Peleas y recriminaciones en el Gobierno por el dólar
Argentina – 03/06/2011 – Clarín – Pág. 37/Sección: Opinión – Tiempo de Lectura: 4′ 21»
Panorama empresarial: El ministro de Economía y la titular del Banco Central se reprochan mutuamente decisiones que promovieron la fuga de capitales y la nueva dolarización de los ahorristas.
Panorama empresarial: El ministro de Economía y la titular del Banco Central se reprochan mutuamente decisiones que promovieron la fuga de capitales y la nueva dolarización de los ahorristas.
Marcelo Bonelli
La inesperada aceleración en la salida de capitales y la dolarización de los ahorristas profundizó la pelea dentro del equipo económico. Así, ya hay reproches mutuos y nuevos pases de factura entre Amado Boudou y Mercedes Marcó del Pont. Estos cortocircuitos ocurren en la intimidad de los gabinetes y los protagonistas tratan de evitar un debate público que aumente la desconfianza sobre el futuro del dólar. También buscan esquivar el reproche de Cristina Kirchner.
Pero en privado, el ministro de Economía cuestiona a la titular del Banco Central y la acusa de haber cometido errores que ocasionaron la desconfianza del público y la nueva avidez de los ahorristas por los dólares. Boudou le repitió a su equipo de asesores y a banqueros importantes que Marcó del Pont cometió un error al acelerar la devaluación del tipo de cambio oficial desde comienzo de año fue de 9 centavos en el primer trimestre un 2,2%.
Boudou avala la teoría de muchos banqueros, y sostiene que ese apuro inicial por ajustar el valor del dólar incrementó la demanda de billetes, por temor a aumentos futuros más elevados.
La jefa del Banco Central opina lo contrario y acusa a Boudou de darle información confidencial a los financistas, no compatibles con la reserva que debe mantener un funcionario económico. Marcó del Pont acusó a varios financistas de utilizar esos datos y crear instrumentos para facilitar la fuga de capitales. Lo dijo en la Casa Rosada, en presencia de la presidenta Cristina Kirchner y frente a banqueros como Jorge Brito, Claudio Cesario y Gregorio Goity.
En el Banco Central también califican de grave error el compromiso que asumió Boudou frente a los banqueros, cuando en una reunión secreta se comprometió a frenar las devaluaciones que inició Marcó del Pont y mantener el dólar mayorista fijo en 4,08 pesos hasta las elecciones.
Para el BCRA, lo único que hizo Boudou fue generar la expectativa de un ajuste fuerte a fin de año después del acto comicial.
Así, para Marcó del Pont, Boudou alentó la actual compra de billetes y generó ahora una demanda adicional a la normal. Las diferencias entre ambos son profundas, pero volvieron a aflorar por cifras que conmueven al mercado. Ayer se conoció un dato inesperado y fuerte: sólo en mayo, la fuga de capitales trepó a la friolera de 2.200 millones de pesos, por una aceleración inesperada y creciente.
Según los banqueros externos de ABA que lidera el financista Cesario, ocurre por una cuestión clara: se volvió a comprar dólares porque los ahorristas perciben un atraso en el tipo de cambio y especulan con un sinceramiento en el futuro.
También, porque los hombres de negocios no ven capacidad técnica en el equipo económico para reducir la inflación y hacer más competitiva la economía sin alterar el dólar. Para el conjunto del movimiento empresario argentino el vuelco a la dolarización es fruto de la «desconfianza» que existe sobre la política económica que llevará adelante la Argentina el año próximo, aun ganando Cristina.
La tensión macroeconómica no se exterioriza en el debate público, pero provoca conversaciones constantes en las reuniones de la UIA, la Asociación Empresaria y el Grupo de los 6. Ningún empresario pide una devaluación, pero todos exigen contención en los precios para mejorar la competitividad de la economía.
Ignacio de Mendiguren expuso esta inquietud a la Presidenta en Roma. También junto a Federico Nicholson mantuvo una hermética reunión con Julio De Vido.
Los hombres de negocios percibieron en la gira presidencial dos hechos clave.
Primero, vieron a Cristina Kirchner activa y entera, lejos de la imagen que da la publicidad oficial para preparar el lanzamiento de su candidatura. También advirtieron un mayor protagonismo de De Vido en el entorno presidencial. Para los industriales, De Vido es un interlocutor confiable y por eso penaban por su distanciamiento de la Quinta de Olivos. Cristina subió al ministro de Planificación al avión presidencial para cruzar el Atlántico desde México y le pidió que refuerce su interlocución con los empresarios. En cambio, se percibió un desgaste serio en la imagen del canciller.
En la comitiva privada circuló una información: que Cristina no habla ni recibe desde hace un mes a Héctor Timerman.
Ella siguió la agenda de actividades acordada por Luis Kreckler, secretario de Negociaciones Económicas Internacionales.
La noticia generó turbulencias en el opaco Gabinete nacional.
En la Casa Rosada se sostiene que Boudou tuvo una recaída anímica a causa de su frustrada experiencia electoral. Para animarlo, su equipo comunicacional lanzó la versión de su candidatura a vicepresidente. Pero, en la intimidad, Boudou no se engaña: nadie, nunca le habló en concreto de esa posibilidad. Ahora sueña con la Jefatura de Gabinete y proyecta venganzas políticas. Dice que desplazaría a Marcó del Pont y acotaría a Guillermo Moreno. Pero esos ambiciosos proyectos hasta ahora le granjearon enemigos en la Casa Rosada.
Son los que dejaron trascender sus desaguisados técnicos y sus errores políticos.
Uno de ellos es la ausencia del Presupuesto Nacional 2011, lo que refleja la escasa capacidad técnica del Palacio de Hacienda.
La falta de Presupuesto impide la transparencia y la asignación racional de recursos.
Esa grave omisión genera distorsiones y le facilita al Gobierno el encubrimiento de gastos y partidas.
Este aumento de la discrecionalidad quedó al descubierto a partir del escándalo Schoklender: la mitad de los subsidios que otorga del Estado no tienen control y el despilfarro llegaría a los 18.000 millones de pesos.
Copyright Clarín, 2010. w
La inesperada aceleración en la salida de capitales y la dolarización de los ahorristas profundizó la pelea dentro del equipo económico. Así, ya hay reproches mutuos y nuevos pases de factura entre Amado Boudou y Mercedes Marcó del Pont. Estos cortocircuitos ocurren en la intimidad de los gabinetes y los protagonistas tratan de evitar un debate público que aumente la desconfianza sobre el futuro del dólar. También buscan esquivar el reproche de Cristina Kirchner.
Pero en privado, el ministro de Economía cuestiona a la titular del Banco Central y la acusa de haber cometido errores que ocasionaron la desconfianza del público y la nueva avidez de los ahorristas por los dólares. Boudou le repitió a su equipo de asesores y a banqueros importantes que Marcó del Pont cometió un error al acelerar la devaluación del tipo de cambio oficial desde comienzo de año fue de 9 centavos en el primer trimestre un 2,2%.
Boudou avala la teoría de muchos banqueros, y sostiene que ese apuro inicial por ajustar el valor del dólar incrementó la demanda de billetes, por temor a aumentos futuros más elevados.
La jefa del Banco Central opina lo contrario y acusa a Boudou de darle información confidencial a los financistas, no compatibles con la reserva que debe mantener un funcionario económico. Marcó del Pont acusó a varios financistas de utilizar esos datos y crear instrumentos para facilitar la fuga de capitales. Lo dijo en la Casa Rosada, en presencia de la presidenta Cristina Kirchner y frente a banqueros como Jorge Brito, Claudio Cesario y Gregorio Goity.
En el Banco Central también califican de grave error el compromiso que asumió Boudou frente a los banqueros, cuando en una reunión secreta se comprometió a frenar las devaluaciones que inició Marcó del Pont y mantener el dólar mayorista fijo en 4,08 pesos hasta las elecciones.
Para el BCRA, lo único que hizo Boudou fue generar la expectativa de un ajuste fuerte a fin de año después del acto comicial.
Así, para Marcó del Pont, Boudou alentó la actual compra de billetes y generó ahora una demanda adicional a la normal. Las diferencias entre ambos son profundas, pero volvieron a aflorar por cifras que conmueven al mercado. Ayer se conoció un dato inesperado y fuerte: sólo en mayo, la fuga de capitales trepó a la friolera de 2.200 millones de pesos, por una aceleración inesperada y creciente.
Según los banqueros externos de ABA que lidera el financista Cesario, ocurre por una cuestión clara: se volvió a comprar dólares porque los ahorristas perciben un atraso en el tipo de cambio y especulan con un sinceramiento en el futuro.
También, porque los hombres de negocios no ven capacidad técnica en el equipo económico para reducir la inflación y hacer más competitiva la economía sin alterar el dólar. Para el conjunto del movimiento empresario argentino el vuelco a la dolarización es fruto de la «desconfianza» que existe sobre la política económica que llevará adelante la Argentina el año próximo, aun ganando Cristina.
La tensión macroeconómica no se exterioriza en el debate público, pero provoca conversaciones constantes en las reuniones de la UIA, la Asociación Empresaria y el Grupo de los 6. Ningún empresario pide una devaluación, pero todos exigen contención en los precios para mejorar la competitividad de la economía.
Ignacio de Mendiguren expuso esta inquietud a la Presidenta en Roma. También junto a Federico Nicholson mantuvo una hermética reunión con Julio De Vido.
Los hombres de negocios percibieron en la gira presidencial dos hechos clave.
Primero, vieron a Cristina Kirchner activa y entera, lejos de la imagen que da la publicidad oficial para preparar el lanzamiento de su candidatura. También advirtieron un mayor protagonismo de De Vido en el entorno presidencial. Para los industriales, De Vido es un interlocutor confiable y por eso penaban por su distanciamiento de la Quinta de Olivos. Cristina subió al ministro de Planificación al avión presidencial para cruzar el Atlántico desde México y le pidió que refuerce su interlocución con los empresarios. En cambio, se percibió un desgaste serio en la imagen del canciller.
En la comitiva privada circuló una información: que Cristina no habla ni recibe desde hace un mes a Héctor Timerman.
Ella siguió la agenda de actividades acordada por Luis Kreckler, secretario de Negociaciones Económicas Internacionales.
La noticia generó turbulencias en el opaco Gabinete nacional.
En la Casa Rosada se sostiene que Boudou tuvo una recaída anímica a causa de su frustrada experiencia electoral. Para animarlo, su equipo comunicacional lanzó la versión de su candidatura a vicepresidente. Pero, en la intimidad, Boudou no se engaña: nadie, nunca le habló en concreto de esa posibilidad. Ahora sueña con la Jefatura de Gabinete y proyecta venganzas políticas. Dice que desplazaría a Marcó del Pont y acotaría a Guillermo Moreno. Pero esos ambiciosos proyectos hasta ahora le granjearon enemigos en la Casa Rosada.
Son los que dejaron trascender sus desaguisados técnicos y sus errores políticos.
Uno de ellos es la ausencia del Presupuesto Nacional 2011, lo que refleja la escasa capacidad técnica del Palacio de Hacienda.
La falta de Presupuesto impide la transparencia y la asignación racional de recursos.
Esa grave omisión genera distorsiones y le facilita al Gobierno el encubrimiento de gastos y partidas.
Este aumento de la discrecionalidad quedó al descubierto a partir del escándalo Schoklender: la mitad de los subsidios que otorga del Estado no tienen control y el despilfarro llegaría a los 18.000 millones de pesos.
Copyright Clarín, 2010. w
(Ministerio de Planif. Federal, Inversión Púb. y Servicios – Presidencia de la Nación – Poder Ejecutivo – Actividad Económica – Editoriales y Opinión)
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir