Brasil promete agilizar permisos para la exportación de vehículos
Argentina – 03/06/2011 – Clarín – Pág. 26/Sección: El País – Tiempo de Lectura: 2′ 45»
MANTIENEN LAS AUTORIZACIONES PREVIAS, PERO ASEGURAN QUE SE TRAMITARAN EN PLAZOS CORTOS: Argentina hará lo mismo con productos brasileños. Lo acordaron ayer.
MANTIENEN LAS AUTORIZACIONES PREVIAS, PERO ASEGURAN QUE SE TRAMITARAN EN PLAZOS CORTOS: Argentina hará lo mismo con productos brasileños. Lo acordaron ayer.
BRASILIA ENVIADA ESPECIAL
Eleonora Gosman
Del encuentro de ayer por la mañana en la capital brasileña entre Débora Giorgi y su colega de Industria Fernando Pimentel salió fumata blanca aunque con tiznes. Los ministros tomaron la decisión política de establecer una «vía rápida» (fast track) para liberar la entrada a Brasil de exportaciones de autos argentinos y para acelerar el pasaje por las aduanas de una gama de productos brasileños cuyas importaciones desde Argentina estaban frenadas. Funcionarios de ambos países, bajo la dirección de los secretarios Alessandro Teixeira y Eduardo Bianchi se reunirán una vez por mes para analizar las eventuales dificultades.
Pero la iniciativa de los ministros no elimina los riesgos de reeditar conflictos como los que trabaron el comercio desde comienzos de mayo. De hecho sigue vigente el mecanismo que originó las disputas y que son los permisos no automáticos que deben tramitar empresas de los dos países para vender en el mercado vecino.
Giorgi prometió no exceder el plazo de 60 días para efectivizar esas autorizaciones de importación de bienes «made in Brasil».
Esos dos meses son fijados por la Organización Mundial del Comercio como tiempo máximo para expedir las licencias. Pimentel completó: «No tenemos los números de lo que todavía está retenido en las fronteras, pero iremos a divulgarlos. En cuanto al gobierno brasileño, queremos señalar que se pusieron licencias no automáticas para automóviles que se importaban de todo el mundo. Eso nos creó problemas con Argentina porque la mitad de nuestros autos importados vienen de allí. Por eso comprometimos agilizar la expedición de autorizaciones».
A cambio, siempre según Pimentel, se le pidió a Giorgi que agilice la liberación de las importaciones desde Argentina de zapatos brasileños. Cuando un periodista preguntó «si se había acordado establecer penalidades por incumplimiento» del plazo de 60 días para extender permisos de importación, los ministros se abstuvieron de dar garantías. Según Giorgi, el ministerio que comanda «pondrá dentro de nuestro ámbito específico toda nuestra vocación para hacerlo.
Vamos a destrabar todo lo que sea posible. Pero fuera de nuestro ámbito hay otros organismos del gobierno argentino que tienen reglas sanitarias o técnicas, sobre los que no tenemos jurisdicción».
Pimentel justificó la existencia de disputas bilaterales en el creciente volumen de comercio bilateral. «Hay que tener conciencia de lo siguiente: Brasil y Argentina ya alcanzaron un intercambio de u$s 15.000 millones en los primeros cinco meses del año», lo que indica un nuevo récord.
Consultada sobre uno de los sectores del conflicto: la maquinaria agrícola, Giorgi sostuvo que «el gobierno argentino tiene dos propuestas firmes de multinacionales para producir tractores, cosechadoras y motores. Pero como son multinacionales radicadas también en Brasil habrá una complementación». Lo que pretende el gobierno argentino «es tener una industria complementaria de la gran expansión agrícola que vive el país. Y lo estamos por lograr».
Los gobiernos deberán fomentar, según dijeron, acuerdos entre privados para calzado, línea blanca, línea marrón y productos como frenos, embriagues y baterías. De estos últimos, Giorgi aclaró: «Son componentes para el mercado de reposición. Para aquellos que constituyen suministros de la industria automotriz no rigen licencias no automáticas de importación. Esto quiero aclararlo bien: en los primeros cuatro meses del año compramos 1.000 millones de dólares en autopiezas».
Eleonora Gosman
Del encuentro de ayer por la mañana en la capital brasileña entre Débora Giorgi y su colega de Industria Fernando Pimentel salió fumata blanca aunque con tiznes. Los ministros tomaron la decisión política de establecer una «vía rápida» (fast track) para liberar la entrada a Brasil de exportaciones de autos argentinos y para acelerar el pasaje por las aduanas de una gama de productos brasileños cuyas importaciones desde Argentina estaban frenadas. Funcionarios de ambos países, bajo la dirección de los secretarios Alessandro Teixeira y Eduardo Bianchi se reunirán una vez por mes para analizar las eventuales dificultades.
Pero la iniciativa de los ministros no elimina los riesgos de reeditar conflictos como los que trabaron el comercio desde comienzos de mayo. De hecho sigue vigente el mecanismo que originó las disputas y que son los permisos no automáticos que deben tramitar empresas de los dos países para vender en el mercado vecino.
Giorgi prometió no exceder el plazo de 60 días para efectivizar esas autorizaciones de importación de bienes «made in Brasil».
Esos dos meses son fijados por la Organización Mundial del Comercio como tiempo máximo para expedir las licencias. Pimentel completó: «No tenemos los números de lo que todavía está retenido en las fronteras, pero iremos a divulgarlos. En cuanto al gobierno brasileño, queremos señalar que se pusieron licencias no automáticas para automóviles que se importaban de todo el mundo. Eso nos creó problemas con Argentina porque la mitad de nuestros autos importados vienen de allí. Por eso comprometimos agilizar la expedición de autorizaciones».
A cambio, siempre según Pimentel, se le pidió a Giorgi que agilice la liberación de las importaciones desde Argentina de zapatos brasileños. Cuando un periodista preguntó «si se había acordado establecer penalidades por incumplimiento» del plazo de 60 días para extender permisos de importación, los ministros se abstuvieron de dar garantías. Según Giorgi, el ministerio que comanda «pondrá dentro de nuestro ámbito específico toda nuestra vocación para hacerlo.
Vamos a destrabar todo lo que sea posible. Pero fuera de nuestro ámbito hay otros organismos del gobierno argentino que tienen reglas sanitarias o técnicas, sobre los que no tenemos jurisdicción».
Pimentel justificó la existencia de disputas bilaterales en el creciente volumen de comercio bilateral. «Hay que tener conciencia de lo siguiente: Brasil y Argentina ya alcanzaron un intercambio de u$s 15.000 millones en los primeros cinco meses del año», lo que indica un nuevo récord.
Consultada sobre uno de los sectores del conflicto: la maquinaria agrícola, Giorgi sostuvo que «el gobierno argentino tiene dos propuestas firmes de multinacionales para producir tractores, cosechadoras y motores. Pero como son multinacionales radicadas también en Brasil habrá una complementación». Lo que pretende el gobierno argentino «es tener una industria complementaria de la gran expansión agrícola que vive el país. Y lo estamos por lograr».
Los gobiernos deberán fomentar, según dijeron, acuerdos entre privados para calzado, línea blanca, línea marrón y productos como frenos, embriagues y baterías. De estos últimos, Giorgi aclaró: «Son componentes para el mercado de reposición. Para aquellos que constituyen suministros de la industria automotriz no rigen licencias no automáticas de importación. Esto quiero aclararlo bien: en los primeros cuatro meses del año compramos 1.000 millones de dólares en autopiezas».
(Comercio Exterior – Actividad Económica)
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