Advierten que la desaceleración brasileña afectará el panorama (…)

Argentina – 05/06/2011 – Buenos Aires Económico – Pág. 17 – Tiempo de Lectura: 4′ 05»
 
Advierten que la desaceleración brasileña afectará el panorama económico nacional:
Baja el PBI y crece la inflación en Brasil: R. G.
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El freno de la economía brasilera comienza a generar incertidumbre puertas adentro. Especialistas advierten que esto «afectará inevitablemente» el panorama industrial local, en medio del conflicto por el intercambio bilateral.
La locomotora brasilera comienza a disminuir su velocidad. De acuerdo a la información difundida por cartera de Hacienda de ese país, se registró un crecimiento del 1,3% en el Producto Interior Bruto (PIB) del primer trimestre. Esto implica un menor ritmo de crecimiento interanual, que se moderó hasta el 6,2% después de haber tenido en 2010 el mejor dato en treinta años, una subida del 7,5 por ciento.
Al respecto, el ministro de Economía de esa nación, Guido Mantega, prefirió minimizar esta desaceleración y calificó el dato como «muy positivo», al tiempo que valoró que la economía del país «mantiene la vitalidad de los últimos años». «Si miramos abril y mayo, notamos que la economía brasileña se ha desacelerado un poco más. El segundo trimestre del año va a tener un crecimiento menor», reconoció el funcionario, y detalló: «El PIB refleja una acomodación de la economía brasileña por los ajustes que hemos hecho desde el final del año pasado para moderar el crecimiento y para mantenerlo en un nivel suficiente para generar empleo y riqueza».
EL ECO EN NUESTRO PAÍS. El bajo pero objetivo freno de la economía brasilera «afectará inevitablemente» en la industria nacional, según indicó a BAE el economista Eduardo Curia. «Es muy probable que nuestra economía en el correr del año vaya a una cierta desaceleración frente al período pasado, en este fenómeno podría incidir el tema brasileño, además de otros factores», expresó el analista a este medio. «Somos muy Brasil dependientes», sentenció.
El país conducido por Dilma Rousseff es nuestro socio estratégico, nuestro compañero inevitable, y esta relación tiene su costado indeseable, en torno a una asimetría histórica. La balanza comercial entre ambas naciones arrojó un déficit comercial para la Argentina de u$s 2.000 millones de dólares durante los primeros cinco meses del 2011, lo que significa una suba del 117,6% con relación a igual período del año anterior.
«Este es un tema de alguna manera ya se venia vislumbrando desde finales del año pasado. Obviamente tiene que ver por un lado con el propio esquema brasileño, el crecimiento del año pasado fue fuerte y ahora hay una presión inflacionaria algo más picante. A partir de este escenario, empezaron a accionar desde varios lados, inclusive con las tasas de interés», explicó Curia, y advirtió que «hasta se podría decir que ellos mismos buscan esta situación».
El conflicto real. A pesar de que la relativa desaceleración de la economía de nuestro socio en la región sin dudas moverá las piezas en estas tierras, Curia advirtió que «lo que afecta realmente a la Argentina es la tremenda diferencia de las inflaciones relativas, de costos efectivos. Además, otro tema a analizar es la diferencia clara de nuestro costo salarial, más alto que el brasilero».
«No es un tema de cambio nominal, sino de cambio real, debido a las inflaciones internas relativas. Tal vez lo que quiere Brasil es suavizar su propia inflación, porque ya se está convirtiendo en un problema infernal», sentenció el economista. «La forma de resolver esto es a través de la estrategia, no es un tema que se resuelve de un tirón, y la estrategia que montamos últimamente es muy Brasil – dependiente», opinó. Un impasse en el conflicto. El viaje de la ministra de Industria, Débora Giorgi a Brasil y las reuniones mantenidas con su par Fernando Pimentel, sirvieron para suavizar las tensiones en el vínculo bilateral. En cuanto al tema de la aplicación de las licenciéis No Automáticas a los autos y autopartes argentinos, Brasil se comprometió a liberarlas en diez días como máximo, un plazo que la Asociación de Fábricas de Autos (ADEFA) ya había considerado como «razonable». Por su parte, Giorgi negó que exista de parte del Gobierno una política, de demorar en la Aduana los cargamentos que ingresan al país, y advirtió que «hay organismos, como los que analizan las condiciones fitosanitarias, que tienen sus tiempos». Asimismo, se comprometió a dar una respuesta en diez días sobre los productos con problemas de ingreso. «Vamos a validar y vamos a destrabar obviamente todo lo que sea posible en el ámbito de las áreas de nuestro ministerio, pero diría que estas cuestiones no llegan al 0,3% del total de las exportaciones», dijo.
En tanto, Pimentel destacó «el buen clima» que hubo en las negociaciones, ya que «tenemos una visión muy parecida de lo que debe ser la relación entre ambos países y de la economía mundial».
Respecto a los acuerdos entre privados, desde Industria se indicó que se «reflotarán los acuerdos de cupos de exportación e importación entre privados», con lo cual en esas áreas quedarán desactivadas pese las licencias no automáticas. En este sentido se señalaron como los sectores más sensibles al calzado, algunas ramas de textiles, autopartes y línea marrón (estufas, calefactores y caloventores).
El intercambio comercial bilateral rondó los u$s 33.000 millones en 2010, con un déficit de poco más de 4.000 millones para Argentina, según cifras oficiales.
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Giudo Mantega, ministro de Economía de Brasil, celebró la desaceleración de la economía brasileña.

(Comercio Exterior – Automotrices)

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