El costo laboral de la industria subió 57% en dólares
Argentina – 18/05/2012 – La Nación – Pág. 4/Economía & Negocios – Tiempo de Lectura: 2′ 32»
La evolución se registró entre 2006 y 2011; advierten por la pérdida de competitividad.
Por Silvia Stang | LA NACION
La evolución se registró entre 2006 y 2011; advierten por la pérdida de competitividad.
Por Silvia Stang | LA NACION
La pérdida de competitividad de la industria parece haber entrado en valores significativos, de la mano de la inflación y el consecuente aumento de los salarios y del tipo de cambio. Así lo advierten los economistas, que incluyen en el análisis los mayores gastos en los que deben incurrir las empresas ante las trabas burocráticas impuestas por varias políticas oficiales.
Según un informe de SEL Consultores, el costo salarial en el sector industrial, corregido por productividad y ajustado por la evolución de precios del productor en los Estados Unidos -para obtener un valor de dólar constante- creció un 57% en los últimos cinco años. El informe no vincula en forma directa ese porcentaje al nivel de caída de la competitividad de la Argentina frente a los países que son sus socios comerciales, porque eso requeriría conocer qué ocurrió con la variable en esos lugares.
«Pero en otros países esos desequilibrios no se dan como acá», afirmó el economista Ernesto Kritz, director de la consultora.
El costo salarial, según el estudio, tuvo una fuerte evolución más allá de que la mejora de la productividad (medida como el volumen físico de producción por obrero ocupado) también fue significativa: para el período de 2006 a 2011 se estimó un salto del 27% en esa variable, a razón de un 4,9% anual.
En esos 5 años, la remuneración media bruta de la actividad fabril creció en términos nominales un 211%, mientras que los costos laborales no salariales avanzaron un 248 por ciento. Mientras tanto, el tipo de cambio subió un 35 por ciento.
En 2006, el costo salarial unitario era de 2683 pesos, equivalentes a 874 dólares. El año pasado esos montos llegaron a 8530 pesos y a 2065 dólares. Si este último dato se corrige por el índice de precios del productor de Estados Unidos, se reduce a 1740 dólares, que igualmente sigue siendo mucho más elevado -el doble- que el de un lustro atrás.
Para el economista Camilo Tiscornia, de C&T Asesores Económicos, más allá de esos números la economía en general está presa de los efectos sobre los costos que provocan medidas o trabas burocráticas, como las dificultades para girar divisas, importar bienes, comprar dólares o gestionar los ajustes de precios. Según ejemplificó, hechos como la falta de una adecuación de los parámetros del impuesto a las ganancias en la cuarta categoría llevan por un lado a que más personas tributen pero, por el otro, a una mayor carga de trabajo en las empresas para hacer las liquidaciones.
«Otros países están más focalizados en bajar costos y en ganar inversiones», señaló el economista.
Aunque se hace más relevante para las industrias de bienes de exportación, la suba de los salarios en términos de dólares afecta a toda la industria, según evaluó Carolina Schuff, economista de la consultora abeceb.com.
La perspectiva, según agregó, es que este año ese efecto se siga agravando, en vistas de que la pauta salarial en las negociaciones paritarias no estaría por debajo del 20 por ciento.
«Habría que pensar primero en que la causa de estos aumentos en dólares es la inflación; ése es el gran tema de preocupación, y es difícil de desacelerar», evaluó.
Con el dato de suba de precios correspondiente a abril calculado por un grupo de consultoras privadas, se estima que en el período de los últimos 12 meses la inflación fue del 23 por ciento.
Según un informe de SEL Consultores, el costo salarial en el sector industrial, corregido por productividad y ajustado por la evolución de precios del productor en los Estados Unidos -para obtener un valor de dólar constante- creció un 57% en los últimos cinco años. El informe no vincula en forma directa ese porcentaje al nivel de caída de la competitividad de la Argentina frente a los países que son sus socios comerciales, porque eso requeriría conocer qué ocurrió con la variable en esos lugares.
«Pero en otros países esos desequilibrios no se dan como acá», afirmó el economista Ernesto Kritz, director de la consultora.
El costo salarial, según el estudio, tuvo una fuerte evolución más allá de que la mejora de la productividad (medida como el volumen físico de producción por obrero ocupado) también fue significativa: para el período de 2006 a 2011 se estimó un salto del 27% en esa variable, a razón de un 4,9% anual.
En esos 5 años, la remuneración media bruta de la actividad fabril creció en términos nominales un 211%, mientras que los costos laborales no salariales avanzaron un 248 por ciento. Mientras tanto, el tipo de cambio subió un 35 por ciento.
En 2006, el costo salarial unitario era de 2683 pesos, equivalentes a 874 dólares. El año pasado esos montos llegaron a 8530 pesos y a 2065 dólares. Si este último dato se corrige por el índice de precios del productor de Estados Unidos, se reduce a 1740 dólares, que igualmente sigue siendo mucho más elevado -el doble- que el de un lustro atrás.
Para el economista Camilo Tiscornia, de C&T Asesores Económicos, más allá de esos números la economía en general está presa de los efectos sobre los costos que provocan medidas o trabas burocráticas, como las dificultades para girar divisas, importar bienes, comprar dólares o gestionar los ajustes de precios. Según ejemplificó, hechos como la falta de una adecuación de los parámetros del impuesto a las ganancias en la cuarta categoría llevan por un lado a que más personas tributen pero, por el otro, a una mayor carga de trabajo en las empresas para hacer las liquidaciones.
«Otros países están más focalizados en bajar costos y en ganar inversiones», señaló el economista.
Aunque se hace más relevante para las industrias de bienes de exportación, la suba de los salarios en términos de dólares afecta a toda la industria, según evaluó Carolina Schuff, economista de la consultora abeceb.com.
La perspectiva, según agregó, es que este año ese efecto se siga agravando, en vistas de que la pauta salarial en las negociaciones paritarias no estaría por debajo del 20 por ciento.
«Habría que pensar primero en que la causa de estos aumentos en dólares es la inflación; ése es el gran tema de preocupación, y es difícil de desacelerar», evaluó.
Con el dato de suba de precios correspondiente a abril calculado por un grupo de consultoras privadas, se estima que en el período de los últimos 12 meses la inflación fue del 23 por ciento.
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