Autorizan la segunda tanda de subas del año en alimentos
Argentina – 22/06/2012 – La Nación – Pág. 1/Economía & Negocios – Tiempo de Lectura: 3′ 36»
Consumo masivo / Aumentos de hasta el 9 por ciento: Moreno dio el visto bueno para que media docena de empresas actualicen sus listas de precios: Por Alfredo Sainz | LA NACION
Consumo masivo / Aumentos de hasta el 9 por ciento: Moreno dio el visto bueno para que media docena de empresas actualicen sus listas de precios: Por Alfredo Sainz | LA NACION
En medio de una desaceleración cada vez más profunda del consumo, Guillermo Moreno autorizó la segunda tanda de aumentos de precios en productos de la canasta básica en lo que va del año. En la última semana, la Secretaría de Comercio Interior informó a las cadenas de supermercados que media docena de compañías líderes obtuvieron la aprobación oficial para volver a actualizar sus listas de precios de venta al público.
Las subas oscilan entre 2 y 9 por ciento, y como es una práctica habitual de Moreno fueron comunicadas en los últimos días, pero sólo llegarán a las góndolas a partir de la semana próxima.
La lista de aumentos alcanza a todos los productos de las empresas Danone, Fecovita, Molinos Río de la Plata, SanCor, La Suipachense y Papelera del Plata (Higienol, Babysec, Elite), con lo cual el impacto se sentirá en una larga lista de rubros que incluye desde lácteos hasta pastas y galletitas, pasando por vinos de mesa y artículos de tocador como papel higiénico, toallas femeninas y pañales.
En todos los casos se trata de la segunda ola de aumentos autorizadas por Moreno en lo que va de 2012. La primera se concretó en marzo, cuando desde la Secretaría de Comercio Interior se aprobó una actualización de las listas de precios para más de cuarenta compañías. Si se parte de este antecedente, no se puede descartar que en los próximos días se generalicen las subas autorizadas para las empresas de consumo masivo.
El punto que no cambió en estos meses fue el esquema de aumentos de precios escalonados que aplica Moreno. Clasifica los productos de todas las empresas en tres categorías: masivos, selectivos y premium. La premisa de la que parte el virtual ministro de Economía es que los productos premium soportan aumentos de precios mayores y por esta razón les autoriza a las empresas a que dispongan subas de entre 6 y 9% en sus líneas y marcas más exclusivas.
La lógica de Moreno
Dentro de la misma lógica de proteger a los consumidores de más bajos ingresos y ser menos exigente con los hogares de clase media alta y alta, para los productos considerados masivos los incrementos autorizados nunca superan el 3,5 por ciento. Este esquema, sin embargo, en los hechos casi nunca se cumple. Por un lado, porque las empresas fabricantes de consumo masivo logran eludir estas trabas incrementando su oferta de productos premium. De esta manera, en los últimos dos años cualquier consumidor puede dar cuenta de la multiplicación de la oferta de productos premium en las góndolas de los supermercados, con propuestas llamativas como el aceite de oliva para chicos, el dulce de leche de estilo colonial, la manteca con vitamina E o las ediciones especiales de una marca de detergente.
El otro obstáculo que tiene este modelo de precios controlados es que las propias empresas involucradas no parecen muy preocupadas por ajustarse a los requerimientos de Moreno y en cada vez más casos avanzan con aumentos de precios sin pasar por la ventanilla de Comercio Interior.
Este hecho explica las diferencias entre la inflación real y las subas que reflejan las planillas de la Secretaría. Si se suman las subas concedidas por Moreno en un año, los incrementos acumulados en el rubro de alimentos no podrían superar el 15 o 18%, aunque en los hechos los aumentos en las góndolas superan largamente el 25 por ciento, con lo cual ya se puede hablar de tres realidades paralelas en materia de inflación: la del Indec, la de Moreno y la de las góndolas.
Mal momento
La nueva ola de aumentos además llega en un momento en que el consumo masivo da señales cada vez más claras de una desaceleración. En abril, las ventas de los supermercados medidas en volumen sufrieron una inédita baja del 2,4 por ciento, empujada por un descenso muy pronunciado en productos de almacén, lácteos, golosinas y artículos de limpieza, según el último relevamiento realizado por la consultora CCR.
Las mediciones de las últimas semanas no anticipan un cambio en la tendencia y con preocupación las empresas de consumo masivo dan cuenta de que la demanda sigue sin recuperarse, en un contexto cada vez más generalizado de enfriamiento de la economía.
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Las subas oscilan entre 2 y 9 por ciento, y como es una práctica habitual de Moreno fueron comunicadas en los últimos días, pero sólo llegarán a las góndolas a partir de la semana próxima.
La lista de aumentos alcanza a todos los productos de las empresas Danone, Fecovita, Molinos Río de la Plata, SanCor, La Suipachense y Papelera del Plata (Higienol, Babysec, Elite), con lo cual el impacto se sentirá en una larga lista de rubros que incluye desde lácteos hasta pastas y galletitas, pasando por vinos de mesa y artículos de tocador como papel higiénico, toallas femeninas y pañales.
En todos los casos se trata de la segunda ola de aumentos autorizadas por Moreno en lo que va de 2012. La primera se concretó en marzo, cuando desde la Secretaría de Comercio Interior se aprobó una actualización de las listas de precios para más de cuarenta compañías. Si se parte de este antecedente, no se puede descartar que en los próximos días se generalicen las subas autorizadas para las empresas de consumo masivo.
El punto que no cambió en estos meses fue el esquema de aumentos de precios escalonados que aplica Moreno. Clasifica los productos de todas las empresas en tres categorías: masivos, selectivos y premium. La premisa de la que parte el virtual ministro de Economía es que los productos premium soportan aumentos de precios mayores y por esta razón les autoriza a las empresas a que dispongan subas de entre 6 y 9% en sus líneas y marcas más exclusivas.
La lógica de Moreno
Dentro de la misma lógica de proteger a los consumidores de más bajos ingresos y ser menos exigente con los hogares de clase media alta y alta, para los productos considerados masivos los incrementos autorizados nunca superan el 3,5 por ciento. Este esquema, sin embargo, en los hechos casi nunca se cumple. Por un lado, porque las empresas fabricantes de consumo masivo logran eludir estas trabas incrementando su oferta de productos premium. De esta manera, en los últimos dos años cualquier consumidor puede dar cuenta de la multiplicación de la oferta de productos premium en las góndolas de los supermercados, con propuestas llamativas como el aceite de oliva para chicos, el dulce de leche de estilo colonial, la manteca con vitamina E o las ediciones especiales de una marca de detergente.
El otro obstáculo que tiene este modelo de precios controlados es que las propias empresas involucradas no parecen muy preocupadas por ajustarse a los requerimientos de Moreno y en cada vez más casos avanzan con aumentos de precios sin pasar por la ventanilla de Comercio Interior.
Este hecho explica las diferencias entre la inflación real y las subas que reflejan las planillas de la Secretaría. Si se suman las subas concedidas por Moreno en un año, los incrementos acumulados en el rubro de alimentos no podrían superar el 15 o 18%, aunque en los hechos los aumentos en las góndolas superan largamente el 25 por ciento, con lo cual ya se puede hablar de tres realidades paralelas en materia de inflación: la del Indec, la de Moreno y la de las góndolas.
Mal momento
La nueva ola de aumentos además llega en un momento en que el consumo masivo da señales cada vez más claras de una desaceleración. En abril, las ventas de los supermercados medidas en volumen sufrieron una inédita baja del 2,4 por ciento, empujada por un descenso muy pronunciado en productos de almacén, lácteos, golosinas y artículos de limpieza, según el último relevamiento realizado por la consultora CCR.
Las mediciones de las últimas semanas no anticipan un cambio en la tendencia y con preocupación las empresas de consumo masivo dan cuenta de que la demanda sigue sin recuperarse, en un contexto cada vez más generalizado de enfriamiento de la economía.
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CLAVES
3%
Es el incremento promedio autorizado para los productos y las marcas considerados masivos
9%
Es el tope que le puso Moreno para cada tanda de aumento en el caso de los artículos premium
6
Son las compañías que hasta ahora lograron dos aumentos en el año. Se espera que sean muchas más
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Los aumentos más importantes llegaron en productos lácteos de tres compañías. Foto: Archivo
(Bebidas alcohólicas – Sector Alimenticio – Panorama Económico)
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