FMI: al mando quedó un «duro» y Boudou espera un cambio rápido

Argentina – 11/06/2011 – Clarín – Pág. 42/Sección: El País – Tiempo de Lectura: 2′ 40»
 
LA ARGENTINA Y EL ORGANISMO MULTILATERAL
El reemplazante interino de StraussKahn es John Lipsky, muy crítico del país.
El Gobierno argentino todavía no manifestó públicamente cuál es su candidato para encabezar el Fondo Monetario Internacional (FMI), tras la renuncia de Dominique Strauss-Kahn. Los dos principales postulantes al puesto son el mexicano Agustín Carstens ­ a los ojos locales, le juega a favor que es de un país «emergente», pero en contra que es demasiado «ortodoxo»­ y la francesa Christine Lagarde (representa a Europa, «Lipsky es el representante más tradicional del Fondo. El que solicita los ajustes» pero el equipo de Boudou cree que mantendrá el rumbo de su predecesor). Lo que si sabe es que el equipo económico quiere que el próximo 30 de junio salga el nombre de un nuevo líder para el FMI. Es que el actual número dos, el estadounidense John Lipsky, provoca escasa simpatía en el Ministerio de Economía.

«Lipsky es el representante más tradicional del Fondo. El que solicita ajustes a cambio de paquetes de rescate. Es la cara que el Fondo quiere cambiar», explican quienes tratan con el equipo argentino y con el organismo multilateral. Durante la última asamblea del FMI y el Banco Mundial, hace un mes y medio, se hablaba de dos abordajes sobre los puntos conflictivos de la economía argentina: las estadísticas poco confiables de la inflación y el incumplimiento a rendir cuentas del artículo cuarto.

Mientras que Strauss-Kahn era partidario de buscar acuerdos y darle tiempo al país («quería ser presidente de Francia y no pelearse con nadie en el medio», sintetizaban en Washington), el ala de los técnicos ­ con Lipsky a la cabeza ­ reclamaba más dureza con la Argentina. «El FMI mandó una misión técnica para colaborar con la mejora de las estadísticas. Ahora hay que ver si la Argentina está dispuesta a implementar nuestras recomendaciones», le contó a Clarín un representante de ese bando, compuesto por economistas que tienen más ambiciones académicas que políticas. Allí descreen que el país implemente reformas.

Aunque el ministro de Economía Amado Boudou calificó al chileno Nicolás Eyzaguirre (director de Asuntos Hemisféricos del FMI) como un «amigo», las diferencias entre ambos persisten.

El trasandino advirtió sobre los riesgos del «sobrecalentamiento» en las economías latinoamericanas. El funcionario argentino le contestó que «la economía argentina no está recalentada». Al día siguiente, su equipo difundió un texto que atacaba a los técnicos del Fondo. «La metodología usada por el organismo para evaluar distintos aspectos es simplista, y no sirve para ningún propósito útil, salvo para señalar países y generar incertidumbre en los mercados».

La declaración no gustó en Washington, donde tragaron saliva y guardaron silencio.

De todas formas, ya hubo una pequeña revancha. Eyzaguirre fue a México a hablar sobre el panorama regional. Allí, mencionó varias características comunes de las economías expuestas al «sobrecalentamiento»: «sube la inflación en alimentos, se achican los déficits (fiscal y comercial) y las importaciones crecen más rápido que las exportaciones», explicó. Son todas condiciones que calzan aquí.

Sobre Argentina, Eyzaguirre contestó que la situación de la inflación «estructural» es «precaria» y se necesitaba desacelerar la demanda. Es exactamente lo contrario del credo oficial al respecto.
Martín Bidegaray
mbidegaray@clarin.com
ARCHIVO CLARIN FRENTE A FRENTE. EL CHILENO EYZAGUIRRE DISCUTIO CON BOUDOU EN LA CUMBRE DEL FMI EN TURQUIA, EN 2009.

(Información General – Panorama Económico)

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