La CGT insiste en que la mejor manera de repartir ganancias es (…)
Argentina – 11/05/2011 – Buenos Aires Económico – Pág. 4/Sección: Argentina – Tiempo de Lectura: 3′ 24»
La CGT insiste en que la mejor manera de repartir ganancias es mediante una ley:
Consideran que la propuesta de la UIA perjudicaría a los más débiles
La CGT insiste en que la mejor manera de repartir ganancias es mediante una ley:
Consideran que la propuesta de la UIA perjudicaría a los más débiles
La central obrera considera que la mejor manera de garantizar un equitativo reparto de las ganancias empresarias es mediante una ley igual para todos. Hacerlo por convenio sólo beneficiaría a los poderosos.
La CGT consideró que la mejor manera de conseguir garantizar el derecho constitucional de repartir las ganancias empresarias entre los trabajadores es mediante una ley. La alternativa que propone el sector empresario de establecer una distribución según la realidad de cada sector es resistida por la central obrera porque perjudicaría a los sindicatos más débiles.
Fuentes cercanas al líder de la CGT, Hugo Moyano, indicaron ayer a BAE que la posibilidad de replicar en toda la economía lo que ocurrió en la empresa Firestone, donde se otorgó un bono de casi $4.000 a todos los trabajadores en concepto de productividad, sólo funcionaría con sindicatos fuertes.
Antes de ayer -luego de conocida la noticia de que los trabajadores de la fábrica de neumáticos habían cobrado un plus por productividad en el marco de lo establecido en el convenio colectivo- la UIA salió a expresar que ese debía ser el modelo para implementar una participación de los trabajadores en las ganancias empresarias y no el proyecto de ley que impulsó el representante de la CGT en el Congreso, el diputado Héctor Recalde.
Pero la fuente consultada por este diario consideró que discutir el reparto de ganancias según la realidad de cada sector de la economía «podría funcionar, pero ahí una vez más se beneficiarían sólo los sindicatos que sean más fuertes».
El dirigente estimó que aquellos sindicatos que tengan «mucha capacidad de presión» lograrán incluir en los convenios colectivos una cláusula de participación de las utilidades.
«Algo así pasa con las paritarias. Lamentablemente no siempre se consiguen aumentos salariales acordes con las ganancias del sector sino también en relación con la fuerza que tengan los trabajadores», afirmó el sindicalista.
Es por eso que desde Azopardo al 900 consideran que la mejor alternativa para garantizar que la participación en las ganancias sea equitativa es mediante una ley que abarque a todos por igual.
REGLAMENTAR UN DERECHO. El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, también se refirió al proyecto de participación en las utilidades. Recordó que se trata de un «derecho constitucional que debe ser reglamentado».
En principio, y ante la pretensión de la UIA de hacer extensivo lo ocurrido en Firestone al resto de las empresas, que fue adelantado ayer por este diario, el titular de la cartera laboral dijo que «ese es uno de los caminos posibles».
Tomada opinó que lo que ocurrió en la fábrica de neumáticos y el proyecto que prevé que los trabajadores cobren un plus si la empresa en la que trabajan tuvo rentabilidad positiva por encima de cierto porcentaje no están contrapuestos.
«Lo de Firestone puede ser una manera de implementar el derecho constitucional de participación en las ganancias. Pero hay formas de que esto se extienda de una manera más uniforme», indicó.
En esa línea, señaló que otra alternativa podría ser que tras el debate legislativo se consensúe una ley que habilitara que el reparto se haga a través de la negociación colectiva. «Es sólo una opinión», aclaró.
Sin embargo, el precandidato a jefe de Gobierno porteño por el Frente para la Victoria dijo que más allá de la forma en la que se implemente, lo importante es «la puesta en marcha de un derecho constitucional».
Respecto del proyecto que la CGT envió en octubre pasado al Congreso, Tomada dijo: «Me parece bueno que haya un proyecto de ley que estimule a un debate alrededor de un derecho que debe ser reglamentado». E insistió: «La negociación colectiva es un instrumento que puede funcionar».
El ministro realizó esas declaraciones en la puerta de la sede de la Asociación Obrera Textil, en la que se inauguró un centro de formación profesional. El centro fue concretado gracias al aporte del Estado nacional y de la Fundación ProTejer.
El edificio -otrora un coqueto petit hotel de una acomodada familia porteña que fue donado a la AOT por Eva Perón en 1952- estuvo abandonado durante décadas, pero a partir de 2004 comenzó su restauración y ayer fue presentado en sociedad como un espacio en el que se espera formar a más de 450 trabajadores de la industria textil en cuatro nuevos cursos por los que se otorgarán certificados oficiales.
La CGT consideró que la mejor manera de conseguir garantizar el derecho constitucional de repartir las ganancias empresarias entre los trabajadores es mediante una ley. La alternativa que propone el sector empresario de establecer una distribución según la realidad de cada sector es resistida por la central obrera porque perjudicaría a los sindicatos más débiles.
Fuentes cercanas al líder de la CGT, Hugo Moyano, indicaron ayer a BAE que la posibilidad de replicar en toda la economía lo que ocurrió en la empresa Firestone, donde se otorgó un bono de casi $4.000 a todos los trabajadores en concepto de productividad, sólo funcionaría con sindicatos fuertes.
Antes de ayer -luego de conocida la noticia de que los trabajadores de la fábrica de neumáticos habían cobrado un plus por productividad en el marco de lo establecido en el convenio colectivo- la UIA salió a expresar que ese debía ser el modelo para implementar una participación de los trabajadores en las ganancias empresarias y no el proyecto de ley que impulsó el representante de la CGT en el Congreso, el diputado Héctor Recalde.
Pero la fuente consultada por este diario consideró que discutir el reparto de ganancias según la realidad de cada sector de la economía «podría funcionar, pero ahí una vez más se beneficiarían sólo los sindicatos que sean más fuertes».
El dirigente estimó que aquellos sindicatos que tengan «mucha capacidad de presión» lograrán incluir en los convenios colectivos una cláusula de participación de las utilidades.
«Algo así pasa con las paritarias. Lamentablemente no siempre se consiguen aumentos salariales acordes con las ganancias del sector sino también en relación con la fuerza que tengan los trabajadores», afirmó el sindicalista.
Es por eso que desde Azopardo al 900 consideran que la mejor alternativa para garantizar que la participación en las ganancias sea equitativa es mediante una ley que abarque a todos por igual.
REGLAMENTAR UN DERECHO. El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, también se refirió al proyecto de participación en las utilidades. Recordó que se trata de un «derecho constitucional que debe ser reglamentado».
En principio, y ante la pretensión de la UIA de hacer extensivo lo ocurrido en Firestone al resto de las empresas, que fue adelantado ayer por este diario, el titular de la cartera laboral dijo que «ese es uno de los caminos posibles».
Tomada opinó que lo que ocurrió en la fábrica de neumáticos y el proyecto que prevé que los trabajadores cobren un plus si la empresa en la que trabajan tuvo rentabilidad positiva por encima de cierto porcentaje no están contrapuestos.
«Lo de Firestone puede ser una manera de implementar el derecho constitucional de participación en las ganancias. Pero hay formas de que esto se extienda de una manera más uniforme», indicó.
En esa línea, señaló que otra alternativa podría ser que tras el debate legislativo se consensúe una ley que habilitara que el reparto se haga a través de la negociación colectiva. «Es sólo una opinión», aclaró.
Sin embargo, el precandidato a jefe de Gobierno porteño por el Frente para la Victoria dijo que más allá de la forma en la que se implemente, lo importante es «la puesta en marcha de un derecho constitucional».
Respecto del proyecto que la CGT envió en octubre pasado al Congreso, Tomada dijo: «Me parece bueno que haya un proyecto de ley que estimule a un debate alrededor de un derecho que debe ser reglamentado». E insistió: «La negociación colectiva es un instrumento que puede funcionar».
El ministro realizó esas declaraciones en la puerta de la sede de la Asociación Obrera Textil, en la que se inauguró un centro de formación profesional. El centro fue concretado gracias al aporte del Estado nacional y de la Fundación ProTejer.
El edificio -otrora un coqueto petit hotel de una acomodada familia porteña que fue donado a la AOT por Eva Perón en 1952- estuvo abandonado durante décadas, pero a partir de 2004 comenzó su restauración y ayer fue presentado en sociedad como un espacio en el que se espera formar a más de 450 trabajadores de la industria textil en cuatro nuevos cursos por los que se otorgarán certificados oficiales.
(Autopartes – Automotrices – Ministerio de Trabajo, Empleo y Form. de Recursos Humanos)
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