Gremios y patronales, muy lejos de un acuerdo

Argentina – 25/08/2011 – La Nación – Pág. 8/Sección: Política – Tiempo de Lectura: 1′ 53»
 
Ambos sectores tienen amplias diferencias

La reunión del Consejo del Salario Mínimo que convocó ayer el Gobierno volverá a poner en evidencia el descrédito de los sindicatos sobre los números de la inflación que informa la Casa Rosada. Pero también podría deparar un duro enfrentamiento entre las cámaras patronales y los gremios, ya que la CGT de Hugo Moyano y la CTA de Hugo Yasky llegarán por primera vez con un pedido común: elevar un 41 por ciento el salario mínimo, vital y móvil, para fijarlo en 2600 pesos. Ese número está muy alejado de las expectativas de los empresarios, que intentarán limitar el incremento al 18%.

En diálogo con La Nación, el secretario general del gremio de trabajadores de Dragado y Balizamiento, Juan Carlos Schmid, ratificó los números que la CGT llevará ante el ministro Carlos Tomada. «Nuestra posición es un aumento del 41%, para llevar el salario mínimo a los 2600 pesos», dijo el aliado de Moyano, que también pedirá la actualización de las asignaciones familiares y una nueva corrección del mínimo imponible del impuesto a las ganancias.

Los empresarios irán al Consejo del Salario con el convencimiento de que llegan lejos de un acuerdo. «Nunca hemos estado tan lejos», dijo a La Nación Daniel Funes de Rioja, uno de los vicepresidentes de la UIA. «El aumento no debería ser más del 18 o 19 por ciento. Hay que pensar que la última elevación del piso, que determinó el salario mínimo de 1840 pesos, rige desde enero», agregó. Los empresarios volverán a reunirse hoy, a las 16, en la Bolsa de Comercio. Estarán representantes de la UIA, las cámaras de comercio, construcción y servicios, la Bolsa, los bancos y las entidades rurales.

Salvo cambios de último momento, Moyano llegará mañana a la reunión en el Ministerio de Trabajo junto con Antonio Caló, líder de la UOM, y Gerardo Martínez, de la Uocra. Yasky (docentes) y Pedro Wasiejko (neumáticos) participarán en representación de la única fracción de la CTA que reconoce el Gobierno.

La otra rama de la central obrera, que lidera el estatal Pablo Micheli, denunció que no fue convocada por el Gobierno y dijo que el Consejo del Salario nunca cumplió la función para la cual fue creado, que es fijar el valor de la canasta básica familiar. «Debería ser de 5700 pesos, para asegurar una vida digna», sostuvo Ricardo Peidró, secretario adjunto de Micheli. Yasky reclamará que la canasta básica sea fijada en $ 2750 y que el Consejo establezca un mecanismo para funcionar regularmente.
Por Marcelo Veneranda | LA NACION

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