Más de un millón de usuarios tendrán recargos por exceso de (…)
Argentina – 23/06/2011 – El Cronista – Pág. 2/Sección: Economía & Política – Tiempo de Lectura: 2′ 43»
Más de un millón de usuarios tendrán recargos por exceso de consumo eléctrico: SERÁ PARA CLIENTES DE EDENOR, EDESUR Y EDELAP EN LAS FACTURAS DE JUNIO Y JULIO: Un 70% de los usuarios metropolitanos aumentaron su consumo y tendrán penalizaciones. Los mayores costos se notarán en las próximas boletas
Más de un millón de usuarios tendrán recargos por exceso de consumo eléctrico: SERÁ PARA CLIENTES DE EDENOR, EDESUR Y EDELAP EN LAS FACTURAS DE JUNIO Y JULIO: Un 70% de los usuarios metropolitanos aumentaron su consumo y tendrán penalizaciones. Los mayores costos se notarán en las próximas boletas
PABLO FERNÁNDEZ BLANCO Buenos Aires
La combinación entre el crecimiento exponencial de la demanda eléctrica durante la última década y el tímido plan de estímulo al ahorro de luz que lanzó el Gobierno en 2005 ocasionaron un incremento en la cantidad de usuarios penalizados por no racionar su consumo. De acuerdo con la resolución 223 que publicó ayer en el Boletín Oficial el ENRE (el ente que regula el sector, a cargo del ex cobista Mario de Casas), 1.313.476 usuarios del área metropolitana de Buenos Aires y La Plata deberán pagar más por el servicio eléctrico que utilizaron entre abril y mayo en el marco del Programa Racional de Uso de la Energía Eléctrica (PUREE). Los cargos se aplicarán en las facturas con cierre entre el 10 de junio y 9 de julio de 2011.
En la vereda de enfrente, unos 653.000 usuarios obtuvieron bonificaciones debido a la reducción de su consumo.
De acuerdo con la resolución publicada ayer, el excedente que deberán desembolsar los usuarios de Capital, el Gran Buenos Aires y La Plata ronda los $ 33 millones y se distribuirá de manera muy diversa de acuerdo con cada factura que se emita.
De ese total, los que llevan la parte más onerosa son los que se ubican en el área de concesión de Edenor, que deberán erogar unos $ 17,5 millones. Los siguen los de Edesur, que se ubican principalmente en la Ciudad de Buenos Aires, y cierran la lista los conectados a las redes de Edelap, la distribuidora eléctrica de La Plata, con un escaso 1,37 millón.
En sus orígenes, el PUREE fue pensado como un sistema de incentivos a la reducción del consumo de energía eléctrica compuesto por un mecanismo de bonificaciones y cargos adicionales, pero con los años cambió su finalidad original.
El punto de referencia es la demanda del año 2003 y 2004 ?varía en algunos casos?, cuando el consumo de electricidad, de la mano de una economía deprimida en el ámbito industrial y hogares más atentos a la hora de abonar sus facturas, estaba muy por debajo de los niveles actuales. Para obtener la bonificación, es preciso consumir, al menos, un 10% por debajo de los niveles de esos años, un objetivo difícil de lograr para la mayoría de los clientes de las distribuidoras.
El congelamiento de la tarifa eléctrica, que permaneció casi invariante durante el kirchnerismo, es otro de los motivos que explican el fracaso del plan de ahorro. Tal como explican empresarios de ese sector, mientras el precio de otros servicios, como la telefonía celular, el seguro del auto o el cable, registran ajustes periódicos, la luz y el gas no, por lo que el usuario no se siente obligado a reducir el consumo.
Si bien el espíritu de la iniciativa sigue siendo el mismo, en la práctica funciona como compensación para las empresas debido a los retrasos en la recomposición de sus ingresos mediante aumentos de tarifas.
En uno de los tantos acuerdos que cerraron las compañías con el Gobierno durante los ocho años de administración kirchnerista quedó contemplado que las eléctricas podían recibir un ajuste «por mayores costos» de forma automática en caso de que ese cálculo superara el 5% en un período determinado.
«Eso no ocurrió, y para compensar la falta de ajuste le permitió a las distribuidoras utilizar los excedentes del PUREE», recordaron en una de las compañías.
La combinación entre el crecimiento exponencial de la demanda eléctrica durante la última década y el tímido plan de estímulo al ahorro de luz que lanzó el Gobierno en 2005 ocasionaron un incremento en la cantidad de usuarios penalizados por no racionar su consumo. De acuerdo con la resolución 223 que publicó ayer en el Boletín Oficial el ENRE (el ente que regula el sector, a cargo del ex cobista Mario de Casas), 1.313.476 usuarios del área metropolitana de Buenos Aires y La Plata deberán pagar más por el servicio eléctrico que utilizaron entre abril y mayo en el marco del Programa Racional de Uso de la Energía Eléctrica (PUREE). Los cargos se aplicarán en las facturas con cierre entre el 10 de junio y 9 de julio de 2011.
En la vereda de enfrente, unos 653.000 usuarios obtuvieron bonificaciones debido a la reducción de su consumo.
De acuerdo con la resolución publicada ayer, el excedente que deberán desembolsar los usuarios de Capital, el Gran Buenos Aires y La Plata ronda los $ 33 millones y se distribuirá de manera muy diversa de acuerdo con cada factura que se emita.
De ese total, los que llevan la parte más onerosa son los que se ubican en el área de concesión de Edenor, que deberán erogar unos $ 17,5 millones. Los siguen los de Edesur, que se ubican principalmente en la Ciudad de Buenos Aires, y cierran la lista los conectados a las redes de Edelap, la distribuidora eléctrica de La Plata, con un escaso 1,37 millón.
En sus orígenes, el PUREE fue pensado como un sistema de incentivos a la reducción del consumo de energía eléctrica compuesto por un mecanismo de bonificaciones y cargos adicionales, pero con los años cambió su finalidad original.
El punto de referencia es la demanda del año 2003 y 2004 ?varía en algunos casos?, cuando el consumo de electricidad, de la mano de una economía deprimida en el ámbito industrial y hogares más atentos a la hora de abonar sus facturas, estaba muy por debajo de los niveles actuales. Para obtener la bonificación, es preciso consumir, al menos, un 10% por debajo de los niveles de esos años, un objetivo difícil de lograr para la mayoría de los clientes de las distribuidoras.
El congelamiento de la tarifa eléctrica, que permaneció casi invariante durante el kirchnerismo, es otro de los motivos que explican el fracaso del plan de ahorro. Tal como explican empresarios de ese sector, mientras el precio de otros servicios, como la telefonía celular, el seguro del auto o el cable, registran ajustes periódicos, la luz y el gas no, por lo que el usuario no se siente obligado a reducir el consumo.
Si bien el espíritu de la iniciativa sigue siendo el mismo, en la práctica funciona como compensación para las empresas debido a los retrasos en la recomposición de sus ingresos mediante aumentos de tarifas.
En uno de los tantos acuerdos que cerraron las compañías con el Gobierno durante los ocho años de administración kirchnerista quedó contemplado que las eléctricas podían recibir un ajuste «por mayores costos» de forma automática en caso de que ese cálculo superara el 5% en un período determinado.
«Eso no ocurrió, y para compensar la falta de ajuste le permitió a las distribuidoras utilizar los excedentes del PUREE», recordaron en una de las compañías.
(Sector Energía – Sector Telecomunicaciones – Actividad Económica – Sector Electricidad – Panorama Económico)
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