Multiplica la AFIP los trabajos de fiscalización en los puertos
Argentina – 29/03/2012 – La Nación – Pág. 1/Economía & Negocios – Tiempo de Lectura: 3′ 27»
Por Emiliano Galli | LA NACION
Por Emiliano Galli | LA NACION
Con argumentos técnicos tales como «evitar el salto de posiciones arancelarias» y controlar la correcta «declaración de valor» en mercaderías de importación, la AFIP avanza en la verificación exhaustiva de las cargas y no deja resquicio sin cubrir.
Sin embargo, los operadores de comercio exterior (despachantes de aduana e importadores) ven una nueva excusa en esta multiplicación de los controles, donde el Gobierno argumenta que busca «una mayor trazabilidad y transparencia en la cadena logística» y proteger al fisco de las «evasiones tributarias».
De hecho, la lectura que el sector privado hace es que el Gobierno profundiza su pretensión de evitar la salida de dólares, por un lado, y se afirma en la protección de la industria nacional frente a una supuesta «competencia desleal internacional» que ve a la plaza local como un lugar tentador para ser «invadido» con excedentes de producción de países en crisis.
La AFIP, que desde febrero impuso la obligación de presentar una declaración jurada anticipada de importación (DJAI) antes de colocar una orden de compra en el exterior, refuerza así su tarea fiscalizadora en el «campo», es decir, en la misma zona primaria aduanera (en puertos y en aduanas del interior), para verificar y cotejar la DJAI con la documentación del despacho y la mercadería que llega finalmente al país.
Así lo establece la resolución general 3304 de la AFIP, cuya publicación en el Boletín Oficial, al cierre de esta edición, se esperaba para hoy o a lo sumo para mañana.
Repercusiones
Esta nueva instancia de control in situ de lo que los importadores ya declaran previamente al tramitar las licencias no automáticas en la Secretaría de Comercio Exterior, en primer lugar; presentar la DJAI en la AFIP, en segundo lugar, y, por último, documentarlo todo ante la Aduana en un despacho en el Sistema Informático María fue celebrado por representantes de la industria nacional y puesto en duda por los operadores de comercio exterior.
«No creo que genere demoras. Cayó tanto la importación que no van a tener mucho trabajo», ironizó un despachante. Algunos promedian entre un 20 y un 25 por ciento la caída en el movimiento de contenedores de importación en el puerto desde la instrumentación de las DJAI y desde el filtro sistemático de la Secretaría de Comercio Interior, que observa más del 60% de esas declaraciones.
«En ese análisis previo [DJAI] tienen todo el tiempo del mundo para revisar en Internet precios de idénticas o similares mercaderías, tanto en el exterior como en la propia base de datos del SIM [Sistema Informático María, donde los despachantes informan a la Aduana sobre qué se importará o exportará]. Así preparan la artillería para que cuando se oficialice el despacho de importación tengan las herramientas suficientes para discutir con el despachante la corrección o incorrección del valor y de la posición arancelaria», especifica un consultor en comercio exterior, tras resumir un sentimiento común entre los operadores: «La idea no es mala. Es buena. El problema está en la instrumentación», indicó.
Las preocupaciones prácticas son varias: «¿Cuánto demorarán en la verificación desde que se toman las 10 fotos hasta que esté el resultado del análisis? ¿Se sabe si afecta a todas las mercaderías? ¿Sabés cuánto pueden tardar en vaciar el «tacho» y volver a embalar todo tal cual como llegó? ¿Van a incorporar técnicos especializados para dar respuesta a esta nueva demanda de controles? ¿Con qué criterio van a analizar las fotos? ¿Quién reconoce los mayores costos de un despacho en suspenso?», eran algunas de las inquietudes que surgieron ayer cuando trascendió la nueva medida de la AFIP.
Otros señalan que esto es una vuelta al pasado, ya que en la década del 90 las funciones de verificación y validación las realizaba un único funcionario de Aduanas. Luego se los separó, en la década pasada, y ahora «volverían a trabajar en conjunto».
En tanto, la Fundación Pro Tejer, por medio de un comunicado, señaló que estos nuevos controles «son esenciales para la defensa de la producción nacional, particularmente en un sector afectado por el ingreso de productos del exterior en condiciones desleales, como es el textil».
La AFIP aduce que el trabajo estará a cargo de nuevos equipos multidisciplinarios -que serán integrados por la Aduana- que operarán en todas y cada una de las instancias de liberación de las mercaderías de importación, «en contacto permanente con los veedores de las distintas cámaras industriales», según pudo saber LA NACION de fuentes oficiales.
Hoy, a las 11.30, en una reunión del Consejo Consultivo Aduanero, se presentarían detalles de esta nueva resolución.
Sin embargo, los operadores de comercio exterior (despachantes de aduana e importadores) ven una nueva excusa en esta multiplicación de los controles, donde el Gobierno argumenta que busca «una mayor trazabilidad y transparencia en la cadena logística» y proteger al fisco de las «evasiones tributarias».
De hecho, la lectura que el sector privado hace es que el Gobierno profundiza su pretensión de evitar la salida de dólares, por un lado, y se afirma en la protección de la industria nacional frente a una supuesta «competencia desleal internacional» que ve a la plaza local como un lugar tentador para ser «invadido» con excedentes de producción de países en crisis.
La AFIP, que desde febrero impuso la obligación de presentar una declaración jurada anticipada de importación (DJAI) antes de colocar una orden de compra en el exterior, refuerza así su tarea fiscalizadora en el «campo», es decir, en la misma zona primaria aduanera (en puertos y en aduanas del interior), para verificar y cotejar la DJAI con la documentación del despacho y la mercadería que llega finalmente al país.
Así lo establece la resolución general 3304 de la AFIP, cuya publicación en el Boletín Oficial, al cierre de esta edición, se esperaba para hoy o a lo sumo para mañana.
Repercusiones
Esta nueva instancia de control in situ de lo que los importadores ya declaran previamente al tramitar las licencias no automáticas en la Secretaría de Comercio Exterior, en primer lugar; presentar la DJAI en la AFIP, en segundo lugar, y, por último, documentarlo todo ante la Aduana en un despacho en el Sistema Informático María fue celebrado por representantes de la industria nacional y puesto en duda por los operadores de comercio exterior.
«No creo que genere demoras. Cayó tanto la importación que no van a tener mucho trabajo», ironizó un despachante. Algunos promedian entre un 20 y un 25 por ciento la caída en el movimiento de contenedores de importación en el puerto desde la instrumentación de las DJAI y desde el filtro sistemático de la Secretaría de Comercio Interior, que observa más del 60% de esas declaraciones.
«En ese análisis previo [DJAI] tienen todo el tiempo del mundo para revisar en Internet precios de idénticas o similares mercaderías, tanto en el exterior como en la propia base de datos del SIM [Sistema Informático María, donde los despachantes informan a la Aduana sobre qué se importará o exportará]. Así preparan la artillería para que cuando se oficialice el despacho de importación tengan las herramientas suficientes para discutir con el despachante la corrección o incorrección del valor y de la posición arancelaria», especifica un consultor en comercio exterior, tras resumir un sentimiento común entre los operadores: «La idea no es mala. Es buena. El problema está en la instrumentación», indicó.
Las preocupaciones prácticas son varias: «¿Cuánto demorarán en la verificación desde que se toman las 10 fotos hasta que esté el resultado del análisis? ¿Se sabe si afecta a todas las mercaderías? ¿Sabés cuánto pueden tardar en vaciar el «tacho» y volver a embalar todo tal cual como llegó? ¿Van a incorporar técnicos especializados para dar respuesta a esta nueva demanda de controles? ¿Con qué criterio van a analizar las fotos? ¿Quién reconoce los mayores costos de un despacho en suspenso?», eran algunas de las inquietudes que surgieron ayer cuando trascendió la nueva medida de la AFIP.
Otros señalan que esto es una vuelta al pasado, ya que en la década del 90 las funciones de verificación y validación las realizaba un único funcionario de Aduanas. Luego se los separó, en la década pasada, y ahora «volverían a trabajar en conjunto».
En tanto, la Fundación Pro Tejer, por medio de un comunicado, señaló que estos nuevos controles «son esenciales para la defensa de la producción nacional, particularmente en un sector afectado por el ingreso de productos del exterior en condiciones desleales, como es el textil».
La AFIP aduce que el trabajo estará a cargo de nuevos equipos multidisciplinarios -que serán integrados por la Aduana- que operarán en todas y cada una de las instancias de liberación de las mercaderías de importación, «en contacto permanente con los veedores de las distintas cámaras industriales», según pudo saber LA NACION de fuentes oficiales.
Hoy, a las 11.30, en una reunión del Consejo Consultivo Aduanero, se presentarían detalles de esta nueva resolución.
(DGI – Panorama Económico)
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