Empresarios argentinos y brasileños, contra Moreno
Argentina – 04/05/2012 – Clarín – Pág. 27/Sección: Opinión – Tiempo de Lectura: 4′ 19»
Panorama empresarial
Panorama empresarial
Por Marcelo Bonelli
Las trabas al comercio externo impuestas por el secretario de Comercio están afectando la producción de bienes en el país y, además, comenzarían a frenar las ventas al exterior.
Los máximos referentes de las empresas brasileñas en Argentina se reunieron para evaluar una estrategia contra las restricciones al comercio bilateral. La reunión fue reservada y en ella los hombres de negocios fueron durísimos contra la política económica «rudimentaria» que lleva adelante Guillermo Moreno.
Hubo críticas al destrato del funcionario a los hombres de negocios, pero lo peor fue la conclusión: para los brasileños se hace difícil mantener el ritmo de producción en el país, mientras Argentina continúe con medidas que desalientan la inversión productiva, como las que traban el comercio exterior. Markus Stefan Heydn, dueño de Coopershoes, dijo: «El torniquete a la importación frenó la producción de nuestra planta de calzados.» Las objeciones fueron hacia la «discrecionalidad» en el manejo de las importaciones de insumos y ahora se cuestionan las nuevas limitaciones para exportar.
Estuvieron las 30 primeras figuras de las empresas radicadas en la Argentina. Un delegado de Petrobras, el encargado de la constructora Odebrecht, banqueros y el referente minero del Grupo Vale, así como de la firma Camargo Correa.
A diferencia de los empresarios argentinos, en la reunión privada los brasileños hablaron sin tapujos.
Hubo objeciones a los cambios en las reglas de juego y se admitió que las trabas al comercio se producen por una cuestión central: la Argentina no tiene la cantidad de dólares que su economía necesita para funcionar sin turbulencias.
El conjunto de empresarios siguió la línea argumental, que definió hace unas jornadas el titular de la minera Vale, Murilo Ferreira. En una declaración pública dijo: » Estamos revisando el proceso de inversión en Argentina debido a la preocupación por la inflación y la incertidumbre política en el marco de la expropiación de YPF.» Ayer se ratificaron esos dichos.
El encuentro fue cerrado. Además de los hombres de negocios, sólo estuvo el jefe del Grupo Brasil, Manuel Díaz y participó el embajador Helio Cordeiro. El diplomático fue el encargado de suavizar las críticas y exigir moderación en los reclamos. Cordeiro es un hábil diplomático, que insiste en la necesidad de no confrontar con la Casa Rosada y buscar soluciones a través de una propuesta binacional superadora.
El diplomático sigue la estrategia oficial de Brasilia hacia la Argentina. Dilma Rousseff tiene importantes diferencias con la política de Cristina Kirchner, pero no quiere confrontar, para evitar enfrentamiento públicos y prefiere contener a la Presidenta argentina. Esa opinión íntima de Rouseff la expresó en público su estrecha colaboradora, la titular de Petrobras. Maria Foster dijo: » Nosotros no rompemos contratos como sucede en otros países. Es seguro invertir en Brasil «.
En el mercado petrolero, se conoce que Julio De Vido propuso un candidato a presidir YPF: el actual titular de Enarsa, Ezequiel Espinoza, aunque también circulan otros nombres.
Brasil tiene una estrategia de captar inversores y eso se refleja en una cuestión: Argentina tiene el problema de fuga de capitales y Brasil el del ingreso masivo de dólares.
La tensión se notó también en cuestiones menores, pero que reflejan la falta de pericia y profesionalismo en los funcionarios argentinos. En las últimas jornadas la Cancillería, sin consulta previa, suspendió las reuniones mixtas previstas del «comité de intercambio binacional».
Héctor Timerman culpa a Moreno y el funcionario a Débora Giorgi.
Ahora Moreno impulsa una misión comercial a San Pablo, pero hasta el momento no notificó de su viaje oficial a Brasi l. El secretario se reuniría con el titular de la federación de Industriales de San Pablo, Paulo Skaf quien fue desautorizado por los inversores brasileños. Skaf ponderó a Moreno en su último viaje a Buenos Aires: «Ojala tuviéramos a Moreno en Brasil».
Pero ayer los inversores brasileños denostaron al funcionario en la reunión privada. Una parte del encuentro la utilizaron para comentar sus insultos y destratos.
El clima estaba caldeado porque el Gobierno adoptó otra medida para ahorrar dólares: ahora obliga a los exportadores a liquidar sus ventas en sólo 15 jornadas. La decisión refleja la urgencia de divisas, pero puede generar el efecto contrario: frenar ventas. Por eso la Unión Industrial Argentina hará un reclamo contra la política de comercio exterior del Gobierno.
Ayer se ultimaba la redacción de una nueva carta, en la cual los empresarios objetan la decisión de la Casa Rosada de obligar a los exportadores a realizar la liquidación de divisas de sus ventas en sólo una quincena. El borrador de la nota indica que la medida ya generó un freno en las exportaciones fabriles de miles de pequeñas y medianas industrias que el propio kirchnerismo las incentivó a buscar mercados externos. En la lista de afectadas están las preferidas de Cristina Kirchner en su campaña electoral: las autopartistas Basso y Taranto.
El documento sería enviado a Hernán Lorenzino, Débora Giorgi y Mercedes Marcó del Pont. Su texto podría generar una reacción política similar a la carta que la UIA envió en enero criticando las trabas a la importación.
En el Grupo de los 6 se sigue de cerca la cuestión y se tomó nota de un hecho: todos los empresarios que fueron atacados por la Casa Rosada salieron fortalecidos en sus internas políticas. Adelmo Gabbi logró la reelección en la Bolsa de Comercio y Jorge Brito fue ungido otra vez en la Asociación de Bancos Argentinos. Se trata de una señal concreta: la resistencia al intento de división del movimiento empresario que propicia el propio Gobierno.
Copyright Clarín, 2012.
Las trabas al comercio externo impuestas por el secretario de Comercio están afectando la producción de bienes en el país y, además, comenzarían a frenar las ventas al exterior.
Los máximos referentes de las empresas brasileñas en Argentina se reunieron para evaluar una estrategia contra las restricciones al comercio bilateral. La reunión fue reservada y en ella los hombres de negocios fueron durísimos contra la política económica «rudimentaria» que lleva adelante Guillermo Moreno.
Hubo críticas al destrato del funcionario a los hombres de negocios, pero lo peor fue la conclusión: para los brasileños se hace difícil mantener el ritmo de producción en el país, mientras Argentina continúe con medidas que desalientan la inversión productiva, como las que traban el comercio exterior. Markus Stefan Heydn, dueño de Coopershoes, dijo: «El torniquete a la importación frenó la producción de nuestra planta de calzados.» Las objeciones fueron hacia la «discrecionalidad» en el manejo de las importaciones de insumos y ahora se cuestionan las nuevas limitaciones para exportar.
Estuvieron las 30 primeras figuras de las empresas radicadas en la Argentina. Un delegado de Petrobras, el encargado de la constructora Odebrecht, banqueros y el referente minero del Grupo Vale, así como de la firma Camargo Correa.
A diferencia de los empresarios argentinos, en la reunión privada los brasileños hablaron sin tapujos.
Hubo objeciones a los cambios en las reglas de juego y se admitió que las trabas al comercio se producen por una cuestión central: la Argentina no tiene la cantidad de dólares que su economía necesita para funcionar sin turbulencias.
El conjunto de empresarios siguió la línea argumental, que definió hace unas jornadas el titular de la minera Vale, Murilo Ferreira. En una declaración pública dijo: » Estamos revisando el proceso de inversión en Argentina debido a la preocupación por la inflación y la incertidumbre política en el marco de la expropiación de YPF.» Ayer se ratificaron esos dichos.
El encuentro fue cerrado. Además de los hombres de negocios, sólo estuvo el jefe del Grupo Brasil, Manuel Díaz y participó el embajador Helio Cordeiro. El diplomático fue el encargado de suavizar las críticas y exigir moderación en los reclamos. Cordeiro es un hábil diplomático, que insiste en la necesidad de no confrontar con la Casa Rosada y buscar soluciones a través de una propuesta binacional superadora.
El diplomático sigue la estrategia oficial de Brasilia hacia la Argentina. Dilma Rousseff tiene importantes diferencias con la política de Cristina Kirchner, pero no quiere confrontar, para evitar enfrentamiento públicos y prefiere contener a la Presidenta argentina. Esa opinión íntima de Rouseff la expresó en público su estrecha colaboradora, la titular de Petrobras. Maria Foster dijo: » Nosotros no rompemos contratos como sucede en otros países. Es seguro invertir en Brasil «.
En el mercado petrolero, se conoce que Julio De Vido propuso un candidato a presidir YPF: el actual titular de Enarsa, Ezequiel Espinoza, aunque también circulan otros nombres.
Brasil tiene una estrategia de captar inversores y eso se refleja en una cuestión: Argentina tiene el problema de fuga de capitales y Brasil el del ingreso masivo de dólares.
La tensión se notó también en cuestiones menores, pero que reflejan la falta de pericia y profesionalismo en los funcionarios argentinos. En las últimas jornadas la Cancillería, sin consulta previa, suspendió las reuniones mixtas previstas del «comité de intercambio binacional».
Héctor Timerman culpa a Moreno y el funcionario a Débora Giorgi.
Ahora Moreno impulsa una misión comercial a San Pablo, pero hasta el momento no notificó de su viaje oficial a Brasi l. El secretario se reuniría con el titular de la federación de Industriales de San Pablo, Paulo Skaf quien fue desautorizado por los inversores brasileños. Skaf ponderó a Moreno en su último viaje a Buenos Aires: «Ojala tuviéramos a Moreno en Brasil».
Pero ayer los inversores brasileños denostaron al funcionario en la reunión privada. Una parte del encuentro la utilizaron para comentar sus insultos y destratos.
El clima estaba caldeado porque el Gobierno adoptó otra medida para ahorrar dólares: ahora obliga a los exportadores a liquidar sus ventas en sólo 15 jornadas. La decisión refleja la urgencia de divisas, pero puede generar el efecto contrario: frenar ventas. Por eso la Unión Industrial Argentina hará un reclamo contra la política de comercio exterior del Gobierno.
Ayer se ultimaba la redacción de una nueva carta, en la cual los empresarios objetan la decisión de la Casa Rosada de obligar a los exportadores a realizar la liquidación de divisas de sus ventas en sólo una quincena. El borrador de la nota indica que la medida ya generó un freno en las exportaciones fabriles de miles de pequeñas y medianas industrias que el propio kirchnerismo las incentivó a buscar mercados externos. En la lista de afectadas están las preferidas de Cristina Kirchner en su campaña electoral: las autopartistas Basso y Taranto.
El documento sería enviado a Hernán Lorenzino, Débora Giorgi y Mercedes Marcó del Pont. Su texto podría generar una reacción política similar a la carta que la UIA envió en enero criticando las trabas a la importación.
En el Grupo de los 6 se sigue de cerca la cuestión y se tomó nota de un hecho: todos los empresarios que fueron atacados por la Casa Rosada salieron fortalecidos en sus internas políticas. Adelmo Gabbi logró la reelección en la Bolsa de Comercio y Jorge Brito fue ungido otra vez en la Asociación de Bancos Argentinos. Se trata de una señal concreta: la resistencia al intento de división del movimiento empresario que propicia el propio Gobierno.
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