Lanzaron la Gran maKro para ganar el debate sobre el modelo económico
Argentina – 07/04/2011 – Buenos Aires Económico – Pág. 5/Sección: Argentina – Tiempo de Lectura: 3′ 13»
Economistas y estudiantes explicarán la propuesta K
El equipo económico respaldó el lanzamiento. Boudou acusó a la oposición y a Pessoa lo bautizaron «el señor no». Feletti destacó que ahora los ministros de Economía pueden caminar por la calle.
La GraN maKro, la nueva organización de economistas que buscará imponer el «modelo kirchneris-ta» en el universo heterodoxo, se presentó ayer en sociedad con el respaldo del Gobierno. La agrupación, integrada mayoritariamente por jóvenes economistas, contó con la presencia del equipo económico en pleno. Al frente, estuvo el ministro Amado Boudou, quien ponderó la decisión de salir a disputar políticamente en un año electoral, que lo incluye a él mismo en la pelea por convertirse en el candidato kirchnerista para la Ciudad de Buenos Aires.
«No hay quien transmita este modelo económico. No tenemos dentro de la academia una corriente de opinión económica que explique lo que estamos llevando adelante», dijo el subsecretario de Coordinación Económica, Alejandro Robba, al abrir el encuentro. Tenía frente a él a más de un centenar de economistas jóvenes y estudiantes de Economía. Buena parte de ellos fueron los que empezaron a pensar en crear una organización que militara y explicara el modelo económico en los barrios y que lo llevara a las universidades.
En ese terreno el kirchnerismo es débil. Así lo reconoció el propio Robba, que funciona de enlace con el equipo económico. Lo mismo dijo Gerardo Boffi, dirigente de La Quinquenal, la agrupación de La Cámpora en la universidad.
Pero esa deuda, en términos de terreno político cedido por ausencia, fue analizada como una cuenta por cobrar por los representantes del equipo económico que habían ocupado el escenario. «Les agradezco por estar acá y poder ver esta participación, esta pasión por defender estos objetivos», dijo el secretario de Hacienda, Juan Carlos Pessoa, alias «el señor no», como lo llamó Robba.
En la mesa se acomodaron, además del ministro Boudou y el vice-ministro Roberto Feletti, los jóvenes economistas que lideran la organización: Santiago Fraschina, Mariano Kestelboim (Fundación Protejer), Agustín D’Attelis y Mercedes Lagioiosa, quien recordó que cuando ingresó al Ministerio de Economía, en 2002, había un cuadro con un cheque de la venta de YPF a la petrolera española Repsol. Estaba colgado en la Secretaría de Política Económica.
Pese a que no quería hablar, hicieron subir al escenario -y compartir la mesa- al secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, que ensayó un discurso de apuro, que estuvo cruzado por una frase de disculpas: «No soy bueno hablando».
Después llegó el turno de Feletti, quien destacó la autonomía en la toma de decisiones del Gobierno y subrayó que «es evidente que la corriente internacional influye pero lo que define es lo interno».
«La política económica la decide el Gobierno votado por los argentinos, por eso los ministros de Economía pueden caminar por la calle», afirmó Feletti, y relató que habían llegado hasta allí -el archivo del Banco Provincia, en Sarmiento al 300- caminando desde el Palacio de Hacienda, por Reconquista. «Cuántos ministros de Economía podrían hacerlo», desafió y provocó sonrisas en el auditorio.
Sobre eso pivotó parte del discurso de Boudou y destacó -casi como un hecho fundacional-«cuando (Néstor) Kirchner se plantó ante (George) Bush y le dijo no al ALCA», en referencia a la cumbre de Mar del Plata, en noviembre de 2005.
«Ahí se transformó el contexto internacional, la economía internacional. Y no puedo entender cómo puede haber voceros que dicen que la Argentina no está conectada con ‘el mundo’ porque eso no existe. Los que se erigen en voceros de ‘el mundo’ son los que detentan poderes permanentes», agregó.
No dejó pasar la oportunidad para cuestionar al Grupo Clarín «porque no se quejaba por los fondos públicos que la dictadura gastaba en la publicidad sobre una silla argentina que se rompía y decía que era mejor la importada», ni de recordar la negociación del último canje de deuda, que los tuvo a él y a Lorenzino como protagonistas.
Sobre el cierre aprovechó para hacer campaña, dijo que la oposición «se parece a la Alianza y está viendo cómo trabar al Gobierno» y golpeó sobre Mauricio Macri: «¿Cómo puede ser que en el pequeño espacio geográfico que ocupa la Ciudad haya tanta desigualdad?».
Economistas y estudiantes explicarán la propuesta K
El equipo económico respaldó el lanzamiento. Boudou acusó a la oposición y a Pessoa lo bautizaron «el señor no». Feletti destacó que ahora los ministros de Economía pueden caminar por la calle.
La GraN maKro, la nueva organización de economistas que buscará imponer el «modelo kirchneris-ta» en el universo heterodoxo, se presentó ayer en sociedad con el respaldo del Gobierno. La agrupación, integrada mayoritariamente por jóvenes economistas, contó con la presencia del equipo económico en pleno. Al frente, estuvo el ministro Amado Boudou, quien ponderó la decisión de salir a disputar políticamente en un año electoral, que lo incluye a él mismo en la pelea por convertirse en el candidato kirchnerista para la Ciudad de Buenos Aires.
«No hay quien transmita este modelo económico. No tenemos dentro de la academia una corriente de opinión económica que explique lo que estamos llevando adelante», dijo el subsecretario de Coordinación Económica, Alejandro Robba, al abrir el encuentro. Tenía frente a él a más de un centenar de economistas jóvenes y estudiantes de Economía. Buena parte de ellos fueron los que empezaron a pensar en crear una organización que militara y explicara el modelo económico en los barrios y que lo llevara a las universidades.
En ese terreno el kirchnerismo es débil. Así lo reconoció el propio Robba, que funciona de enlace con el equipo económico. Lo mismo dijo Gerardo Boffi, dirigente de La Quinquenal, la agrupación de La Cámpora en la universidad.
Pero esa deuda, en términos de terreno político cedido por ausencia, fue analizada como una cuenta por cobrar por los representantes del equipo económico que habían ocupado el escenario. «Les agradezco por estar acá y poder ver esta participación, esta pasión por defender estos objetivos», dijo el secretario de Hacienda, Juan Carlos Pessoa, alias «el señor no», como lo llamó Robba.
En la mesa se acomodaron, además del ministro Boudou y el vice-ministro Roberto Feletti, los jóvenes economistas que lideran la organización: Santiago Fraschina, Mariano Kestelboim (Fundación Protejer), Agustín D’Attelis y Mercedes Lagioiosa, quien recordó que cuando ingresó al Ministerio de Economía, en 2002, había un cuadro con un cheque de la venta de YPF a la petrolera española Repsol. Estaba colgado en la Secretaría de Política Económica.
Pese a que no quería hablar, hicieron subir al escenario -y compartir la mesa- al secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, que ensayó un discurso de apuro, que estuvo cruzado por una frase de disculpas: «No soy bueno hablando».
Después llegó el turno de Feletti, quien destacó la autonomía en la toma de decisiones del Gobierno y subrayó que «es evidente que la corriente internacional influye pero lo que define es lo interno».
«La política económica la decide el Gobierno votado por los argentinos, por eso los ministros de Economía pueden caminar por la calle», afirmó Feletti, y relató que habían llegado hasta allí -el archivo del Banco Provincia, en Sarmiento al 300- caminando desde el Palacio de Hacienda, por Reconquista. «Cuántos ministros de Economía podrían hacerlo», desafió y provocó sonrisas en el auditorio.
Sobre eso pivotó parte del discurso de Boudou y destacó -casi como un hecho fundacional-«cuando (Néstor) Kirchner se plantó ante (George) Bush y le dijo no al ALCA», en referencia a la cumbre de Mar del Plata, en noviembre de 2005.
«Ahí se transformó el contexto internacional, la economía internacional. Y no puedo entender cómo puede haber voceros que dicen que la Argentina no está conectada con ‘el mundo’ porque eso no existe. Los que se erigen en voceros de ‘el mundo’ son los que detentan poderes permanentes», agregó.
No dejó pasar la oportunidad para cuestionar al Grupo Clarín «porque no se quejaba por los fondos públicos que la dictadura gastaba en la publicidad sobre una silla argentina que se rompía y decía que era mejor la importada», ni de recordar la negociación del último canje de deuda, que los tuvo a él y a Lorenzino como protagonistas.
Sobre el cierre aprovechó para hacer campaña, dijo que la oposición «se parece a la Alianza y está viendo cómo trabar al Gobierno» y golpeó sobre Mauricio Macri: «¿Cómo puede ser que en el pequeño espacio geográfico que ocupa la Ciudad haya tanta desigualdad?».
(Noticias internacionales – Panorama Económico)
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