Otra incierta ronda con la UE por el comercio
NUEVO ENCUENTRO MERCOSURUNION EUROPEA, CON PERSPECTIVA DE FRACASO
natashan@clarin.com
De no ser por las voluntades que aún se muestran los Ejecutivos de los respectivos continentes, resulta difícil entender porqué el Mercosur y la Unión Europea siguen negociando un acuerdo de libre comercio once años después desde la primera vez que se dijeron «quiero» pero sin palpar jamás un éxito tangible.
Una vez más, ayer, arrancaron negociaciones entre los altos representantes de los bloques, esta vez en Paraguay, que ejerce la presidencia protémpore del Mercosur.
Por poner tan sólo un ejemplo.
El último fin de semana se conoció un estudio de la Comisión Europea que reflejaba la posición de sus productores agroalimentarios, renuentes siempre a perder los jugosos subsidios de los que gozan: dicen que perderían 3.000 millones de euros anuales si la UE firmara un acuerdo de libre comercio con el Mercado Común del Sur. Pero del lado latinoamericano acusan a los europeos de haber manipulado los tiempos con la presentación de este informe y así obtener más beneficios de América Latina. También el Parlamento Europeo contribuyó a los malos presagios: advirtió que las eventuales concesiones para alcanzar un acuerdo podrían perjudicar a la agricultura europea en virtud de la riqueza del Mercosur en carne, azúcar, fruta y maíz.
La delegación argentina en Paraguay sede de la cumbre presidencial del 24 de junio, donde se celebrarán los 20 años del bloque la encabeza el secretario de Comercio y Relaciones Económicas Internacionales Luis María Kreckler. En las afueras de Asunción, y alejados de la prensa, las delegaciones vienen jugando una dura pulseada la industria es el sector sensible para Argentina y Brasil, que se reactivó hace semanas con las acusaciones del comisario de Comercio de la UE, Karel de Gucht, a la Argentina. Acusó al país de ser «el gran obstáculo» para negociar un TLC con el Mercosur a raíz de las trabas aduaneras que se aplican, y amenazó con denunciarlo ante la Organización Mundial de Comercio.
La Argentina ha sido objeto también de otras críticas. En delegaciones vecinas señalaron que Paraguay y Uruguay se mostraban más flexibles a firmar un acuerdo y que los brasileños tenían espaldas para hacer concesiones en su sector industrial. Una fuente más dura aún apuntó que la Argentina jugaba a «no» tener posición alguna y que dentro del equipo había un «show» de personalismos.
Aquí negaron a raja tabla y señalaron que lejos de no tenerla, Argentina tenía posición tomada, y que tal vez lo que ocurría era que los brasileños eran «más hábiles» en ocultar su estrategia. «Es cierto, es un acuerdo con posiciones muy distanciadas, pero el que más dificultades tiene es Europa».
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