El Gobierno ratificó la política de monitoreo de importaciones y (…)
El Gobierno ratificó la política de monitoreo de importaciones y aseguró que cumple con la OMC:
Timerman defendió la medida por saldos exportables de Asia, Europa y los EE.UU.
Timerman cuestionó a los empresarios que «quieren dedicarse a importar en lugar de producir» y minimizó lañantes de medicamentos pese a las denuncias. En las importaciones pesan las máquinas para la industria y la energía.
El canciller Héctor Timerman fue el vocero elegido por el Gobierno para ratificar la política de control a las importaciones frente a las críticas desde terceros países y sectores empresarios que marcaron retrasos en la aprobación de las declaraciones juradas de importación.
El argumento elegido por el titular del Palacio San Martín giró en torno del crecimiento de las compras al mundo de la Argentina en comparación con sus socios del G-20 y de la región. El deterioro de la economía global, en particular en los países desarrollados, y las señales de desaceleración en China, generan saldos exportables, es decir, producción que los países no pueden colocar en sus mercados habituales. Esos productos, según indicaron desde el Gobierno, buscan nuevos mercados como el argentino para insertarse, por lo que «es necesario mantener las medidas de protección comercial».
Las importaciones argentinas se expandieron 30% en promedio en el último bienio, según las cifras de la Cancillería, el mayor crecimiento dentro de las veinte principales economías del mundo. La economía argentina, en tanto, fue también de las que más creció en ese segmento y el aumento de las importaciones acompañó esa suba.
Fuentes del sector importador denunciaron el lunes que la Secretaría de Comercio Interior sólo estaba aprobando el 50% de las declaraciones juradas de importación. «Son los que quisieran tener una oficina en el microcentro y dedicarse a importar en lugar de producir», retrucó Timerman.
«La Argentina incrementó sus compras a todos los países del G-20 y aumentaron las importaciones de los primeros diez destinos a los que le compra el país», explicó Timerman, contra el argumento de que la Argentina pasó a tener una economía cerrada.
Agregó: «Todas las medidas tomadas por la Argentina se enmarcan en la normativa de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y los compromisos internacionales asumidos por nuestro país».
En relación con lo que la AFIP denominó «ventanilla única» para el comercio exterior –las declaraciones juradas anticipadas de importación–, el canciller indicó que «las recientes medidas, lejos de ser expresión de proteccionismo apuntan a dotar de mayor previsibilidad, eficiencia y transparencia a las operaciones de comercio en línea con la normativa de la Organización Mundial de Aduanas (OMA)».
«Muchos pretenden que los países emergentes resignen sus herramientas legítimas de política comercial externa pero se rehúsan a abandonar sus prácticas proteccionistas (subsidios, cuotas, normas técnicas, barreras sanitarias y fitosanitarias)», detalló el funcionarios desde el Palacio San Martín, donde el Gobierno convocó a una conferencia de prensa para responderle a importadores y a los países que amenazan con llevar el caso de las restricciones comerciales argentinas a la OMC.
Según trascendió el lunes sobre el cierre de la Asamblea Anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Montevideo, Perú, Colombia, Chile y México descartarían la posibilidad de presentar un reclamo conjunto en Ginebra.
En función de las críticas de los países desarrollados, Timerman consideró que «quieren perpetuar un modelo de comercio Norte-Sur, en donde países como el nuestro deberían resignarse a exportar productos de bajo valor agregado».
Por otra parte, detalló que «la estrategia de las trasnacionales consiste en abastecer nuestro mercado a través de importaciones en lugar de invertir y producir localmente».
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Bienes para la producción
El Gobierno destacó el crecimiento de las importaciones argentinas, que el año pasado crecieron 31%. Las compras al mundo está explicada por un 29% de insumos industriales, mientras que los bienes de capital -las máquinas para la industria- explican otro 20% de las adquisiciones. Las piezas y accesorios para esas máquinas explican otro 19 por ciento. De esta forma, la suba en las importaciones estuvo vinculada al aumento de la producción.
Por otra parte, la necesidad de satisfacer la demanda de energía explicó que las compras de combustibles se duplicaran a lo largo del año pasado. Por esa configuración, los empresarios advierten que las restricciones podrían afectar a la producción.
Según una encuesta de la consultora Abeceb.com sobre el sector de motos, «a las dudas por la desaceleración general de la economía se le agrega la falta de stocks para abastecer la demanda, como consecuencia del avance de las trabas a las importaciones en los últimos meses», según consignaron los empresarios.
En algunos sectores como el farmacéutico, las empresas denunciaron faltantes. Timerman lo relativizó y se lo atribuyó a un deseo de «hacer que la gente viva con miedo», aunque muchas personas se cruzan a Uruguay para comprar drogas que no llegan al país.
(Automotrices – DGI – Actividad Económica – Panorama Económico)
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