Presupuesto 2011: la AFIP barre con todos los dibujos de Boudou

Argentina – 10/05/2011 – Clarín – Pág. 17/Sección: El País – Tiempo de Lectura: 3′ 46»
 
ENORME BRECHA ENTRE LA RECAUDACIÓN REAL Y LA QUE PROYECTO ECONOMIA
EN FOCO
Alcadio Oña
Queda poco de aquel Grupo A que los legisladores de la oposición armaron en el Congreso para enfrentar al kirchnerismo. Pero al menos en un punto la realidad les dio la razón: el Presupuesto de 2011 que ellos bloquearon era, como decían, un dibujo demasiado grosero.
Para el caso, la realidad se llama AFIP. Y salta, abrumadora, en sus números:

# La recaudación tributaria total del primer cuatrimestre aumentó un 35 %, respecto del mismo período del año pasado.
En el proyecto oficial se había calculado una suba anual de apenas 22 %.

# En el IVA, la misma relación arroja 35,2% contra 22,4 %.

# Para el impuesto al cheque, 36,2 % versus 19,1 %.

# En los gravámenes sobre exportaciones e importaciones, la diferencia es menor: 27,4 % respecto de 23,9 %. Pero comenzará a ensancharse en estos meses, cuando entren los cuantiosos recursos del complejo sojero.

# Los ingresos por aportes laborales y patronales a la Seguridad Social crecieron un 36,9 %, también lejos del 23,5 % estimado en el Presupuesto. Pronto la brecha será mayor, a raíz del impacto de los aumentos salariales en las contribuciones.

# Con todo, las palmas se las lleva Ganancias. La recaudación creció un 46,2 %, más que duplicando el 19,6 % proyectado por el Gobierno.
No es necesario romperse la cabeza para dar con las explicaciones a semejantes desvíos. Asoman en dos variables que los funcionarios de Amado Boudou habían puesto en el Presupuesto: una inflación del 8,4 % y un crecimiento económico del 4,3 %.
Como es notorio, la inflación real desborda largamente el 8,4 %. Ya está entre el 22 y el 26 % anual, según cálculos de institutos de estadísticas provinciales. Y con tendencia ascendente.
Por lo que toca al crecimiento económico, el propio INDEC canta arriba del 9 %. Dobla la cifra que se había fijado en el proyecto.
Justamente, gracias a la evidente subestimación de ambos factores los ingresos efectivos de la AFIP son tan distintos a los que figuraban el Presupuesto.
No fue un error de los técnicos de la Secretaría de Hacienda, a quienes les sobra experiencia en eso de sacar números, sino la reiteración de una maniobra aplicada durante toda la era K.
Esto es: calcular menos, para generar luego una enorme masa recursos extra que el Gobierno gastará según le convenga.
Para muestra, basta lo que ocurrió en 2010. Los ingresos reales desbordaron en nada menos que $ 52.900 millones a los contemplados en el Presupuesto. Y equivalieron a más de 12.800 millones de dólares, al actual tipo de cambio.
El expediente al que entonces Cristina Kirchner echó mano para administrar semejante montaña de plata se reitera de año en año: los decretos de necesidad y urgencia, que incluso validan gastos ya realizados. Fueron dos, uno en noviembre y otro en diciembre, que sumaron $ 40.372 millones.
Otra vía, también archiconocida, son los superpoderes, mediante los cuales son desviadas partidas de un lado al otro de la Administración Pública. Tanto, como que en 2010 se los empleó más de 40 veces.
Hace tiempo que los diputados de la oposición conocen ese juego. Y por eso, con fuerza suficiente, no dejaron pasar el proyecto de 2011.
Los legisladores oficialistas también sabían qué había detrás. Sin embargo, pelearon por una ley que nunca iba a ser cumplida y hasta llegaron a acusar a los opositores de dejar al Gobierno sin Presupuesto: igualito a una parodia.
Nada de lo que pasó le impedirá a la Presidenta seguir manejando la caja a puros superpoderes y DNU. Si lo hizo antes, con más razón lo hará ahora, cuando el kirchnerismo apuesta todo a su continuidad.
La punta del ovillo ya asomó este primer trimestre. El gasto público creció un 28 %, poco para estimaciones privadas que prevén 35 % en el año. En cualquier caso, el 28 % es un adelanto de otro dibujo: el Presupuesto había previsto un impensable 18,3 %.
Además de la recaudación, se seguirán exprimiendo los recursos de la ANSeS y del Banco Central. Según la consultora LCG, que dirige Martín Lousteau, representarían alrededor de US$ 18.000 millones.
No se descarta que, llegado el caso y por un DNU, el Gobierno vuelva a reformar la Carta Orgánica del BCRA de modo de agregar más recursos. La ley vigente pone un límite a los adelantos en pesos de la entidad al Tesoro Nacional: eso es lo que podría estirarse, tal cual se hizo a través del Presupuesto de 2009.
En cambio, es seguro que el gasto público irá escalando a medida que se acerque octubre. También las llamadas transferencias discrecionales, que van de la Nación a las provincias. No a todas, ni por montos parejos, sino de acuerdo a como crea conveniente la Casa Rosada.
No existirá nada semejante a un Gobierno sin Presupuesto. Todo lo contrario: un vía libre que margina al Congreso en el manejo de los recursos del Estado.
Mucha plata con la que alimentar medidas económicas de alto impacto. Y, sobre todo, para fogonear alineamientos en función de los objetivos políticos del poder.
Nada, al fin, que ya no se conozca.

(Comercio Exterior – Presidencia de la Nación – Poder Ejecutivo – DGI – Actividad Económica)

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