«Me preocupan las señales inflacionarias y el deterioro de las (…)
Argentina – 04/05/2011 – Clarín – Pág. 17/Sección: El País – Tiempo de Lectura: 5′ 26»
«Me preocupan las señales inflacionarias y el deterioro de las cuentas fiscales»:
El líder de Techint marcó sus temores por la marcha de la economía. Y admitió que la pelea por Siderar se definirá en la Justicia.
«Me preocupan las señales inflacionarias y el deterioro de las cuentas fiscales»:
El líder de Techint marcó sus temores por la marcha de la economía. Y admitió que la pelea por Siderar se definirá en la Justicia.
Sebastián Campanario
Del off shore al on-shore». Paolo Rocca usa términos de ingeniero para resumir los frentes de batalla que por estos días enfrenta Techint, el holding que preside. Por un lado, los desafíos globales para Tenaris, uno de los diez mayores proveedores globales para la industria petrolera, y en particular para las plataformas de ultramar (off shore). Por otro, los problemas con el kirchnerismo, que escalaron en los últimos días a partir del conflicto por el directorio de Siderar.
Eso es el «on shore».
Pero más allá de lo que pasa con sus empresas, Rocca dejó definiciones sobre la marcha de la economía, y algunas preocupaciones serias: el superávit fiscal que se convierte en déficit y las señales inflacionarias.
Lo que sigue es un resumen de la charla que Rocca mantuvo ayer en Houston, Estados Unidos, con cinco medios argentinos, entre ellos Clarín.
¿Cómo describiría su relación o en general la del grupo Techint con el Gobierno? Siempre reconocimos la acción de este Gobierno y la capacidad de llevar el país a una senda de crecimiento. También hicimos todo lo posible en nuestro diálogo con el Gobierno para marcar la importancia en la estabilidad de las reglas de juego, que es algo fundamental para empresas pequeñas, medianas y grandes. Cuando hablamos de estabilidad jurídica y reglas de juego, decimos que son factores muy importantes para que las empresas se comprometan en inversión en capital, en trabajo, en investigación y desarrollo y en inserción global. En este caso de Siderar, nuestro punto es sobre las reglas de juego, cuestionamos el cambio de lo que fue la Ley de nacionalización de las AFJP, que fue aprobada en 2008 con un punto esencial: el límite a la capacidad del voto por parte de la ANSeS al 5%. Es un tema de tal relevancia que debió haber sido modificado en el Parlamento y no con un decreto de necesidad y urgencia. De esto surgió un conflicto, que es exagerado a mi juicio. Por el momento pudimos confirmar la distribución de dividendos, que se hará el viernes 6.
El Gobierno negoció el tema del directorio con otras empresas, y esta discrepancia parece circunscribirse a Techint. ¿Qué opina al respecto? No sé cuál ha sido la relación con otras empresas. Lo que decimos sobre la legitimidad del DNU está dentro de los derechos que tiene la sociedad. Yo creo que es un tema relevante. Siderar nunca recibió un préstamo o dinero de la ANSeS, la ANSeS entró en Siderar adquiriendo acciones en el mercado. El límite del 5% daba una referencia para todas las empresas que cotizaban en Bolsa, y l as protegía de un aumento no deseado de la participación del Gobierno en las empresas. Haciendo salvedad de la absoluta voluntad que tenemos de acatar el dictamen de la Justicia, no me siento en una situación de conflicto con el Gobierno.
¿Hay un problema puntual con la persona designada por la ANSeS, el economista Axel Kicillof, para ocupar el cargo? No hay razones para discutir la persona que la ANSeS haya designado, en el caso de que los jueces no nos den la razón. Allí actuaremos en línea con el DNU, y en la evaluación del director podremos discutir, dialogar, buscar que la persona pueda contribuir en la forma más efectiva a la conducción del negocio de las empresas. Eventualmente discutir la nómina si hubiera conflicto de intereses. En el caso de Aldo Ferrer, es una persona muy respetable, con conocimiento de los temas siderúrgicos.
¿Kicillof no reúne los requisitos para ser director de Siderar? No estoy en condiciones para decirle ahora si efectivamente puede haber o no conflictos en la empresa. Obviamente, hay afirmaciones que se publicaron de Kicillof que darían a entender que él podría asumir una posición que responde a otra lógica que no es la defender los intereses de todos los accionistas. Obviamente, si el DNU es convalidado y legítimo considerado como tal por el juez, la ANSeS tendría derecho a nombrar a sus directores, y nosotros tendríamos derecho de rechazarlo sólo si hubiera un conflicto de intereses muy visible.
Según el gobierno un sólo director no puede torcer el rumbo de la compañía…
Yo estoy de acuerdo que ningún director por sí sólo no puede hacerlo, pero el tema es la actitud. Si la intención es la de judicializar cualquier tema de la compañía, entonces eso es algo que la puede paralizar…
¿El Gobierno cambió su relación con Techint? Cualquiera que haya visto lo que hizo Techint en los últimos 60 años, debería considerar a la empresa como una razón de orgullo para el país. Hay miles de profesionales que contribuyen al crecimiento productivo de la Argentina. No tengo razones para pensar que se haya perdido el respeto.
¿Esperaba una actitud más solidaria por parte del empresariado? Leí con atención la posición de la AEA y de la UIA. Me parecieron francamente favorables, en el sentido de marcar lo mismo que estuve diciendo, la importancia de estabilidad en las reglas de juego. Yo me siento muy respaldado por el discurso de (José Ignacio) De Mendiguren en la UIA.
¿Apostaría a que el conflicto con el Gobierno por el directorio de Siderar se dirima con diálogo? Me parece que es un tema que inevitablemente tendrá que ser dirimido en la Justicia. Techint va a cumplir todo lo que indica la ley. Dicho esto, de ninguna forma considero que no haya diálogo, o que haya un diálogo interrumpido. En definitiva, la dimensión de las empresas, de Siderar, de Tenaris, las decisiones de las empresas del grupo requieren de un diálogo permanente.
¿Cómo ve la marcha de la economía argentina? Creo que tiene el viento a favor determinado por una relación favorable en los términos de intercambio, con un crecimiento muy importante en esta década. Pero ahora se están viendo señales de mayor inflación, y el superávit público se está deteriorando y transformando en déficit, algo que va a ser necesario controlar para lograr un crecimiento sostenible.
¿Lo preocupan esas señales? Sí, obviamente. Es importante para garantizar las inversiones de largo plazo sin trastornos coyunturales, que en definitiva frenan la inversión de empresas pequeñas y medianas. La estabilidad del crecimiento, aun a tasas menores a las de esta década, sería muy importante, debería ser un objetivo de la política económica. Más allá del crecimiento potencial, las presiones inflacionarias empiezan a ser muy importantes. Y me parece que debe haber cierta cautela de los sindicatos en los pedidos salariales para que esto sea compatible con un proceso de crecimiento sostenido y con una rentabilidad razonable para las empresas.
En el Gobierno se dice que así la oposición y los economistas están pidiendo «enfriar la economía».
Yo no creo que sea enfriar la economía. Lo que tenemos que lograr es asegurar el crecimiento a largo plazo y en forma estable.
Otra discusión que se ha instalado es en torno al tipo de cambio. ¿Considera que está atrasado? El tipo de cambio es uno de los temas que hacen a la competitividad de las empresas, eso es indudable. Pero también influyen factores como el componente impositivo, que tiene su peso; la capacidad de recuperar productividad en las operaciones industriales tiene su importancia; la dinámica salarial tiene un peso y el tipo de cambio es un factor más en una ecuación compleja.
Del off shore al on-shore». Paolo Rocca usa términos de ingeniero para resumir los frentes de batalla que por estos días enfrenta Techint, el holding que preside. Por un lado, los desafíos globales para Tenaris, uno de los diez mayores proveedores globales para la industria petrolera, y en particular para las plataformas de ultramar (off shore). Por otro, los problemas con el kirchnerismo, que escalaron en los últimos días a partir del conflicto por el directorio de Siderar.
Eso es el «on shore».
Pero más allá de lo que pasa con sus empresas, Rocca dejó definiciones sobre la marcha de la economía, y algunas preocupaciones serias: el superávit fiscal que se convierte en déficit y las señales inflacionarias.
Lo que sigue es un resumen de la charla que Rocca mantuvo ayer en Houston, Estados Unidos, con cinco medios argentinos, entre ellos Clarín.
¿Cómo describiría su relación o en general la del grupo Techint con el Gobierno? Siempre reconocimos la acción de este Gobierno y la capacidad de llevar el país a una senda de crecimiento. También hicimos todo lo posible en nuestro diálogo con el Gobierno para marcar la importancia en la estabilidad de las reglas de juego, que es algo fundamental para empresas pequeñas, medianas y grandes. Cuando hablamos de estabilidad jurídica y reglas de juego, decimos que son factores muy importantes para que las empresas se comprometan en inversión en capital, en trabajo, en investigación y desarrollo y en inserción global. En este caso de Siderar, nuestro punto es sobre las reglas de juego, cuestionamos el cambio de lo que fue la Ley de nacionalización de las AFJP, que fue aprobada en 2008 con un punto esencial: el límite a la capacidad del voto por parte de la ANSeS al 5%. Es un tema de tal relevancia que debió haber sido modificado en el Parlamento y no con un decreto de necesidad y urgencia. De esto surgió un conflicto, que es exagerado a mi juicio. Por el momento pudimos confirmar la distribución de dividendos, que se hará el viernes 6.
El Gobierno negoció el tema del directorio con otras empresas, y esta discrepancia parece circunscribirse a Techint. ¿Qué opina al respecto? No sé cuál ha sido la relación con otras empresas. Lo que decimos sobre la legitimidad del DNU está dentro de los derechos que tiene la sociedad. Yo creo que es un tema relevante. Siderar nunca recibió un préstamo o dinero de la ANSeS, la ANSeS entró en Siderar adquiriendo acciones en el mercado. El límite del 5% daba una referencia para todas las empresas que cotizaban en Bolsa, y l as protegía de un aumento no deseado de la participación del Gobierno en las empresas. Haciendo salvedad de la absoluta voluntad que tenemos de acatar el dictamen de la Justicia, no me siento en una situación de conflicto con el Gobierno.
¿Hay un problema puntual con la persona designada por la ANSeS, el economista Axel Kicillof, para ocupar el cargo? No hay razones para discutir la persona que la ANSeS haya designado, en el caso de que los jueces no nos den la razón. Allí actuaremos en línea con el DNU, y en la evaluación del director podremos discutir, dialogar, buscar que la persona pueda contribuir en la forma más efectiva a la conducción del negocio de las empresas. Eventualmente discutir la nómina si hubiera conflicto de intereses. En el caso de Aldo Ferrer, es una persona muy respetable, con conocimiento de los temas siderúrgicos.
¿Kicillof no reúne los requisitos para ser director de Siderar? No estoy en condiciones para decirle ahora si efectivamente puede haber o no conflictos en la empresa. Obviamente, hay afirmaciones que se publicaron de Kicillof que darían a entender que él podría asumir una posición que responde a otra lógica que no es la defender los intereses de todos los accionistas. Obviamente, si el DNU es convalidado y legítimo considerado como tal por el juez, la ANSeS tendría derecho a nombrar a sus directores, y nosotros tendríamos derecho de rechazarlo sólo si hubiera un conflicto de intereses muy visible.
Según el gobierno un sólo director no puede torcer el rumbo de la compañía…
Yo estoy de acuerdo que ningún director por sí sólo no puede hacerlo, pero el tema es la actitud. Si la intención es la de judicializar cualquier tema de la compañía, entonces eso es algo que la puede paralizar…
¿El Gobierno cambió su relación con Techint? Cualquiera que haya visto lo que hizo Techint en los últimos 60 años, debería considerar a la empresa como una razón de orgullo para el país. Hay miles de profesionales que contribuyen al crecimiento productivo de la Argentina. No tengo razones para pensar que se haya perdido el respeto.
¿Esperaba una actitud más solidaria por parte del empresariado? Leí con atención la posición de la AEA y de la UIA. Me parecieron francamente favorables, en el sentido de marcar lo mismo que estuve diciendo, la importancia de estabilidad en las reglas de juego. Yo me siento muy respaldado por el discurso de (José Ignacio) De Mendiguren en la UIA.
¿Apostaría a que el conflicto con el Gobierno por el directorio de Siderar se dirima con diálogo? Me parece que es un tema que inevitablemente tendrá que ser dirimido en la Justicia. Techint va a cumplir todo lo que indica la ley. Dicho esto, de ninguna forma considero que no haya diálogo, o que haya un diálogo interrumpido. En definitiva, la dimensión de las empresas, de Siderar, de Tenaris, las decisiones de las empresas del grupo requieren de un diálogo permanente.
¿Cómo ve la marcha de la economía argentina? Creo que tiene el viento a favor determinado por una relación favorable en los términos de intercambio, con un crecimiento muy importante en esta década. Pero ahora se están viendo señales de mayor inflación, y el superávit público se está deteriorando y transformando en déficit, algo que va a ser necesario controlar para lograr un crecimiento sostenible.
¿Lo preocupan esas señales? Sí, obviamente. Es importante para garantizar las inversiones de largo plazo sin trastornos coyunturales, que en definitiva frenan la inversión de empresas pequeñas y medianas. La estabilidad del crecimiento, aun a tasas menores a las de esta década, sería muy importante, debería ser un objetivo de la política económica. Más allá del crecimiento potencial, las presiones inflacionarias empiezan a ser muy importantes. Y me parece que debe haber cierta cautela de los sindicatos en los pedidos salariales para que esto sea compatible con un proceso de crecimiento sostenido y con una rentabilidad razonable para las empresas.
En el Gobierno se dice que así la oposición y los economistas están pidiendo «enfriar la economía».
Yo no creo que sea enfriar la economía. Lo que tenemos que lograr es asegurar el crecimiento a largo plazo y en forma estable.
Otra discusión que se ha instalado es en torno al tipo de cambio. ¿Considera que está atrasado? El tipo de cambio es uno de los temas que hacen a la competitividad de las empresas, eso es indudable. Pero también influyen factores como el componente impositivo, que tiene su peso; la capacidad de recuperar productividad en las operaciones industriales tiene su importancia; la dinámica salarial tiene un peso y el tipo de cambio es un factor más en una ecuación compleja.
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