Comenzó la distensión
Con concesiones mutuas, la Argentina y Brasil comenzaron a bajarle el tono al conflicto comercial. Brasil destrabó el ingreso de autos. Argentina habilitó licencias para calzados, baterías y neumáticos.
Como se esperaba, el «gesto» que reclamó desde un primer momento el gobierno argentino llegó antes de la ronda bilateral de negociación. Pero incluso esta instancia preparatoria fue producto de una tensa negociación. La ministra de Industria, Débora Giorgi, le planteó inicialmente a su par brasileño, Fernando Pimentel, que sólo se sentaría a discutir sobre la política de administración de comercio que aplica la Argentina si Brasil retiraba las licencias que interpuso al comercio bilateral o al menos liberaba los autos varados en la frontera. Brasil respondió que el «gesto» debería ser mutuo, por lo que la Argentina tendría que realizar alguna concesión.
Según confirmaron fuentes del Ministerio de Industria, a las seis de la tarde de ayer, el secretario ejecutivo del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Alessandro Teixeira, se comunicó con Bianchi para informarle que dos horas antes había comenzado la liberación de autos fabricados en la Argentina y que serían unos mil automóviles los que se destrabarían durante el día de ayer. Según las últimas estimaciones, estaban detenidos unos 2800 vehículos en total. «Esta era la condición que pidió la Argentina para sentarse a negociar. Si no, la reunión hubiera peligrado», comentaron en la cartera industrial.
Fuentes del sector privado consultadas por este diario confirmaron la versión oficial. Desde una automotriz indicaron que el gobierno de Brasil se comunicó con la filial de la firma en ese país para obtener datos sobre cuáles unidades estaban varadas y desde cuándo. La intención sería liberar los vehículos que salieron de las fábricas cuando aún estaba vigente el esquema de licencias automáticas, es decir a los cuales el cambio regulatorio les impactó «en camino». Otro criterio podría ser priorizar el ingreso de modelos que presentan problemas de abastecimiento en el mercado vecino.
De parte del gobierno argentino, Bianchi firmó ayer las licencias no automáticas para permitir el ingreso de calzados, baterías y neumáticos, que estaba bastante demorado. Son sectores en los que Brasil habría solicitado un «gesto» previo. Asesores de Giorgi aclaran que las licencias liberadas no comprometen grandes volúmenes de producción. Sin embargo, importadores locales de productos brasileños señalan que los empresarios vecinos también tienen pretensiones en agilizar la obtención de licencias para maquinaria agrícola y alimentos, aunque seguramente esos reclamos saldrán a la luz la semana próxima. En esas rondas de negociación, uno de los ejes será el esquema que finalmente se establecerá para el sector automotor entre ambos países.
Brasil tuvo desde enero hasta abril de 2011 un déficit de 1900 millones de dólares en vehículos terminados, y el 24 por ciento se explicó por productos fabricados en la Argentina. Según técnicos de Industria, el principal problema del país vecino en el sector «es con extrazona, en particular con Corea». Por eso confían en que se termine facilitando el ingreso de vehículos argentinos a través de un canal fast-track.
Por Javier Lewkowicz
Sobre 2800 unidades de fabricación argentina varadas en la frontera, un millar ya fue autorizado.
(Información General – Panorama Económico)
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