sus accionistas. Más allá de la decisión política de no confrontar, los números de los negocios de Endesa en Argentina no resultaron tan alentadores como los del resto de Latinoamérica y Europa.
(Actividad Económica – Sector Electricidad – Sector Energía – Panorama Económico)
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