Brasil: en la búsqueda de la competitividad perdida
Argentina – 16/04/2012 – Buenos Aires Económico – Pág. 3/Sección: Argentina – Tiempo de Lectura: 2′ 40»
Raúl Ochoa*
Dentro del plan Brasil Maior, respuesta a la desindustrialización creciente, la presidente Dilma Rouseff ha anunciado un paquete de medidas tendientes a revertiría. Este complementa una serie de decisiones macroeconómicas destinadas a reducir las tasas de interés, gravar el ingreso de préstamos de hasta 5 años con el 6 % de IOF, mejorar el tipo de cambio depreciando paulatinamente el real e induciendo al aumento de la inversión, sobretodo industrial, verdadero talón de Aquiles para el crecimiento sostenido de la economía brasileña por encima del 4 % anual
Raúl Ochoa*
Dentro del plan Brasil Maior, respuesta a la desindustrialización creciente, la presidente Dilma Rouseff ha anunciado un paquete de medidas tendientes a revertiría. Este complementa una serie de decisiones macroeconómicas destinadas a reducir las tasas de interés, gravar el ingreso de préstamos de hasta 5 años con el 6 % de IOF, mejorar el tipo de cambio depreciando paulatinamente el real e induciendo al aumento de la inversión, sobretodo industrial, verdadero talón de Aquiles para el crecimiento sostenido de la economía brasileña por encima del 4 % anual
El conjunto de medidas adoptadas abarca aspectos globales y sectoriales y es de esperar nuevos paquetes próximamente.
Entre los puntos más importantes se destacan la eliminación de contribuciones sociales (PIS/COFINS) para 15 sectores industriales casi todos correspondientes a los más afectados por la competencia china; esas cargas se eliminan para el mercado interno y la exportación y subsisten para la importación.
Se refuerza nuevamente al BNDES mediante fondos del Tesoro por 45 MM de reales – desde la crisis del 2008 los aportes suman 290 MM de reales, unos 160 MM de U$S – con la diferencia que este aporte conlleva además reducción de las tasas de interés hasta alcanzar en algunas líneas el 5,5 % anual (equivalente a la tasa de inflación prevista) y ampliación de plazos de amortización de hasta 10 años. Se simplifica el acceso al crédito para pymes y el esquema de garantías solicitado.
Se definen sectores que tendrán acceso privilegiado a las compras estatales – margen de preferencia de hasta el 25 % del precio cotizado – y se refuerzan los mecanismos de defensa comercial.
En informática se modifica la ley Padis para incentivar la radicación de fabricantes de semiconductores y se perfecciona el programa una computadora por alumno.
En materias de industria automotriz se definen los criterios para el nuevo régimen 2013/2017 estableciendo metas crecientes de contenido local/Mercosur que debe contemplar componentes estratégicos de indispensable producción nacional, hasta llegar al 65 % en lugar del 50 % actual; se amplían los coeficientes sobre facturación destinados a centros de innovación y de ingeniería; se aumenta progresivamente la cantidad de procesos que necesariamente deberán llevar las ensambladuras en el territorio y por último se avanza en el objetivo de llegar hacia 2017 con un etiquetado medio ambiental definido por la disminución de emisiones.
En principio en este esquema, no hay premios salvo una disminución del IPI del 2 % para quienes cumplan por encima de los requisitos de mínima, pero en realidad el esquema planteado está elaborado para permitir a las nuevas firmas a instalarse que acumulen créditos fiscales por el pago adicional de los 30 puntos adicionales de IPI por sus importaciones, que se irán devolviendo a medida que cumplan los requisitos. Esas nuevas montadoras, tendrán cupos anuales de importación decreciente; entre las firmas a instalarse con planes ya anunciados se encuentran: BMW, Chery, Chrysler, JAC y Huyndai.
La apuesta gubernamental busca movilizar la inversión, crear nuevos mecanismos de defensa comercial, facilitar las exportaciones y tratar de apoyar los denominados sectores estratégicos.
Quedan por resolver temas estructurales muy complejos: el costosísimo sistema tributario, los «gargalos» logísticos, el alto valor de la energía y los amplísimos spreads bancarios (todavía la tasa activa fuera del BNDES, la Caixa – hipotecas – y el crédito rural blando es del 40 % anual) Dilma apuesta por resolver ese último tema
*Econmista de Ecosul
Entre los puntos más importantes se destacan la eliminación de contribuciones sociales (PIS/COFINS) para 15 sectores industriales casi todos correspondientes a los más afectados por la competencia china; esas cargas se eliminan para el mercado interno y la exportación y subsisten para la importación.
Se refuerza nuevamente al BNDES mediante fondos del Tesoro por 45 MM de reales – desde la crisis del 2008 los aportes suman 290 MM de reales, unos 160 MM de U$S – con la diferencia que este aporte conlleva además reducción de las tasas de interés hasta alcanzar en algunas líneas el 5,5 % anual (equivalente a la tasa de inflación prevista) y ampliación de plazos de amortización de hasta 10 años. Se simplifica el acceso al crédito para pymes y el esquema de garantías solicitado.
Se definen sectores que tendrán acceso privilegiado a las compras estatales – margen de preferencia de hasta el 25 % del precio cotizado – y se refuerzan los mecanismos de defensa comercial.
En informática se modifica la ley Padis para incentivar la radicación de fabricantes de semiconductores y se perfecciona el programa una computadora por alumno.
En materias de industria automotriz se definen los criterios para el nuevo régimen 2013/2017 estableciendo metas crecientes de contenido local/Mercosur que debe contemplar componentes estratégicos de indispensable producción nacional, hasta llegar al 65 % en lugar del 50 % actual; se amplían los coeficientes sobre facturación destinados a centros de innovación y de ingeniería; se aumenta progresivamente la cantidad de procesos que necesariamente deberán llevar las ensambladuras en el territorio y por último se avanza en el objetivo de llegar hacia 2017 con un etiquetado medio ambiental definido por la disminución de emisiones.
En principio en este esquema, no hay premios salvo una disminución del IPI del 2 % para quienes cumplan por encima de los requisitos de mínima, pero en realidad el esquema planteado está elaborado para permitir a las nuevas firmas a instalarse que acumulen créditos fiscales por el pago adicional de los 30 puntos adicionales de IPI por sus importaciones, que se irán devolviendo a medida que cumplan los requisitos. Esas nuevas montadoras, tendrán cupos anuales de importación decreciente; entre las firmas a instalarse con planes ya anunciados se encuentran: BMW, Chery, Chrysler, JAC y Huyndai.
La apuesta gubernamental busca movilizar la inversión, crear nuevos mecanismos de defensa comercial, facilitar las exportaciones y tratar de apoyar los denominados sectores estratégicos.
Quedan por resolver temas estructurales muy complejos: el costosísimo sistema tributario, los «gargalos» logísticos, el alto valor de la energía y los amplísimos spreads bancarios (todavía la tasa activa fuera del BNDES, la Caixa – hipotecas – y el crédito rural blando es del 40 % anual) Dilma apuesta por resolver ese último tema
*Econmista de Ecosul
(Comercio Exterior)
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