Gobierno congelaría la ley de reparto de ganancias

Argentina – 05/05/2011 – Ambito Financiero – Pág. 3 – Tiempo de Lectura: 3′ 38»
 
La Presidente dijo preferir «bonos por productividad». Pidió que el tema lo negocien la UIA y la CGT
«Los que me mandan mensajes por los diarios es porque no quieren hablar conmigo. Si algún día les mando un mensaje por los diarios, es porque estamos en guerra. Todos los temas tienen que ser motivo de diálogo, y no puede ser que se vea como una rareza que la Presidente reciba a los industriales». Con esta frase, Cristina de Kirchner despidió a los 26 miembros del comité ejecutivo de la Unión Industrial Argentina (UIA), con los que había conversado durante casi dos horas y media. Los empresarios se miraron y les quedó claro a quién se refería: sin nombrarlo había hecho alusión al Grupo Techint; un rato antes, cuando un autopartista se quejaba por la caída de competitividad a la que estaba sometido su sector por la suba de algunos costos, la Presidente acotó: «Hay algunas industrias monopólicas que provocan problemas en otros sectores». El principal insumo de la industria automotriz es la chapa que produce Techint. «Hablen entre ustedes. Es un tema que tienen que arreglar con los trabajadores en el diálogo social», dijo Cristina, dejando una definición que pareció volver a poner «en el freezer» el controvertido proyecto de ley para que los trabajadores participen en las ganancias (y en el control contable) de las empresas que impulsa la CGT a través de su diputado Héctor Recalde. Esa norma en ciernes fue una de las preocupaciones centrales que llevó ayer a la Casa Rosada la flamante conducción de la central fabril en su primer encuentro con la mandataria. Agregó la jefa de Estado que el tema de las ganancias obreras «podía ser debatido directamente entre trabajadores y empresarios», y sugirió que las compañías podían pensar en mecanismos alternativos como «bonos anuales, mayor productividad…». Le respondieron que un gran número de empresas industriales ya tienen incorporada la práctica del «bonus» anual para sus trabajadores en función de ganancias. Del encuentro participaron los ministros Carlos Tomada (Trabajo), Amado Boudou (Economía), Julio De Vido (Planificación) y Débora Giorgi (Industria), que recibieron a la nutrida delegación de la UIA, compuesta por los 26 integrantes de su comité ejecutivo y encabezada por su presidente José Ignacio de Mendiguren. No fue de la partida Luis Betnaza, vicepresidente de la entidad y mano derecha de Paolo Rocca en Techint, de viaje por España. Sin dudas su ausencia evitó la posibilidad de alguna rispidez. La charla duró casi dos horas y media y arrancó con un largo discurso (25 minutos) de la Presidente sobre la actualidad. Después repasó en voz alta casi todos los puntos de un trabajo que le entregó Mendiguren, acordando con algunos y difiriendo en otros. «Este Gobierno está comprometido con la industrialización de la Argentina», dijo, y ordenó que «cada tema en particular lo sigan con el ministro del área que corresponda».En ese punto Daniel Funes de Rioja expuso sobre otro tema que desvela a los empresarios: la industria del juicio, alentada por la falta de legislación en materia de accidentes de trabajo. La «doble vía» (la posibilidad de cobrar la indemnización de la ART y luego reclamar un monto mayor en la Justicia) hizo que hoy haya en tribunales -dijo Funes de Rioja- unos 62.000 juicios por más de u$s 2.000 millones. La Presidente volvió a calificar con dureza a quienes medran con estos pleitos, y prometió buscar una solución al tema. «Ya lo hablé con (Hugo) Moyano, y le di al ministro de Trabajo instrucciones de buscar una salida a esta cuestión», agregó. La doble vía, cabe recordarlo, fue habilitada por un fallo de la Corte Suprema que definió como anticonstitucional el tope a las indemnizaciones de las ART. El año pasado el Gobierno emitió un decreto aumentando esos topes, con el argumento de que, si los trabajadores eran bien recompensados, los juicios se acabarían. Sucedió lo contrario. En relación con el mecanismo de «tercerización» (uno de los que más conflictos viene provocando por los reclamos de los «tercerizados» de ser absorbidos por las empresas para las que prestan servicios), los industriales explicaron que quienes trabajen en el «corazón» del negocio (operen una máquina que fabrica galletitas en una alimentaria) no pueden pertenecer a una empresa satélite, pero las actividades no centrales (logística, transporte) deben quedar fuera de la compañía. Tanto el mencionado Funes de Rioja -presidente de la COPAL, que reúne al sector alimentario- como el autopartista José Luis Basso se quejaron de los aumentos de costos y los aumentos salariales. La Presidente prometió pedir «racionalidad» a los reclamos gremiales.
Por: Sergio Dattilo
Los 26 miembros del Comité Ejecutivo de la UIA, con Cristina y ministros ayer en la Casa Rosada. Se habló de salarios, industria del juicio y reparto de ganancias. La Presidente dijo: «Quien me manda mensajes por los diarios no quiere hablar conmigo».

(Información General – Actividad Económica – Sector Negocios – Panorama Económico)

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