Cumbre de dos días con Brasil para solucionar el conflicto comercial
Funcionarios de Industria argentinos se reunirán con sus pares brasileros la semana próxima para acercar posiciones, anunció ayer la ministra Débora Giorgi.
La ministra de Industria de la Nación, Débora Giorgi, fue la encargada de anunciar este encuentro que estará encabezado por el secretario de Industria, Eduardo Bianchi, junto a su similar de Brasil, Alessandro Texeira. La reunión se acordó tras la entrevista que mantuvo Giorgi con el embajador brasileño en Argentina, Enio Cordeiro, en el despacho de la ministra durante más de dos horas. En este marco, se supo que todavía no se decidió el lugar donde se realizará el encuentro (las alternativas son Buenos Aires o Foz de Iguazú), pero se estipuló que serán dos días de trabajo.
A partir de la reunión entre Giorgi y Cordeiro, ambos gobiernos comenzaron a consensuar y coordinar los temas de la agenda que se van a tratar en la reunión bilateral. «Tuvimos un encuentro muy positivo y tanto Argentina como Brasil vamos a privilegiar la relación de socios estratégicos», dijo Giorgi y agregó que los secretarios trabajarán sobre una agenda que incluirá todos los temas pendientes tanto puntuales como estructurales.
Quejas locales y en Brasil
Paralelamente, los empresarios argentinos continuaron ayer expresando su preocupación sobre esta controversia que ya lleva casi una semana.
La Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra) consideró que «la implementación de la medida genera un grave perjuicio en el comercio bilateral entre ambos países y conlleva el desaliento de las inversiones del sector automotor en la región, generando efectos indeseables en los niveles de producción y empleo de cada una de las economías». Asimismo, señaló que «la medida no sólo afecta a la industria automotriz, sino también a aquellos sectores que forman parte de su cadena productiva, donde el sector autopartista y otros rubros metalúrgicos afines están altamente involucrados».
En tanto, el gerente de Relaciones Institucionales de la Cámara de Importadores, Miguel Ponce, subrayó que «el origen del conflicto comercial es no tener políticas de Estado que protejan una relación tan importante para la Argentina, como lo es con su principal socio», para luego agregar que «desde que el Mercosur nació, éste es el momento de mayor tensión con Brasil». Para Ponce, «cuando estas escaladas comerciales empiezan, todos tenemos en claro cómo se originó pero no sabemos cuál será su alcance. Por eso es muy importante volver al terreno de la sensatez».
Un aspecto importante a tener en cuenta es que también los empresarios brasileños manifestaron su enojo por este diferendo. El director de relaciones Internacionales y Comercio Exterior de la poderosa Federación de Industrias paulista, Fernando Bessa, aseguró en la víspera que China es la única beneficiada por el conflicto comercial entre Argentina y Brasil y expresó temor de que el gobierno argentino sea «inflexible».
«Tengo esperanzas que el conflicto se va a solucionar en breve. Aunque también tengo un temor que tanto la señora Giorgi como (el secretario de Comercio Interior, Guillermo) Moreno no sean tan flexibles, estén un poco rígidos en ese momento», dijo.
«Yo diría que (las restricciones contra los autos argentinos) son una jugada un poco fuerte, porque no está beneficiando ni a Brasil ni Argentina. Los que sacan ventaja de todo esto son los chinos», sostuvo el empresario. «Nosotros en vez de estar trabajando juntos trabajamos por separados y beneficiamos a terceros, cuando tendríamos que trabajar juntos por el mercado internacional», se quejó el dirigente fabril. «Ahora como estamos con trabas por todos lados. Se está perjudicando al inversor y al consumidor», finalizó Bessa.
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