Buscan acordar con el Club de París
Argentina – 10/06/2011 – La Nación – Pág. 2/Economía & Negocios – Tiempo de Lectura: 2′ 55»
La deuda en Default / Declaraciones del ministro de Economía: Boudou afirmó que intenta cerrar la negociación este año; el objetivo es un plan para pagar en tres años y medio
La deuda en Default / Declaraciones del ministro de Economía: Boudou afirmó que intenta cerrar la negociación este año; el objetivo es un plan para pagar en tres años y medio
Martín Kanenguiser
LA NACION
El ministro de Economía, Amado Boudou, afirmó ayer que intenta lograr antes de fin de año un acuerdo para pagarles la deuda impaga desde 2001 a los países que integran el Club de París, con un cronograma de cancelación a tres años y medio.
La concreción de este deseo implica, entre otras cuestiones, prenderle una vela a la ministra de Finanzas, Christine Lagarde, para que quede como favorita este fin de semana en el cierre de la contienda por la jefatura del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La otra cuestión que el Gobierno debería destrabar, según afirmaron calificadas fuentes allegadas a la negociación, es el problema diplomático con Estados Unidos por la carga de un avión norteamericano retenida desde 2010.
«Seguimos negociando. No hay un solo día que no estemos trabajando en temas que son prioridades financieras del país», dijo Boudou ayer en Ituzaingó, en uno de los tantos actos que comparte con el director de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), Diego Bossio, para repartir netbooks entre escolares. Cuando el funcionario fue consultado sobre la posibilidad de lograr el acuerdo este año, afirmó: «Vamos a tratar [de que sea así]».
El primer punto para arribar a un acuerdo es la conciliación definitiva del monto acumulado desde el default, de fines de 2001. La cifra acordada estaría en torno de los US$ 8400 millones, aunque persistirían algunas diferentes respecto a los intereses caídos.
En cuanto al plazo, la intención oficial sería tratar de cerrar un cronograma de pagos en torno de tres años y medio, de modo de no afectar excesivamente el stock de reservas del Banco Central, en un contexto de mayor debilidad de las cuentas externas.
De este modo, se llegaría a un término medio entre los 12 meses exigidos a priori por los acreedores y los 6 años ofrecidos informalmente por el Ministerio de Economía.
Las fuentes locales indicaron que este plazo intermedio habría sido aceptado por varios acreedores aun sin el monitoreo del FMI, pese a las versiones de fuentes extranjeras que planteaban lo contrario.
Más allá de los plazos, hay dos cuestiones políticas para develar:
Si se destraba el mal clima con el gobierno de Obama por el affaire de la carga incautada a un avión militar norteamericano. Fuentes oficiales indicaron que notan «poca colaboración» del canciller Héctor Timerman para solucionar este conflicto diplomático.
Si es verdad, como piensa Boudou, que la elección de Lagarde al frente del FMI puede facilitar la negociación. Este fin de semana se cierran las candidaturas definitivas y la ministra francesa (mencionada ayer en la prensa de su país por un acto de presunta corrupción) a priori aparece como favorita frente al mexicano Agustín Carstens. Este pasó por Buenos Aires, pero Boudou parece apostar por la francesa. «Tienen una muy buena relación», contaron fuentes del Palacio de Hacienda respecto de la ministra del gobierno de Nicolas Sarkozy.
Mientras todas las apuestas giran en torno de la sucesión de Dominique Strauss-Kahn, dentro de pocas semanas se sabrá también quién es el candidato del Tesoro de EE.UU. para designar al número dos del Fondo en reemplazo de John Lipksy, que se retira en agosto próximo. Un candidato firme para este rol clave es David Lipton, director del Consejo de Seguridad Nacional, consejero especial de Obama en cuestiones económicas internacionales, ex subsecretario del Tesoro en la era de Bill Clinton y ex ejecutivo del Citigroup.
Lipton conoció en el Tesoro la realidad de la Argentina y su rol actual como líder del Consejo de Seguridad -una suerte de Jefatura de Gabinete para cuestiones estratégicas- le permite estar al tanto, justamente, de cuestiones muy diversas, como la del avión y la del Club de París.
LA NACION
El ministro de Economía, Amado Boudou, afirmó ayer que intenta lograr antes de fin de año un acuerdo para pagarles la deuda impaga desde 2001 a los países que integran el Club de París, con un cronograma de cancelación a tres años y medio.
La concreción de este deseo implica, entre otras cuestiones, prenderle una vela a la ministra de Finanzas, Christine Lagarde, para que quede como favorita este fin de semana en el cierre de la contienda por la jefatura del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La otra cuestión que el Gobierno debería destrabar, según afirmaron calificadas fuentes allegadas a la negociación, es el problema diplomático con Estados Unidos por la carga de un avión norteamericano retenida desde 2010.
«Seguimos negociando. No hay un solo día que no estemos trabajando en temas que son prioridades financieras del país», dijo Boudou ayer en Ituzaingó, en uno de los tantos actos que comparte con el director de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), Diego Bossio, para repartir netbooks entre escolares. Cuando el funcionario fue consultado sobre la posibilidad de lograr el acuerdo este año, afirmó: «Vamos a tratar [de que sea así]».
El primer punto para arribar a un acuerdo es la conciliación definitiva del monto acumulado desde el default, de fines de 2001. La cifra acordada estaría en torno de los US$ 8400 millones, aunque persistirían algunas diferentes respecto a los intereses caídos.
En cuanto al plazo, la intención oficial sería tratar de cerrar un cronograma de pagos en torno de tres años y medio, de modo de no afectar excesivamente el stock de reservas del Banco Central, en un contexto de mayor debilidad de las cuentas externas.
De este modo, se llegaría a un término medio entre los 12 meses exigidos a priori por los acreedores y los 6 años ofrecidos informalmente por el Ministerio de Economía.
Las fuentes locales indicaron que este plazo intermedio habría sido aceptado por varios acreedores aun sin el monitoreo del FMI, pese a las versiones de fuentes extranjeras que planteaban lo contrario.
Más allá de los plazos, hay dos cuestiones políticas para develar:
Si se destraba el mal clima con el gobierno de Obama por el affaire de la carga incautada a un avión militar norteamericano. Fuentes oficiales indicaron que notan «poca colaboración» del canciller Héctor Timerman para solucionar este conflicto diplomático.
Si es verdad, como piensa Boudou, que la elección de Lagarde al frente del FMI puede facilitar la negociación. Este fin de semana se cierran las candidaturas definitivas y la ministra francesa (mencionada ayer en la prensa de su país por un acto de presunta corrupción) a priori aparece como favorita frente al mexicano Agustín Carstens. Este pasó por Buenos Aires, pero Boudou parece apostar por la francesa. «Tienen una muy buena relación», contaron fuentes del Palacio de Hacienda respecto de la ministra del gobierno de Nicolas Sarkozy.
Mientras todas las apuestas giran en torno de la sucesión de Dominique Strauss-Kahn, dentro de pocas semanas se sabrá también quién es el candidato del Tesoro de EE.UU. para designar al número dos del Fondo en reemplazo de John Lipksy, que se retira en agosto próximo. Un candidato firme para este rol clave es David Lipton, director del Consejo de Seguridad Nacional, consejero especial de Obama en cuestiones económicas internacionales, ex subsecretario del Tesoro en la era de Bill Clinton y ex ejecutivo del Citigroup.
Lipton conoció en el Tesoro la realidad de la Argentina y su rol actual como líder del Consejo de Seguridad -una suerte de Jefatura de Gabinete para cuestiones estratégicas- le permite estar al tanto, justamente, de cuestiones muy diversas, como la del avión y la del Club de París.
(Actividad Económica – Panorama Económico)
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