Fabricantes de heladeras necesitan sustituir la importación de (…)

Argentina – 19/06/2012 – Buenos Aires Económico – Pág. 8/Sección: Argentina – Tiempo de Lectura: 4′ 57»
 
Fabricantes de heladeras necesitan sustituir la importación de 800.000 motores anuales:
Las marcas domésticas ganan espacio en el retail en relación con las importadas
El 80% de las heladeras que se venden en la Argentina se producen en el país, con gran parte de sus componentes importados, en especial los motocompresores. Dificultades y desafíos del sector para mejorar la integración industrial y comenzar a producir con creciente cantidad de partes nacionales.
«¡Desde la SIAM que no veo motores de heladera…!» El comentario proviene de un industrial metalúrgico consultado sobre una de las partes más críticas de las heladeras que, desde hace años, dejaron de producirse localmente.
Ocho de cada diez heladeras que se venden en la Argentina se fabrican en el país, según el Ministerio de Industria. Sin embargo, la mayor parte de los componentes que las integran son importados. Una de las partes críticas que provienen del exterior son los motocompresores -conocidos como bocha de heladera-, que dejaron de producirse en el país.
El sector de los productos de línea blanca es uno de los grandes protegidos por el Gobierno en los últimos años. Las licencias no automáticas generaron una progresiva reducción de las importaciones de estos productos, al tiempo que la producción local fue aumentando.
Desde el 2012, además, entraron en vigencia las DJAI, que exigen cumplir determinados requisitos de información a la hora de tramitar la compra en el exterior. En definitiva, la política de restricción a las importaciones dio un impulso a la producción local de artefactos de línea blanca, en particular de heladeras.
En este sentido, recobra importancia el hecho de que una gran parte de los insumos para su fabricación son importados, lo que abre, a su vez, una oportunidad de negocios para comenzar a producir local-mente esas partes.
Según el testimonio de jugadores del sector, la sustitución de importaciones, en el caso particular de los motores para heladeras, no sería sencilla. «Una fábrica de motocompresores implica una inversión de millones de dólares, por lo que debería apuntar al mercado regional e internacional», señala un industrial del polo productivo de Rosario que produce entre 4.000 y 5.000 unidades de heladeras no frost por mes.
Actualmente, los fabricantes de heladeras y freezers locales compran principalmente los motores a plantas brasileñas, que tienen una alta capacidad productiva. «Nosotros los importamos de una fábrica que produce entre 20 millones y 25 millones de motocompresores anuales y es una de las dos grandes de Brasil», ejemplifica un empresario del sector.
MERCADO POTENCIAL. En la Argentina, la producción de heladeras llegó en el 2011 a 832.000 unidades, lo que se tradujo en un incremento del 9,7% con respecto al 2010, según datos de la consultora Abeceb.com. Éste fue un nuevo récord del sector, ya que superó el pico del 2010.
Las ventas de los productos pertenecientes a la línea blanca, según la encuesta de comercios de electrodomésticos y artículos para el hogar del INDEC (heladeras y beezers, equipos de aire acondicionado, lavarropas y secarropas y cocinas a gas y eléctricas) llegaron en el 2011 a $5.607 millones, que se tradujeron en un incremento del 21% con respecto al 2010. La categoría de mayor crecimiento en el último trimestre del año fue «Heladeras y freezers»: se registraron ventas por $562 millones.
«Los controles a las importaciones beneficiaron a la industria nacional, pero no podemos frenar ni dormirnos. Hoy tenemos ventaja competitiva porque desarrollamos productos de alta gama, con varias versiones y modelos. Ojalá hubiera una fábrica local de motores, pero probablemente el mercado local no alcance para justificar semejante inversión», argumenta el empresario. Lo cierto es que la presencia de las marcas criollas gana espacio en el reíaz/local. «Se nota un crecimiento de la oferta [llega casi al 90% de las publicaciones] a la vez que se ve una contracción en la de las marcas importadas», remarca José María Gey, director general de IFR Monitoring Argentina, consultora multinacional francesa que analiza las publicaciones que los retailers líderes realizan en medios gráficos nacionales y regionales y en los catálogos propios de promociones.
Respecto de los precios, Gey explica que hacia el 2012 el promedio de la categoría muestra una suba cercana al 5% (el promedio de mayo del 2012 es de $3.582 por unidad, contra los $3.450 de igual mes del año anterior).
En tanto, Eduardo Echevarría, project manager de GfK Retail and Technology Argentina, compañía alemana especializada en auditoría de electrodomésticos y productos tecnológicos, confirma que en los últimos meses «las heladeras importadas representaron el 15% de la venta en el mercado, aunque esta participación se reducirá aún más al culminar el 2012. Las restricciones a las importaciones generaron una concentración del mercado, a nivel general en el mercado de línea blanca, y en particular y con mayor magnitud, en el mercado de heladeras, desplazando a las marcas de heladeras de origen brasileño y chinas». Según la consultora, en la Argentina funcionan ocho fábricas de relevancia, que producen para trece marcas.
CONDICIONES PLANTEADAS. El sector de línea blanca se ha convertido en la nave insignia para el proceso de sustitución de importaciones. En los últimos meses, varias empresas de electrodomésticos anunciaron avances en la producción local. Una de ellas es Mabe, que anunció una inversión de $80 millones (para el período 2012-2014) para lanzar una línea de lavarropas, heladeras no frost y hornos y anafes. La producción de heladeras no frost comenzará con la mitad de partes nacionales para luego subir a 60%, y en el 2013 llegará a un 75% de partes nacionales.
Hoy el mercado argentino de heladeras se caracteriza por una producción nacional poco integrada, con alta importación de componentes desde Brasil y todavía insuficiente incorporación de tecnología de punta.
En definitiva, se trata de un sector con un mercado interno con fuerte demanda, preservado de la competencia desleal, pero que debe mejorar la integración industrial, para reducir las importaciones. El desafío por delante es mejorar la competitividad con inversiones que permitan mayor eficiencia operativa, escalas de producción, incorporación de tecnología y diseño.
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SIAM. La emblemática fábrica sí utilizaba motores de producción nacional, esos que escasean ahora.
ALZA. El año pasado la producción de heladeras llegó en el país a 832.000 unidades.
PROTECCIÓN. El sector de línea blanca es uno de los principales beneficiarios del amparo oficial.

(Comercio Exterior – Sector Energía – Actividad Económica – Sector Industrial – Panorama Económico)

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