El capital local es líder en servicios públicos e industrias de (…)
El capital local es líder en servicios públicos e industrias de bienes primarios:
Las firmas extranjeras se consolidan en el ranking de las que más facturan
Los datos surgen de un trabajo realizado por los investigadores de Flacso, Eduardo Basualdo, Martín Schorr y Pablo Manzanelli. Destacaron que la novedad es la «reaparición del capital estatal».
La cúpula empresarial de la Argentina gravitó históricamente a lo largo de un eje central: capital nacional versus capital extranjero. En los últimos años, las firmas foráneas fueron ganando terreno en el panel de las doscientas empresas más grandes, desalojando al capital nacional, que sin embargo todavía mantiene un lugar clave en áreas vinculadas a la industria de bienes primarios y los servicios públicos.
Así lo comprobó un informe recientemente difundido de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), en el que se advierte respecto de un proceso de concentración y extranjerización en la cima empresarial, lo que lleva implícito la disminución del peso de la «decisión nacional» en el desarrollo de políticas económicas.
Sucede que en el período analizado, que corre entre 2001 y 2010, las empresas de capital nacional fueron «desplazadas» en el ranking de las principales firmas, dejando espacio de las corporaciones extranjeras que en muchos casos escalaron posiciones o se mantuvieron estables.
Ese «desplazamiento» afectó -se subrayó en el trabajo- a las compañías que orbitan sobre el mercado interno: Disco, Edesur, Edenor, Metrogas y AySA.
En contraposición, fueron adquiriendo peso las empresas más orientadas hacia los mercados externos, con particular salto de las mineras, pero también las vinculadas a la actividad agroexportadora y a aquellas industrias de manufacturas de bienes primarios.
«De modo que es el núcleo duro de la elite empresaria el que ha tenido un rol decisivo en el boom exportador que experimentó la economía argentina en la posconvertibilidad», precisa este estudio titulado Elite empresaria y régimen económico en la Argentina. Las grandes firmas en la posconvertibilidad, que lleva la firma del economista Eduardo Basualdo y los sociólogos Martín Schorr y Pablo Manzanelli. Fue así que a lo largo de toda esta década 2001/2010 se registraron «cambios de mano» a favor del capital extranjero en varias e importantes compañías que anteriormente eran propiedad de accionistas locales y, según la previsión de los analistas, por las condiciones macroeconómicas actuales estas firmas foráneas cuentan ahora con «amplias potencialidades de crecimiento y expansión».
Tales son los casos de Acindar, Alpargatas, Cervecería Quilmes, Loma Negra, Molfino Hermanos, Pecom Energía, Peñaflor, Quickfood y Trigaglia.
En el proceso inverso, es decir en las renacionalizaciones de capital dentro del panel de las doscientas compañías hay dos tendencias claras: la estatización de empresas de servicios (Correo Argentino, AySA y Aerolíneas Argentinas) y el ingreso de algunos grupos económicos locales, ya sea con el control total o parcial del paquete accionario de firmas líderes. Entre estas últimas figuran Destilería Argentina de Petróleo, Pecom Agra, Telecom Argentina, Telecom Personal, YPF y Peñaflor. De acuerdo con el estudio, para 2010 más del 40% de la facturación de toda la cúpula empresaria estuvo concentrado en «menos de un centenar de empresas trasnacionales». Factor que «se encuentra estrechamente vinculado con el reordenamiento de precios relativos que tuvo lugar tras el abandono de la convertibilidad».
De allí que entre las corporaciones trasnacionales que se incorporaron al panel se destaquen varias dedicadas a la actividad agropecuaria y agroindustrial (como Agroservicios Pampeanos, Molfino Hermanos, Noble, Quickfood), al sector minero (Cerro Vanguardia, Minera Argentina Gold, Minera Santa Cruz), a la armaduría automotriz (Bridgestone Firestone, Dana, Mercedes-Benz, Pirelli y Honda) y al complejo químico-petroquímico (Novartis Argentina, Petroken).
Por lo tanto, explica el informe que si se hace foco sobre «el núcleo duro» de las cincuenta firmas más grandes del país se encontrará que está conformado por «un puñado de holdings nacionales y, fundamentalmente, empresas extranjeras».
El dato novedoso es la «irrupción de compañías mineras metalíferas» que fueron ganando recientemente «una importante presencia en la cúpula empresaria».
Sin embargo, el estudio también destaca que «luego del desguace del Estado mediante las privatizaciones» del período neoliberal, el decenio 2001-2010 «arroja como balance neto una reaparición del capital estatal».
«La elite empresaria tuvo un rol decisivo en el boom exportador», indicaron los investigadores
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Comercio exterior, un mercado para pocos
En 2010, las doscientas firmas más grandes que operan en la Argentina condensaron casi el 72% del total de exportaciones del país, según el informe de Flacso, que además sostiene que los niveles de concentración se intensifican todavía más si el análisis se centra sobre el núcleo de las cincuenta corporaciones de mayor tamaño.
«En 1991 las cincuenta mayores empresas de la cúpula explicaron el 27% de las exportaciones totales, en 2001 el 41,4%, mientras que en 2010 aportaron el 59,1%», explican los investigadores.
En el valor bruto de toda la producción nacional, este club de cincuenta firmas representó a finales de la década el 17%, con un ritmo de crecimiento superior al del resto del panel.
De acuerdo con el estudio, en relación con la década del ’90, se produjeron «importantes transferencias intersectoriales del ingreso a favor de las actividades productivas, en especial hacia aquellas asociadas a la explotación y el procesamiento de recursos naturales».
Es por eso que «el podio de los ganadores de la elite empresaria en la posconvertibilidad» está integrado por los sectores del petróleo, la minería y las ramas fabriles ligadas a los recursos naturales.
El trabajo de Basualdo, Schorr y Manzanelli concluye que «resulta necesario implementar políticas activas que, insertas en una estrategia nacional de desarrollo, tiendan a desactivar la circularidad de algunos de los procesos económicos analizados», entre los que resalta «aquellos que tienden a cristalizar la estructura productiva regresiva heredada de la etapa de predominio del neoliberalismo». No obstante, los investigadores reconocen que se trata de una tarea «sumamente compleja».
(Actividad Económica – Panorama Económico)
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