En Italia, los empresarios pidieron a Cristina «respeto» a los (…)
En Italia, los empresarios pidieron a Cristina «respeto» a los privados:
UN RECLAMO AL GOBIERNO EN EL CONTEXTO DEL CONFLICTO CON LA MULTINACIONAL TECHINT: Llamaron a la vigencia de las normas que «regulan la iniciativa privada».
Guido Braslavsky
En un salón abarrotado de empresarios argentinos e italianos Cristina Kirchner aseguró que la Argentina es «un buen lugar para invertir» y los instó a ir al país porque, ironizó, si leían los diarios «se van a llevar una impresión equivocada». La Presidenta habló ayer en el cierre de una ronda de negocios que empezó el lunes en el Hotel Excelsior ubicado en la elegante Vía Veneto.
Lo hizo flanqueada por el titular de la UIA, Ignacio de Mendiguren, y por el vicepresidente de la poderosa Cofindustria italiana, Cesare Trevisani, quien a su turno planteó: «confiamos en su gobierno para que continúe favoreciendo la presencia de las empresas italianas con el pleno respeto de las normas que regulan la iniciativa privada y el libre mercado».
Trevisani es uno de los diez vicepresidentes de la Cofindustria, cargo que también ocupa Gianfelice Rocca hermano de Paolo Rocca, del Grupo Techint que arrastra un fuerte conflicto con el kirchnerismo, cuyo último capítulo fue la pelea por el nombramiento de directores estatales de la ANSeS en sus empresas. El mensaje de Trevisani en favor del respeto a los privados fue leído en ese contexto.
Paolo Rocca fue una ausencia notoria, aunque en el auditorio estuvo Sergio Einaudi (Techint Tenaris).
Con palabras cuidadosas, el industrial italiano leyó su discurso en español. Pidió una solución para la doble tributación que pagan las empresas (la «doble imposición») y aludió también a las trabas a las importaciones, al reclamar un «compromiso de los gobiernos para remover los obstáculos que impiden el flujo» del intercambio, tras indicar que las exportaciones italianas a la Argentina en 2010 crecieron un 60 por ciento respecto del año anterior.
Estos pedidos empresarios quedaron flotando en un ambiente en el que prevaleció la idea del acercamiento y de evitar temas conflictivos, luego de nueve años de que un presidente argentino (Eduardo Duhalde en 2002 fue el último) no hacía una visita oficial a Roma. La conclusión de la segunda etapa del canje de la deuda en default fue clave para que se empezara a restablecer la relación con Italia, que tuvo a 400 mil bonistas afectados por el cese de pagos.
Los temas álgidos también fueron dejados de lado en las reuniones que mantuvo Cristina con el presidente Giorgio Napolitano, y luego con el premier conservador Silvio Berlusconi.
Así lo afirmaron a la prensa el canciller Héctor Timerman, el ministro Julio de Vido y el subsecretario de Medios Alfredo Scoccimarro, quienes se ocuparon de informar sobre ambas reuniones.
De Vido aseguró que no se tocó el tema de las tarifas de servicios públicos cuyo incremento reclaman entre otros el Grupo Endesa (Edesur). El ministro dijo además que «es una política que tiene diez años y ellos saben que no va a cambiar. No hay empresas discriminadas», le dijo a Clarín. De Vido firmó un acuerdo con el CEO de la italiana Enel, Fulvio Conti (que controla Endesa) para generar más energía. Hoy volverán a reunirse.
Otro acuerdo que firmó la Cancillería es para que Italia financie proyectos de desarrollo regional.
La Presidenta dijo que se debe «mirar e imitar» el modelo de desarrollo regional de Italia, cuyas empresas pequeñas y medianas que son las mayores generadoras de empleo son responsables del 50% de las exportaciones nacionales, cuando en la Argentina apenas alcanzan al 15%.
Cristina asistirá hoy en un palco especial junto al Coliseo al desfile por los 150 años de la unificación italiana. También tendrá una bilateral que le pidió el presidente chileno Sebastián Piñera, uno de los cuarenta mandatarios llegados para el acontecimiento. Mañana inaugurará en Venecia la muestra argentina en la 54º Bienal internacional.
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Un almuerzo distendido con Berlusconi
Cristina Kirchner le llevó de regalo un bolso de cuero, y Silvio Berlusconi le obsequió dos copas de cristal de Venecia y un chal tejido a mano, negro, todo un detalle para la Presidenta que sigue con su luto. En tiempos de Néstor Kirchner, el conservador Berlusconi fue mala palabra para el oficialismo. Kirchner lo criticó duramente y llegó a atacar a Francisco de Narváez, sin nombrarlo, calificándolo de «Berlusconi del subdesarrollo».
Pero ayer todo pareció cambiar.
«Il Cavaliere» pareció ejercer su encanto con Cristina y los ministros que la acompañaron al almuerzo en el Palacio Chigi.
«Hubo muy buena sintonía, sorprendió el personaje, tuvo mucha calidez», contó a Clarín una fuente de la delegación.
En su discurso de la noche frente a empresarios, Cristina mencionó varias veces complacida pasajes de su charla con Silvio Berlusconi.
Según los funcionarios argentinos los temas sensibles de la relación bilateral -como tarifas o conflictos con empresas- no estuvieron en la conversación.
También corrió por la vía del acercamiento en lugar de las diferencias el diálogo con el presidente Giorgio Napolitano, un ex comunista de 85 años, la figura de mayor prestigio y consenso en el país. Cristina lo visitó durante la mañana en el Palacio del Quirinale, de más de 1.200 habitaciones que fue residencia vacacional de los papas.
Al recibir a Cristina en la Sala del Bronzino el presidente le agradeció por asistir a los festejos patrios italianos.
«Los que no son españoles son italianos en mi país», le contestó Cristina mientras se daban la mano y sonreían para la foto.
En la reunión, Napolitano mostró su aprobación por el segundo canje de deuda y la política de derechos humanos: «Argentina saldó su deuda con Occidente», definió.
Sobre el acuerdo que se firmó para entregar la documentación sobre la dictadura recolectada en los años de plomo por la embajada en Buenos Aires y sus consulados, Napolitano aseguró que era «un honor» colaborar con la Argentina en temas de derechos humanos.
Con Berlusconi la charla fue todavía más «distendida» por la informalidad del almuerzo, según se relató. Curiosamente Berlusconi, zar de la televisión privada italiana, y Cristina, que ha abogado por los supuestos beneficios de una televisión enteramente estatal, coincidieron en trabajar para crear contenidos vinculados al turismo y difundirlos en las televisiones digitales de los dos países.
ROMA. ENVIADO ESPECIAL
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AXELKICILLOF.
– A fines de marzo trascendió que el Gobierno había designado a Axel Kicillof, cercano a La Cámpora, para representar a Ja ANSeS en el directorio de Siderar, la acería más grande del país, que controla el grupo Techint. La designación fue resistida por el titular del grupo, Paolo Rocca.
– El 14 de abril el Gobierno publicó por decreto (441) que la ANSeS podía nombrar tantos directores como representación accionaria tuviera en las empresas. En el caso de Siderar, la ANSeS controla el 25,97% y según el Gobierno le correspondería nombrar tres directores.
– Al día siguiente, en la asamblea de accionistas de Siderar, la ANSeS votó contra I; moción de distribuir dividendos por$ 1.511 millones, que terminó siendo aprobada por mayoría. La Comisión Nacional de Valores anuló esa asamblea y la Justicia prohibió a Siderar repartir esos dividendos.
– La semana pasada un fiscal federal, Guillermo Marijuan, interpuso otra denuncia contra Siderar: pidió investigar si en la asamblea del 15 de abril Techint ocultó información.
PAOLO ROCCA.
(Comercio Exterior – Ministerio de Planif. Federal, Inversión Púb. y Servicios – Presidencia de la Nación – Poder Ejecutivo)
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